Capítulo O5: El aprendizaje de Knight

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(Muchas gracias por los 300 seguidores¡! Prometí que cuando llegara a esa cifra iba a actualizar todas mis traducciones, ¡y esta es la sexta, disfrutad! <33)

Capítulo 5: El aprendizaje de Knight

Knight no se atrevió a parpadear mientras su hermano lo miraba fijamente.

En cuanto lo hiciera, Jack atacaría; lanzando una de las miles de copias de Babilonia de la nada. Knight apretó los dientes y sujetó con más fuerza su arma, Destrucción, preparándose para...

El aire sobre el hombro derecho de Jack brilló con una luz dorada, y de él salió disparada el arma de cadena de bronce celestial. La bola con púas era un borrón con solo unos pocos eslabones que la separaban de su hoja trasera, lo que la hacía parecer comparable a un cometa de bronce en la tenue luz del Tártaro. Ciertamente era una vista imponente, pero Knight ya estaba más que acostumbrado.

3...2...1...

El hijo de Kronos balanceó su arma con todas sus fuerzas de siete años y deseó que aumentara su peso en el vértice del balanceo; algo que le había llevado horas dominar. La parte plana de la hoja de Oro Imperial se encontró con la bola de Bronce Celestial cubierta de púas con un fuerte sonido metálico y, por un breve momento que solo él pareció notar, chispas formaron un arco entre dos metales divinos. Luego, la fuerza de su golpe superó a la del proyectil, y el vinculum salió volando hacia las tierras salvajes del Tártaro.

—¡Homerun!—gritó Jack, lanzando sus puños al aire.—¡Eso tiene que ser un homerun!

Knight redujo rápidamente el peso de Destrucción antes de que tuviera la oportunidad de tirarlo al suelo.—¡Creo que tienes razón, Jack!—gritó con una sonrisa que coincidía con la de su hermano.

Como ocurría a veces en el Tártaro, el Dr. Thorn había sido devorado por una criatura más grande durante la noche y tardaría entre unos días y una semana en reformarse. Durante ese tiempo, él y sus hermanos tenían algunas horas de tiempo libre durante el día. Fue uno de sus eventos favoritos, la abuela May lo llamó una especie de día festivo, y cada uno pasó su tiempo jugando y ayudando a su abuela con varias tareas.

Y hoy su abuela les había enseñado un nuevo juego llamado béisbol; un juego simple que mejoraría aún más sus habilidades sin dejar de ser muy divertido para él y su hermano. Las reglas eran simples, Jack le dispararía una de sus armas y él intentaría devolverle el golpe con Destrucción. Si lograba fallar tres de las armas de Jack seguidas, perdía, pero si acertaba tres seguidas, ganaba. La abuela May les había dicho que había más reglas, pero requerían que más personas jugaran para que tuvieran efecto. Así sería si Queen se uniera, pero estaba sentada cerca de la entrada de la cueva con un cachorro del infierno en su regazo.

—¡Abuela! ¿Crees que fue un homerun?—llamó a la mujer sentada al lado de su hermana.

Ella levantó la vista de su trabajo remendando agujeros en su ropa y asintió.—Si ya no puedes verlo, entonces es un homerun.

Knight sonrió a su hermano, quien le devolvió la sonrisa.—Entonces, ¿qué pasaría ahora si tuviéramos suficientes personas?

La abuela May dejó a un lado una de las túnicas de Queen y sonrió.—Tú, y todos los demás en una base, correríais todo el camino a casa, lo que le otorgaría a tu equipo un punto por cada persona. A tu padre le gustaba el béisbol.—Ella inclinó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos.—Creo que incluso puedo recordar a tu padre jugando T-ball cuando era más joven—Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.—Los-los vecinos se lo llevarían. Lo sa-sacaban de casa. L-lejos de mí.

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