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𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝗲𝗿𝗶𝗻 𝘆 𝗱𝗮𝗻𝗶𝗲𝗹𝗹𝗲 𝘀𝗼𝗻 𝗻𝗼𝘃𝗶𝗮𝘀, 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗱𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮

Las chicas se encontraban en un pequeño prado lleno de diversas flores de muchos colores diferentes.

— Mira danielle, hay una margarita azul por aquí.— haerin estaba emocionada por mostrársela a su novia.

— Es muy linda.— alagó danielle a la flor.

haerin miró fijamente a su novia, y luego volvió su mirada a la margarita.

— ¿sabes que se pueden dedicar flores?.— dijo haerin. — está te la dedico a ti.

— ¿Ah sí?.— danielle sonrió. — ¿y qué significa?

— fidelidad.— haerin respondió luego de un lindo silencio.

Danielle buscó con la mirada por todo el prado, siendo apreciada por haerin que sentía como su corazón se aceleraba con sólo mirarla.

— Mira, por allá.— danielle apuntó a una dirección que haerin captó rápidamente.

— Es un tulipán, uno rojo.— danielle asintió. — ¿me dirás que significa?

— Representa el amor apasionado, intenso y primerizo.— explicó acariciando la mejilla de haerin. Se quedaron mirando una a la otra por un momento que sintieron eterno, en donde ambas se sonreían y sus mejillas se pintaban carmesí.

— Te dedico el cielo.— dijo sin pensar haerin, danielle rió. Ambas se dedicaron el paisaje.

𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝗲𝗿𝗶𝗻 𝘆 𝗱𝗮𝗻𝗶𝗲𝗹𝗹𝗲 𝘀𝗼𝗻 𝗻𝗼𝘃𝗶𝗮𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗿𝘁𝗮𝘀 𝗻𝗼 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮𝗻

Danielle escribía concentradamente en un papel bien cuidado y decorado con algunos dibujos a mano.
había múltiples de los mismos papeles tirados por toda la habitación, parecían estar arrugados sin cuidado alguno.

— Oye danielle, estaba pensando en preparar un-

Hanni se detuvo en el marco de la puerta viendo todo el desastre que había detrás de ella, el escritorio tenía marcadores, pegatinas y miles de colores regados por doquier.

— Es para haerin ¿no es así?.— hanni sonrió viendo como danielle asentía con cansancio.

Salió de la habitación cerrando con ella la puerta, y sonrió más ampliamente cuando recordó que hace unos minutos entró a la habitación de haerin. Al parecer ambas novias estaban en la misma situación, buscando hacer una carta perfecta una para la otra, aunque probablemente no lo supieran entre ellas.

𝙙𝙚𝙨𝙙𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙚𝙧𝙞𝙣 𝙮 𝙙𝙖𝙣𝙞𝙚𝙡𝙡𝙚 𝙨𝙤𝙣 𝙣𝙤𝙫𝙞𝙖𝙨, 𝙚𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤 𝙣𝙤 𝙚𝙨 𝙨𝙪𝙛𝙞𝙘𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚

— ¿Qué hora es danielle?.— haerin se cubrió más con las mantas siendo inmediatamente abrazado por su novia.

— 12:47 de la noche.— danielle se aferró más al delgado cuerpo de haerin, la otra hizo lo mismo. — Oh haerin, el tiempo pasa demasiado rápido, siento que ya nisiquiera puedo verte por el día.

No era cierto, pasaban la mayoría del tiempo juntas en todos y cada uno de sus tiempos libres, pero al parecer el tiempo no bastaba para ellas. Sentían que el día era cada vez más corto y rápido, es por eso que las anteriores noches optaron por dormir hasta tarde, dándose mutuos cariños y pasar todo el tiempo que les "hacía falta"

— Sabes que te amo ¿no es verdad?.— habló danielle acariciando la suave mejilla de haerin, viendo como ella cerraba sus ojitos tranquila por el tacto.

— Sí, lo sé y yo también lo hago.— susurró la coreana más dormida que despierta, las noches anteriores eran desgastantes, pero las mejores por el simple hecho de que las pasaba con su australiana.

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