Nunca te abandonaré (Zayn Malik) (COMPLETADA)

Capítulo 13. Nuestra primera vez

La noche transcurrió tranquila, aunque Liam tenía sus reservas. Jenn por otra parte intentó mostrarse lo más amable posible ya que a su amiga su amiga se la veía muy apegada a aquel chico. Zayn también estaba muy pendiente de ella, de hecho, no dejaba de mirarla. Jenn apostó con ella misma a que si le preguntase a él de qué iba la película, él no sabría que responder. Sintió algo de envidia, pues tenía ganas de que alguien la mirase cómo Zayn miraba a Isabella.

Por fin llegó el momento de quedarse solos, tras despedirse de sus amigos, con una pequeña advertencia de su amigo Liam, Isabella volvió a ponerse nerviosa.
- Bueno... ya estamos solos.- dijo Isabella cerrando la puerta.
- Sí...- contestó él con una gran sonrisa.
- Vamos arriba?
- Como tú prefieras.- Zayn le sujetó la mano para reconfortarla.
- Sí... sígueme.
Cuando subieron las escaleras, se adentraron en la habitación de Isabella. Estaban uno frente al otro, sólo les separaban unos centímetros. Zayn le sujetó la barbilla con mucho cariño y sus labios se juntaron. El beso era cada vez más apasionado.
Él comenzó a acariciarle la espalda por encima de la ropa. Ella metió una de sus manos por debajo de la camiseta para acariciarle el abdómen, él se estremeció al notar su contacto.
- Si te sirve de algo, yo también estoy nervioso...- aclaró Zayn.
- En serio?- preguntó ella en un tono que hizo que a Zayn le hiciese gracia.
- Sí. Tranquila. No vamos a hacer nada que tú no quieras...
- Quiero que hagamos el amor.
- Yo también.
Zayn e Isabella empezaron a acariciarse con mucha ternura aunque sus cuerpos ardían por estar el uno encima del otro.
Se tumbaron en la cama, él estaba encima de ella, metió su mano por debajo de la camiseta para acariciarle un pecho mientras le besaba el cuello. Ella le desabrochó los pantalones y cuando metió la mano notó que él ya estaba preparado, que las caricias que estaba recibiendo eran demasiado pacientes. Él quería tomárselo con calma ya que los dos necesitaban hacerlo así y no querían hacerlo de otra manera. Isabella se quitó la camiseta rápidamente y Zayn imitó la acción, a continuación le quitó toda la ropa inferior y ella intentó arrebatársela torpemente.
- Tranquila...- Zayn se quitó la ropa hasta que quedó totalmente desnudo encima de ella.
El cuerpo de Isabella empezó a temblar de excitación pensando en el momento en el que aquel chico estaría dentro de ella.
Isabella aún llevaba puesto el sujetador, le estaba suplicando a Zayn con la mirada que se lo quitase, él lo entendió a la perfección. Después de quitárselo con cuidado, empezó a acariciarle los pezones con cuidado mientras le besaba despacio en la boca. Poco a poco fue bajando por su cuerpo dejando un camino de besos hasta que llegó a la entrepierna. Isabella sabía lo que estaba a punto de pasar, había imaginado esa escena muchas veces en su cabeza.
Zayn empezó a succionar con cuidado hasta que aceleró el ritmo. Para ella era la mejor sensación que había tenido nunca hasta el momento. Tardó muy pocos minutos en llegar al orgasmo.
- Estás bien?- preguntó él con una sonrisa volviendo a ponerse frente a ella- eres tan guapa...
- Ha sido increíble...- contestó ella jadeando.
Él se puso un condón que había sacado del bolsillo previamente y se colocó entre sus piernas para por fin unirse a ella. Cuando por fin entró en ella ambos abrieron la boca para besarse como si se estuviesen comiendo el uno al otro.
Esa noche ese acto fue repetido dos veces más, y ambos se dieron cuenta de que querían hacerlo todos los días de su vida...

A la mañana siguiente, Isabella se despertó antes y se giró para mirar al chico que la tenía agarrada por la cintura, él aún dormía.
No quería despertarlo pero no podía esperar para besarle. Se concentró en mirar cada uno de sus tatuajes, le encantaba su cuerpo, quería tocarlo y besarlo. Zayn tenía tatuadas unas alas en su pecho y en medio unos labios, Isabella se acercó para besarle justo donde estaban éstos.
Él se despertó al notar el tacto de los labios de Isabella.
- Buenos días...- dijo él con una sonrisa y con los ojos aún sin abrir del todo.
- Hola...- ella se sentía como si le hubiesen hecho un gran regalo, y así era.
- Qué tal has dormido?
- Bien... aunque no hemos dormido mucho, no?
- No... pero mereció la pena.
- Fue la mejor noche de mi vida...- contestó ella.
Él no pudo evitar sentirse emocionado. Después de tanto dolor y de tanto rechazo, le habían dicho lo más bonito que le podían haber dicho nunca, o eso pensaba él.
- Estoy asustado, Isabella...
- Por qué?- preguntó ella con preocupación.
- Porque no sé si voy a poder dormir esta noche sin ti...