La luz del sol mostrando un nuevo amanecer, entraba en la habitación de Prudencia. Se encontraba tirada en la cama, aún con su hermoso vestido verde de seda, aunque más arrugado, su maquillaje se encontraba totalmente desecho al igual que su pelo. Al levantarse y mirarse al espejo supo que no había sido un sueño, había avergonzado a su padre y a ella misma tras tirarle el trago al duque Heugneid.
No estaba arrepentida de lo que le había hecho a Williams, el se lo merecía. Estaba arrepentida de haberle arruinado el baile en el que su padre había trabajado tanto.
Antes que pudiera arreglar su apariencia escucho como golpeaban fuertemente la puerta._¡Prudencia abre!_dijo su padre mientras golpeaba la puerta_¡Abre hija, solo quiero hablar contigo!
_Quiero estar sola_la voz de prudencia salió muy débil detrás de la puerta_No quiero hablar con nadie
_Hija, solo quiero saber que paso entre el duque Heugneid y tú_se quedó en silencio un momento_¿El acaso te hizo algo?
_Si
_¿Que te hizo?_pregunto enojado
_Lo escuché hablar con sus amigos_hizo una pausa para contener las lagrimas_ Dijo que era solo una jovencita ordinaria, una bastarda y que nunca sería una de ustedes aunque aparentara serlo
_¿Eso dijo?
_Si. Perdón no quise avergonzante_rompiendo en llanto
_Hija no me avergonzaste. Sabía que algo había pasado, jamás harías eso sin que te hagan algo a ti primero
_No me arrepiento de haberle arrojado el trago
_No tienes porque arrepentirte. Te defendiste
Girino se quedó en silencio pegado a la puerta escuchando a su hija del otro lado llorar.
_Tengo que confesar que verlo empapado al duque Heugneid fue muy gracioso_confeso mientras reíaPrudencia no pudo contener la risa y se unió a su padre. El tenia razón, verle la cara al duque Heugneid mientras el trago caía por su rostro. Había sido todo un deleite que Prudencia recordaba.
Cuando las risas comenzaron a diluirse. Prudencia decidió abrir la puerta, su padre la miro con una expresión de triste al ver el estado en cuál se encontraba ella. Prudencia solo pudo correr a los brazos de su padre y quedarse un buen rato en ellos, donde se encontraba segura.
Williams no había podido dormir en toda la noche. Después de que Prudencia le arrojará su bebida, se fue de la fiesta junto a su madre. La cual no había dicho ni una palabra de lo ocurrido en todo el trayecto de regreso.
En el desayuno ni siquiera lo habia mirado, se dirigio a su hijo sin siquiera hacer contacto.
_Tendrías que ir a la mansión Grierson y disculparte por lo ocurrido anoche_manifestó Cyley
_¿Disculparme?_pregunto confundido
_Williams nadie le arroja una copa en la cara a otra persona sin motivos. Algo ocurrió entre vos y esa joven, y estoy casi segura que el responsable de todo esto eres tú
_¿Que te hace pensar eso madre?
_Eres mi hijo Williams, se como eres, algo le habrás dicho o te habrá escuchado decir. No importa realmente que, pero tienes que ir a disculparte
_No creo haber dicho nada que no fuera cierto
_ Cierto o no, no será la últimas que nos crucemos con ella, y ya sabes que no me gustan las enemistades. Sobre todo con Girino Grierson, el era un gran amigo de tu padre
_No creo que acepte mis disculpas, notara que no son sinceras
_Entonces has que parezcan sinceras. Pero ve a disculparteWilliams sabía que su madre tenía razón. No sería la última vez que se cruzarán a Prudencia. Le guste o no, tendría que ir a hablar con ella de lo ocurrido y tratar de sonar sincero.
Terminando de desayunar se subió a su carruaje y se dirigió hacia la mansión Grierson. No era un trayecto muy largo. Al llegar lo atendió el mayordomo que lo hizo pasar sin preguntar y le indico donde sentarse para esperar a Prudencia. Era el salón amarillo, un elegante salón, no muy grande pero acogedor y muy bien decorado con tonos amarillos pastel.
Al estar sentado ahí pudo escuchar como unos pasos se acercaban a toda prisa. Y al entrar al salón la pudo ver a ella. Prudencia estaba parada con un vestido color lavanda, pero muy sucio, tenis barro y pedazos de cesped, parecía una granjera, tenía botas de montar y su pelo estaba atado con una media cola con algunos mechones sueltos. Aún con esa apariencia se veía hermosa, sus facciones eran increíbles, ella era increíblemente bella y Williams lo sabía.
_Lady Grierson_saludo Williams nervioso
_¿Que haces aquí?_pregunto Prudencia sin disimular su disgusto
_Aquí solemos saludar a las personas por educación
_¿Educación?_mostrando una sonrisa_¿Sabes acaso que significa eso?
_Lady Grierson, no he venido a discutir con usted
_¿Entonces a qué ha venido? ¿A tomar otro trago?_pregunto entre risas
_¿Le divierte lo que me hizo?
_Claro que si. Aunque me hubiera gustado arrojarle otra cosa. Algo que le haga sentir el dolor que sentí yo al escucharlo hablar así de mi
_No quise herirla con mis palabras_expreso con vergüenza_ Realmente me arrepiento
_Mentira_protesto enojada_Usted se arrepiente que lo haya oído burlarse de mí y haber pasado vergüenza delante de todos. Pero usted realmente piensa lo que dijo_ Prudencia se acercó al rostro de Williams _¿Acaso no es así?
_Yo he venido a disculparme…..
_Puede retirarse de mi casa, no acepto sus disculpas
_¡¿Qué?!_pregunto incrédulo ante tales palabras
_Se puede ir, no voy a aceptar sus disculpas. Usted quiere que no le quite el saludo en público, porque no quiere escándalos, quédese tranquilo que no lo haré por respeto a mi padre.
_Lady Grierson…..
_No he terminado_expreso con enojo ante la interrupción de Williams_Sepa que lo desprecio. No quiero sus visitas devuelta, ni ser su amiga. Nada está perdonado duque Heugneid, ni jamás lo estará_se alejo de Williams y se puso cerca de la puerta_Puede irse ahora y no regrese, porque si lo hace le quitaré el saludo en público y no me importa el escándalo
_Tenga por asegurado que no regresaré, buenas tarde Lady Grierson
Williams se marchó lo más rápido posible y se subió al carruaje. No podía creer lo que le había dicho esa joven, ¿Desprecio?. Esas palabras le habían dolido y no sabía porque, aunque su objetivo estaba cumplido, ella lo saludaría en público y sería cordial con el para no atraer escándalos. Pero no estaba contento con el resultado de esa conversación, estaba dolido. Prudencia Grierson lo había lastima tanto como el a ella.
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Te desprecio con todo mi AMOR.
RomanceInglaterra 1817. Prudencia Winster vivió toda su vida en el pueblo de New Neighborhood en Londres. Con todos los lujos de la aristocracia. Pero siendo la hija ilegítima del conde Girino Grierson. La vida de Prudencia cambia cuando la condesa muere...