CAMISA ROSA

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Me desperté por culpa de un rayo de sol que me daba directamente a la cara, me baje de la hamaca y me fui dentro de la casa no sin antes comprobar que no hubiera nadie, y en efecto estaba vacia.

Me estaba meando así que lo primero que hice al entrar fue ir al baño, al entrar me mire en el espejo.

El ojo ya no estaba tan hinchado pero seguia morado, y el cuello seguia con aquel chupeton, así que cogi maquillaje he intente taparmelo lo mas que pude, al terminar me acerque hacia el estante y cogí  las lentillas que tenia de repuesto y me las puse.

Al sali fui a mi habitación, que seguia igual de desordenada y mire el reloj que tenia en la pared, eran las 11:45, me habia saltado tres clases, de todas formas me daba igual tampoco tenia pensado ir.

Bueno rectifico no tenia pensado ir hasta que mi estómago rugió ya que no había desayunado como siempre, me coloque la cazadora de forma que no se me viera el cuello, salí de casa y pedí un taxi para ir a la escuela. Ya dentro fui directa a la cafeteria a comer algo y entre dando un portazo como siempre. Todos se quedaron mirándome, normal teniendo la cara como la tenía.

Me acerque donde servían y me fije que Brandon estaba el primero de la fila, por lo que me acerque a él y me puse detras para pedir,  y Brandon pidió un batido de coco y una hamburguesa, yo por mi parte me pedí solo un batido de coco, pagamos y nos dirigimos a nuestra mesa.

Me senté al lado de Dylan y Brandon y me percaté de que Gonzalo no estaba pero decidí no preguntar, que se joda.

- ¡Oh Dios mío! - dijo Bruce llamando la atención de todos y mirándome con los ojos como platos.

- ¿Qué? - pregunte seria.

- Tu camisa es rosa - dijo ¿asustado? Todos los de la mesa miraron mi camisa yo inclusive y Dylan tiro de los costados de mi chaqueta para que se viera mejor.

- ¿Tiene fiebre? - dijo Aaron alarmado.

- Yo creo que le ha venido el periodo - dijo Damien del mismo modo.

- No me había dado cuenta hasta ahora pero... - dijo Ethan observándome mejor - tienes una buena delantera - dijo observándome más a fondo. Enseguida me cerré la cazadora y Ethan recibió una colleja de parte de Dylan que estaba a su lado.

- Uno no tengo fiebre - dije mirando a Aaron - dos cuando me venga te aseguro que no te gustara tenerme al lado - dije seria a Damien - y tres Ethan eres un guarro - dije con asco y los demás se rieron.

Toda la cafetería se quedó en completo silencio dejándome extrañada.

- Omar se acerca a nuestra mesa - dijo Marcos en un susurro.

-¿Quién?- dije tomando de mi delicioso batido de coco.

- Creo que es de tu clase Parker. - Nadie venía a nuestra mesa si no quería problemas y yo no hablaba con nadie de mi clase así que me extraño bastante.

- Hagan como si nada - dije encogiéndome de hombros. Me hicieron caso y siguieron a lo suyo.

Note que el chico se paró detrás de mí.

- Esto... Parker - dijo el chico en un susurro. Omar, era rubio, de ojos marrones y alto. Era uno de los chicos más populares de la escuela, no le caía mal a nadie, educado y todas las chicas iban detrás de él - Parker - dijo esta vez mas alto.

Rodé los ojos y saque mi móvil, no sé si se daba cuenta pero no quería hablar con él. Los chicos por su parte me miraban atentos para ver que hacía. El chico me llamo un par de veces más y yo seguí igual. Hasta que se molestó de que no le hiciera caso, agarro mi silla y me giró para quedar enfrente de él haciendo que mi batido se callera al suelo. Ya la habia cagado, nadie me tira la comida.

- Parker ¿me vas a hacer caso? - dijo enfadado.

- ¿Que te crees que haces niñato? - dije cabreada levantándome de la silla y dándole un pequeño empujón en los hombros.

- Escúchame, no vine aquí a por problemas ni nada de eso, pero me gustaría que salieras un momento para hablar contigo - miró a los demás chicos de mi mesa y volvió a decir - mejor a solas.

- Lo que tengas que decirme a mí se lo puedes decir a mis amigos total se enteraran tarde o temprano. – dije restándole importancia

- ¿Enserio Parker?

- No me hagas perder la paciencia contigo, me caes mal no sé si lo sabes y no me gustar perder el tiempo con cosas insignificantes así que si no te importa ¿qué es lo que me quieres decir?

- Gracias... – dijo en un susurro casi inaudible

- ¿Qué has dicho?- dije entrecerrando los ojos y ladeando un poco la cabeza.

- He dicho que gracias y que te debo una – dijo todavía en un susurro, esto me está empezando a gustar. Me senté en la silla con los brazos cruzados y lo mire con una cara de satisfacción completa.

-Perdona pero sigo sin oírte – dije vacilando y con voz de niña inocente. Omar nunca daba las gracias ni se disculpaba puesto que es niño perfecto que no necesita ayuda de nadie.

Este resoplo y se pasó las manos por la cara.

-He dicho que gracias y que te debo una – dijo ahora mucho más alto.

Sinceramente no sé porque me tiene que pedir perdón pero con tal de humillarlo delante de tooooda la cafetera estoy feliz.

-¿Y por qué me das las gracias?

- Por ayudar a mí....- lo último no lo llegue a oír porque volvió a susurrar tan bajo que creo que ni el mismo se oyó. Ya me canse de tanta bobería así que me levante y me puse enfrente de él.

-¿Me vas a decir por qué coño viniste a darme las gracias o qué?-le grite

- Gracias por ayudar a mi hermana – dijo. La gente empezó a susurrar cosas.

-¿Tienes una hermana? – Dije arrugando la nariz, seguía sin caer quien podía ser la hermana de Omar hasta que...- ¡OH-DIOS-MIO! -dije- tu hermana es la niña que ayude en el pasillo.

- Sí- dijo avergonzado- Bueno ya lo sabes y ya te di las gracias así que me voy – dijo dándose la vuelta, pero yo tenía ganas de seguir metiendo el dedo en la llaga. Que buena persona soy (sonrisa cínica)

Le agarre del brazo y lo gire hacia mí.

-Entonces me estás diciendo ¿que el niño popular al que todo el mundo quiere y el que ayuda a los más indefensos no es capaz de ayudar a su propia hermana? – dije bien alto para que todo el mundo lo oyese. Me acerque a su oído y le dije – Fíjate tú, antes me caías mal porque sí, pero ahora sí que te has superado, tu propia hermana... que fuerte, si yo tuviera una hermana que le hicieran todo lo que le hacen a la tuya ya más de uno tendría la nariz rota, y lo peor de todo es que cuando le han hecho cosas por los pasillos tu no dices nada y te quedas viendo como tu hermana sufre por no encajar en un mundo de hipócritas en el que solo les importa el físico de la gente y no como son como persona, ¿ y sabes que es lo peor de esto? Que su hermano no hace nada, ni siquiera quiere que el instituto se entere de que es su hermana. No sé ni porque te digo todo esto porque seguro que nunca lo entenderás porque tú siempre has vivido en la burbuja de la popularidad. Das asco.

Le dije todo esto con los ojos cristalizados, acto seguido sin mirar a nadie cogí mi mochila y me escape del instituto y me fui hacia mi casa para comer un gran tarro de helado de M&M's. 

La chica que le dio nombre a One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora