3.

261 29 1
                                    

— ¿Llevas mucho tiempo esperando? — Pregunté mientras me sentaba.

— No, recién llegué. No te preocupes. — Me dijo pero sé q mentía, observé cómo la bebida ya llevaba un tiempo al ambiente así que probablemente llevaba unos 15 minutos allí.

— Discúlpame, el tráfico es horrible. — Me excusé, la verdad es que estaba tratando de asimilar todo nuevamente y concentrandome en el trabajo. Me detuve un momento cuando observé otra bebida a su lado, esta tenía marcas de labial en el pitillo. Cerré los ojos y traté de recomponerme, era claro que no me debía importar en absoluto la vida de Iván y mucho menos con quién está.

— ¿Estabas... Con alguien más acá? — Pregunté. — Disculpa, es solo porque las bebidas ocupan espacio.

— Tranqui, no pasa nada. — Respondió. — Estaba con Isabella, la conoces.

— Ah, sí. Tenía tiempo que no sabía de ella. —  Respondí un poco emocionada.

— ¿Enserio? Pensé que seguían siendo amigas, me habla seguido de ti.

— Mmm no, dejé de saber de ella desde que me cambié de universidad. — Entonces hablan seguido.

— Increíble, entonces no sabías. — Dijo.

— Ella es mi novia ahora. — Contó. — Me había comentado que sabías entonces por eso me tomó por sorpresa que digas que ya no hablan, en fin.

— Oh, están saliendo. Felicidades. — Sonreí. — Deben hacer una linda pareja.

Mentí.

— Muchas gracias, Vanessa. — Soltó una pequeña risa.

— Un placer, el mundo es totalmente un pañuelo. Sobre todo Buenos Aires. — Sonreí falsamente, de todas las personas fue con alguien que ambos conocíamos.

— Siempre tienes la razón. — Ambos reímos.

— Lo sé.

. . .

— Entonces te enviaré los documentos por el correo, me avisas alguna novedad. — Comenté.

— Entiendo, gracias. — Respondió. — ¿Tienes... Algo más importante que hacer ahora?

— ¿Sucedió algo? — pregunté.

— No, tranqui. Solamente quiero seguir hablando contigo.

Mi mundo se detuvo por un momento y la ansiedad se apoderó de mí. Traté de calmarme, aún no me sentía lista. Pensé en muchas cosas para evitarlo cuando realmente no tendría que excusarme, es decir, podría decirle que simplemente no quería y ya.

— Oh, discúlpame Iván. Tengo un compromiso con alguien. — Respondí mientras me levantaba rápidamente.

— ¿Es aquel hombre que te está viendo hace rato, tu novio?

Giré y sentí un alivio. En este momento Simón había sido como un auto de escape para esta situación, regresé mi mirada a Iván.

— Sí, tienes buena vista. — Respondí con una risa nerviosa. — Adiós Iván.

Me fui rápidamente. Me acerqué a Simón y lo saludé más amable de lo normal, probablemente Iván seguía mirándome o seguro era yo haciéndome falsas ilusiones pero aún así me fuí.

— Vane, no esperaba encontrarte aquí. — Dijo feliz.

— Para decir eso, estuviste mirándome toda la mañana. — Respondí riendo.

— Discúlpame, no estaba seguro de que eras vos. — Sinceró.

— Oh, ¿Tus lentes? — Pregunté curiosa.

— Intenté probar unas lentillas, parece que funciona. — Respondió. — ahora miro con más detalle tu rostro.

— ¿Es eso algo bueno o malo? — pregunté mientras me reía.

— Bueno, para mí es algo que lo vale. — Dijo.

— Sí, bueno. ¿Qué hacías por acá? — pregunté para evitar el tema.

— Vine a comer algo antes de tener un encuentro con un socio.

Empezamos a caminar por el estacionamiento hasta llegar a mi auto.

— Entonces vamos, yo invito. — Dije y soné las llaves del auto para entrar.

— ¿Vamos en tu auto o llego yo con el mío? — Preguntó.

— Considerando que luego tienes otro compromiso, entonces será mejor que lleves el auto. — Dije.

— No, voy en el tuyo. Puedo llamar a Arturo para que lo recoja.

Y con eso entró al auto, yo le seguí. Empecé a manejar hasta llegar al sitio mientras sonaba Getaway Car de Taylor Swift.

— Es mi canción favorita de ella. — Dijo Simón.

— Es buena, me gusta mucho pero realmente no me puedo decidir por una favorita. — Reí.

— Te entiendo, me gusta el puente pero la letra o en lo que está basada es algo que no me gustaría vivir.

— ¿Sí? Entiendo.

— La canción me da ese sentido o bueno, yo la veo como utilizó a otra persona para olvidar a alguien más. — Dijo. — Honestamente no es algo que me gustaría vivir.

— Tienes totalmente la razón. — Dije. — Es horrible y solamente demuestra la falta de responsabilidad afectiva de la persona.

Lo que dije fue tan hipócrita porque en el fondo de mi ser era muy consciente que en ese momento Simón podía ser mi Getaway Car.

Again - Spreen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora