Los misterios de Rusia (KaixTakao - beyblade) - Finalizado

Hola pequeños

Era un día como cualquiera, Takao Kinomiya se encontraba regresando de la universidad, había sido un día pesado pero tenia que pasar por el centro comercial, ya que había prometido a su abuelo que se encargaría de hacer las compras de la semana, debido a que el anciano se había ido a pasar unos días de relajo en compañía de Mr. Dickenson. El joven peliazul había madurado, ya no era el chico bocazas, inmaduro, para sorpresa de muchos, mejoro en sus estudios, ayudaba a su abuelo en las clases de kendo, incluso se hacia cargo de los deberes del hogar, la relación con su padre y hermano seguían igual de complicadas, ya que estos demoraron mucho en procesar cuando él les dijo que las mujeres no eran de su interés y que prefería a los chicos.

Estaba a unas cuadras de llegar a su casa hasta que unos lloroqueos llamo su atención, con la curiosidad que lo caracteriza se acerca en dirección al llanto, el cual lo llevo hasta un terreno que estaba desocupado desde hace mucho tiempo y ahí abrazados dos pequeños de 5 y 4 años se encontraban hechos bolita.    

¿Hola pequeños? ehmm, están perdidos - dice el peliazul dejando las bolsas de sus compras sobre un muro y acercándose a los pequeño niños de manera lenta para no asustarlos - ¿donde están sus padre?

.... - el pequeño de cinco años se coloca delante de su hermanito mientras que él más pequeño oculta su cabeza entre sus rodillas protegiéndose del recién llegado.

uhmmm - el peliazul retrocede un poco para buscar entre sus bolsas y sacar una manzana - tienen hambre?, sed? 

..... - el niño de 5 años al escuchar comida solo asintió con algo de miedo, sin perder de vista  a su pequeño hermano - sí

Aquí tienen - le dice el peliazul con una sonrisa mientras estira su brazo para que el pequeño agarre las dos manzanas - una para cada uno

El pequeño niño de cinco años estira su manita para agarrar las manzanas, entrega una a su hermanito y ambos comenzaron a comer, los dos pequeños levantan sus miradas para dejar ver los lindos y curioso ojos, el mayor tenía ojos rojos en el centro y cobrizo en los bordes, un color curioso y poco común y el menor sus ojos eran cobrizos pero sus bordes eran rojisos.

Donde están sus padres? - pregunta el poseedor de dragoom, arrodillándose para poder estar a la altura de los menores.

No  se... Solitos - los ojitos del más pequeño se llenan nuevamente de lagrimas para volver a llorar haciendo que el peliazul se ponga nervioso.

No llores pequeño - el peliazul no sabia que hacer en esos momentos, entregar a la policía a los dos pequeños y que estos pase a un albergue no le parecía una buena opción, pero si los lleva a su casa puede que lo meta en problemas, después de meditarlo dejo que un suspiro salga de sus labios - bueno se que estoy no es normal pero.. quieren venir conmigo o quieren que los lleve a la policía para que les ayuden a buscar a sus padre...

El niño de cinco años miro al joven que tenía al frente pero el de cuatro años  como auto reflejo se abalanzo sobre los brazos del peliazul ocultando su rostro sobre su pecho y volver a llorar.

Bien, vendrán conmigo - el portador de dragoom vuelve a suspirar mientras se incorpora con el pequeño en un brazo y llevar las bolsas con la mano libre y con el otro niño siguiendo sus pasos, el camino se realizo en silencio hasta llegar a casa y entrar para dejar las bolsas en la mesa de la cocina y al niño pequeño lo sienta en la silla junto a su hermano para luego desviar su mirada hacia la ventada escuchando como la lluvia, la cual acaba de iniciar, golpea sobre su ventada - llegamos justo a tiempo... bueno pequeños primero vamos a darles un baño y prepararemos la cena les parece uhmm... creo que Daichi se olvido algo de su ropa aquí cuando era más pequeño.

Solo fueron cuestión de minutos hasta que Takao, encontró la ropa y ayudó a los pequeños niños a bañarse.

Listo, están bañados, secos y con ropa limpia ehmm algo grande pero mejor que no tener nada, uhmm mañana iremos a comprar ropas de sus respectivas tallas - le dice el peliazul acariciando el cabello del niño de cinco años, quien tenía un flequillo grisáceo con mechas azules y la parte de atrás de la cabellera era de color azul oscuro.