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-¡Mierda, Cállate!
Mis pensamientos cada vez se vuelven más confusos mientras más gritos escucho a mis espaldas.
-Imbécil, Sabes que no tienes permitido salir.- Dice el con un tono autoritario, un tono que aborrezco.
-Si, Si.-Digo irritada -Puedes creerme, eso ya lo se.-Digo, aguantando las enormes ganas de gritar
-¿Ah, si? -gritó detrás de mi en modo de confrontación.
Ay no, aquí viene de nuevo.
Los gritos salían desde adentro del castillo. Mientras que afuera llovían hermosos cristales de agua que reventaban al tocar una superficie. Recuerdo haber visto esto, alguna vez
Infancia
Solía ser feliz con mi familia. Vivía con mi abuela y con mi padre en una casa a las orillas de un hermoso lago.
Todas las mañanas salía con mi abuela a alimentar a nuestros animales, luego iba a la escuela. Al salir llegaba haciendo mis quehaceres para luego ayudarle a mi papá. Mi papá era el mejor, podía arreglar lo que sea, o bueno, eso es lo que creí.
Pasaron varios años, y mi abuela enfermó. Mi padre no estaba en ese momento con nosotras, era una muy larga noche de Abril. Solo sentí el último aliento de mi abuela chocar con mi cara. Sus ojos color carbón que eran hermosos de mirar, habían apagado su luz. Y su mano de un momento a otro dejó de estrecharse con la mía.
Su pérdida afectó a todos, a mi, a sus animales que cuidaba con tanta dedicación y cariño, y a mi padre.
De pronto, el dejó de ser el mismo. El se olvidó de sus encantos, esos que maravillaban a la gente del pueblo más cercano. Hasta que llegó ella.
Reemplazo
Mi papá conoció a una mujer de ciudad. Una mujer hermosa, con un hermoso cabello rojizo. No tardó mucho tiempo para cuando mi padre comenzó a empacar sus cosas para irse con ella a una ciudad completamente desconocida.
El me llevó con el, claro que quería negarme, enserio que si. Pero la idea de ser tan pequeña, y vivir completamente sola... No era algo que, en ese momento me ubiera gustado vivir.
Llegamos a una ciudad enorme, vivíamos en un departamento cerca del centro de la ciudad, y era horrible, era un lugar muy pequeño, solo había una cama, y yo no podía dormir ahí.
Mi padre se había olvidado de mi, llegue a dormir en el suelo completamente frío. Hasta que por alguna razón, la mujer sintió lástima de mí y consiguió un catre para que así, dejara de quejarme por el día y almenos fuera un poco más "útil".
Vaya mierda.
Está mujer era un asco, condujo a mí padre por un mal camino y después de unos años, mi padre murió por una sobredosis de drogas.
Encarcelamiento
Tuve que vivir sola con esa porquería de mujer. Enserio era una atrocidad. Si bien yo odiaba los cuentos de hadas, en ese momento era como una especie de Cenicienta una triste y miserable Blancanieves, en cambio yo no veía ninguna especie de luz que me salvara.
Mi vida era una mierda, pero aún así intentaba ser positiva, no recuerdo haber visto por última vez la lluvia ya que no se me permitía salir, y no podía usar simplemente la ventana, no era la misma sensación por alguna razón.
No estaba en mis mejores condiciones, sin embargo, era muy limpia ya que la idea de sentirme sucia me parecía inaceptable y asqueroso.
La pelirroja jamás se hizo cargo de mi. Almenos no como debía. Desde que llegué siempre me ha visto como un estorbo, y hacía la más mínima acción para dejarme en ridículo, ya que para ella yo era una carga inútil, una especie de peso muerto que tendría que cargar.
La comida era un problema, no comía mucho durante el día, la pelirroja constantemente me regañaba por "robar" sus alimentos. En la mañana cuando sentía algo de hambre solo tomaba un poco de agua para engañar el estómago, en la tarde comía las sobras que la pelirroja había dejado el día anterior, y no volvía a comer hasta el día siguiente.
Eso fue un infierno, hasta que una vez, la pelirroja me vió de una forma distinta. No era la típica forma con desdén con la cual siempre me miraba. Esta vez, había una clase de brillo en su mirada, pero, no se sentía bien.

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Las Espinas De La Rosa Marchita
Ficção AdolescenteUna chica que fue lastimada por el mundo aprenderá a vivir Conociendo una nueva versión de si misma.