Nunca te abandonaré (Zayn Malik) (COMPLETADA)

Capítulo 4. Cartas anónimas

Hola chicas, me imagino que las que leéis tanto esta novela como las otras dos es porque sois fans de Zayn y la última ha sido una semana horrible. Pensaba renovar antes pero aún estoy impactada. Soy fan de 1D y sobre todo de Zayn y, aunque no entiendo muchas cosas que están pasando, vamos a seguir apoyándolo y por supuesto, voy a seguir con las novelas. Un beso a tod@s!

----------------------------------------------------------------

Trisha entró a la habitación de su hijo, que estaba sentado en el escritorio. Cuando Zayn vió a su madre, le dedicó una amplia sonrisa.
- Hola mamá...
- Hola cariño, estás estudiando?
- Sí, estaba mirando lo que Isabella me ha traído.
- Tu compañera?
- Exacto...- contestó Zayn sonriendo.
- Es guapa eh...- murmuró Trisha acariciando la cara de su hijo.
- Sí, lo es...- Zayn no podía dejar de sonreir, no entendía porqué, pero esa chica había sido la única persona que le había tratado como un ser humano en los últimos dos años.
- Cariño, ha llegado esta carta para ti, no tiene remitente. Te la dejo aquí.
- Gracias mamá.
Trisha salió de la habitación, lo cual agradeció Zayn puesto que el contenido de la carta no era agradable.
"Ahora vas a ser tú la víctima, vigila tus espaldas, voy a hacerte sufrir."
Zayn empezó a ponerse muy nervioso, sabía que cuando recibía una carta o una llamada podía ser una amenaza, no era la primera, por eso odiaba que su madre o sus hermanas recogiesen los dardos que iban dirigidos a él.

A la mañana siguiente, Isabella estaba fumando en el porche de su casa, su madre odiaba el humo, así que procuraba salirse fuera casi siempre. Pensó que aunque por fin había llegado el fin de semana, no tenía ganas de quedar con su novio. Estaba tan absorta en sus pensamientos que tardó en darse cuenta de que alguien que venía de su misma calle se acercaba a la zona de su casa.
- Hola,- Isabella saludó al chico con mirada triste que estaba delante de ella- dando un paseo?
- Algo así,- contestó Zayn sonriendo- voy a comprar tabaco. Muchas gracias por los apuntes.
- De nada,- Isabella devolvió tímida la sonrisa- vas al Tesco del final de la calle, no?
- Sí, como esto es pequeño, tiene sus ventajas...- Zayn quería hablar más tiempo con ella pero no sabía qué más decirle, así que optó por despedirse y esperar a que a la vuelta estuviese en el mismo sitio.- Bueno... Hasta luego.
- Quieres que te acompañe?- preguntó Isabella impulsivamente antes de que Zayn se fuese.
- Si tienes otra cosa que hacer... no te preocupes.
- Estoy sentada en el porche de mi casa, no tengo nada que hacer.- contestó Isabella. Zayn le sonrió cuando vió que ella se levantaba para ponerse a su lado y empezar a andar.

Tras unos segundos de silencio, la chica rompió el hielo.
- Por qué no viniste ayer a clase?
- Ha sido una semana dura. Quería que mi cabeza descansase un poco.
- Lo siento...- Isabella no sabía qué decir. No se atrevía a decirle que ella iba a estar a su lado porque ni siquiera sabía si era cierto; no debería fiarse de él sin conocerlo, pero había algo en él que le gustaba, le atraía...
- Tú eres la única que no tiene que sentir nada, me da la impresión de que no te has enterado de nada. Sé que sabes lo que ocurre conmigo, pero te comportas como si no...- Zayn vió que Isabella fruncía el ceño, como si él le estuviese regañando por algo. Esperaba no haberla ofendido, precisamente él pretendía todo lo contrario.- Por qué eres tan buena conmigo?
- Por qué no iba a serlo? Yo no creo nada de lo que dice la gente.
- Por qué no? No me conoces de nada, podría estar engañándote y no lo sabrías.- Zayn se dió cuenta de que la estaba asustando. Él no quería que ella se alejase, pero intentaba entender porqué se estaba comportando así.
- A lo mejor debería irme a casa si te molesta que me porte bien contigo.- dijo ella aminorando el paso.
- No me entiendes, estoy muy agradecido de que seas tan amable conmigo, te lo aseguro. Pero no entiendo porqué. He estado sin hablar con casi nadie durante dos años. Ojalá algún día me conozcas y de verdad pienses que no hice nada malo, y no por una corazonada, sino porque confíes en mi de verdad.
- Puede que eso pase pronto.- dijo Isabella sin dejar de mirar al frente, aunque una sonrisa se escapó de sus labios.
- Me gustaría mucho, créeme...

Cuando Zayn e Isabella entraron en el supermercado, unos cuantos ojos se giraron, algunos sorprendidos, otros con miedo e incluso algunos expresaron vergüenza.
- Siento someterte a esto, si quieres, espérame fuera.
- No digas tonterías, vámos.
A Zayn le reconfortó que su acompañante no se avergonzase de él. Después de recoger lo que habían ido a buscar, salieron de allí.

Habían oído murmullos, incluso algunos gritos ahogados. Era una situación inaguantable para él, esperaba que no durase mucho, aunque desde lo de Lana, así había sido su día a día. El teléfono de Isabella empezó a sonar, era Brian. Ella puso cara de disgusto y Zayn se preguntó quién sería para que la chica reaccionase así.
- Hola Brian...
Zayn no pudo disimular desagrado al oir ese nombre, tanto por lo que había pasado dos días antes como por el hecho de que tuviese una relación con alguien como Isabella.
- Luego te lo digo, vale? No me encuentro muy bien hoy...- contestó Isabella mientras se alejaba para tener algo de privacidad.- No, creo que estoy incubando algo, pero tranquilo, luego hablamos y ya quedaremos si estoy mejor...
Cuando Isabella colgó, se sentó en el banco que tenían al lado e invitó a Zayn a hacer lo mismo. Zayn se quedaría horas sentado junto a ella, sentía como si esa chica fuese el aire fresco que nunca había sentido.
- Tienes que irte pronto? Por si has quedado con tu novio...
- No, no he quedado con él, no tengo muchas ganas de salir y le he dicho que no me encontraba muy bien.
- Por qué? Si no te importa que te lo pregunte...
- No estoy muy... no sé cómo explicarlo.- Isabella no sabía porqué estaba diciendo ese tipo de cosas a Zayn, no sabía si era buena idea contárselas a él.
- No te preocupes, pero si quieres me lo puedes contar...
- No pasa nada, mala época creo...
- Te entiendo...- dijo Zayn mirando hacia abajo. Se preguntaba qué pasaría entre Isabella y su pareja. Le parecía extraño que ella prefiriese pasar el rato con él antes que con Brian, aunque quizás fuese casualidad que ella se animase a acompañarle.
- Zayn, cómo es que tienes 21 años, a punto de cumplir 22 y estás en mi mismo año de universidad?
- He estado un tiempo sin poder estudiar ni hacer nada, no me han dejado entrar en ninguna universidad hasta ahora y tampoco me querían en ningún trabajo. Cómo sabes mi edad y que dentro de no mucho es mi cumpleaños?- preguntó Zayn con una amplia sonrisa al ver que Isabella se estaba sonrojando.
- He preguntado cosas, espero que no te moleste, no era para juzgarte ni porque crea cosas malas sobre tí, pero me daba vergüenza preguntártelo a ti directamente.- Isabella no se atrevía a mirarle a los ojos y empezó a notar unas mariposas en su estómago, ese chico le estaba empezando a gustar y eso le iba a traer muchos problemas.
- Puedes preguntarme lo que quieras, vale?- dijo Zayn ladeando la cabeza para que la chica levantase la mirada.

Ninguno de los dos se había dado cuenta de la hora que era hasta que Zayn recibió la llamada de su madre.
- Hola mamá, qué pasa?
- Cariño, qué ha pasado? Estás bien? Dónde estás?
- Mamá, tranquila, estoy sentado en un banco con...- Zayn miró a Isabella y no supo cómo referirse a ella.- Isabella.
- Ah sí? Y qué tal?
- Muy bien,- ahora era él el que se puso colorado- voy ahora mismo para allí.
- Vale cariño. Ahora te veo.

Ninguno de los dos quería volver a casa, la timidez había dado paso a la comodidad, e incluso muchos sentimientos estaban aflorando.
- Si quieres que nos veamos en otro momento, puedes pasar a verme, puede que hoy me quede en casa.- dijo Isabella antes de entrar en su casa.
- Muchas gracias, pero creo que sería mejor que vinieses a verme tú a mi, a tus padres no les gustará que estés conmigo...
- Puede que lo haga...- dijo Isabella sonriendo. Se dispuso a entrar en su casa pero antes de abrir la puerta, retrocedió y le dió un beso a Zayn en la mejilla, éste cerró los ojos y todo su cuerpo se estremeció.