8.

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Vanessa avanzó con paso lento y pesado hacia la puerta de embarque, sintiendo como si cada paso fuera un adiós más doloroso que el anterior. Su mente se llena de recuerdos, de esos momentos de felicidad plena que ahora parecen haber quedado atrás para siempre. Cada calle, cada esquina, cada edificio que ve, despierta en ella una sensación de nostalgia y tristeza que parece no tener fin.

Los recuerdos se mezclan en su cabeza, los buenos con los malos, los felices con los tristes. Y aunque intenta aferrarse a los momentos de felicidad, los recuerdos dolorosos la persiguen como una sombra, sin darle respiro. Sabe que está dejando una parte de sí misma en esa ciudad, que algo se rompió allí y nunca volverá a ser igual.

Al acercarse a la puerta de embarque, siente que su corazón late con fuerza, como si quisiera escapar de su pecho. No sabe si está lista para dejar todo atrás, pero sabe que es necesario. Es necesario alejarse de esa ciudad que le recuerda tanto dolor y empezar de nuevo en un lugar donde pueda dejar atrás el pasado.

Un nudo se forma en su garganta, y la Vanessa cierra los ojos con fuerza. Las lágrimas amenazan con salir, pero se obliga a contenerlas. Abre los ojos y respira hondo, decidida a avanzar hacia su futuro, aunque eso signifique dejar atrás la nostalgia y la incertidumbre. Sabe que está tomando una decisión difícil, pero también sabe que es la única forma de seguir adelante. Con un último suspiro, avanza hacia su destino, dejando atrás la ciudad que la vio enamorarse y sufrir al mismo tiempo.

La idea de alejarse de Buenos Aires la hacía sentir triste y nostálgica, pero al mismo tiempo era emocionante. Había contemplado la posibilidad de dejar la ciudad muchas veces antes, pero ahora se sentía más decidida que nunca. Sabía que tenía que encontrar la estabilidad emocional que tanto anhelaba, superar su pasado y dejar de cargar con ese peso en su corazón.Mientras se preparaba para partir a México, se prometió a sí misma muchas cosas. Prometió ir a terapia y trabajar en su crecimiento personal. Prometió buscar la felicidad y sonreír con más frecuencia. Prometió no culparse por sus emociones y aceptarlas tal como son. Prometió vivir su vida al máximo y no dejar que el pasado la detenga. A pesar de todo, el dolor de dejar Buenos Aires atrás era abrumador. Recordaba los buenos momentos que había vivido allí, pero también los momentos difíciles que la habían llevado a tomar esta decisión. Aun así, sabía que no podía quedarse atrapada en el pasado y que tenía que avanzar.

Con lágrimas en los ojos, tomó una última mirada a la ciudad que había sido su hogar durante tanto tiempo. Sintió que una parte de ella se quedaba allí, pero también sabía que era hora de seguir adelante. Con la promesa de una vida mejor en su corazón, se subió al avión con la esperanza de que su futuro sería más brillante que su pasado.

En medio de todas las tristezas y dificultades que experimentó en esta ciudad, hubo alguien que hizo que todo valiera la pena. Mientras estaba en su asiento y contempló la vista desde la ventanilla por una última vez pensó en él.

 Le estaré eternamente agradecida por hacerme ver que la vida aún tiene cosas bellas por ofrecer. Aunque dejaré la ciudad, siempre llevaré conmigo esos recuerdos y ese amor que me ayudó a sobrevivir en los momentos más oscuros.

Un amor que aún recuerdo y guardaré entre las cosas más lindas que tengo y espero que, así como los viejos recuerdos, lo vaya olvidando con el tiempo hasta que no quede rastro de lo que una vez fuimos.

Again - Spreen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora