Sanidad.

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La vida está llena de arrepentimientos y dolor, del hubieras, mañana y el terrible no. Cada día es un día mal vivido, guiado sin razón y sin motivos... ¿De que me sirve estar vivo?, si yo muero cada vez que suspiro.

Pequeña esperanza Capítulo 3 "Sanidad"

Los rayos de un atardecido sol era repelidos por las ventanas que con hilos daban a un salón donde un azabache se encontraba durmiendo muy placenteramente sobre su pupitre.

Sin ruido, sin interrupciones, sin regaños, nada de lo que lo obligace a despertase pero sus ojos de pronto demostraron desconformidad y su respiración se acortaba y su mente le daba imágenes que desearía olvidar...

Un pequeño azabache se encontraba sobre un pilón lleno de basura y ropa en donde se escondía de quien sabe que, o de quien, pero su rostro carente de emoción no daba alguna posta de lo que sucedía..

Sus oídos escucharon el rechinar de una puerta que dejaron entrar un poco de luz a esa habitación carente de ella.

-Goku ¿Te encuentras allí? -Una voz gentil pudo escuchar una voz femenina de una señora mayor de edad preguntando preguntando por su paradero aún que la respuesta era más que obvia.

Con cautela se dejo ver parte de su cuerpo apoyándose del gran pilar de ropa.

Al poder verle prosiguio hablándole al Son con la misma serenidad del Son.

-Ya encontré la cura para que puedas dejar de ver esos demonios que te atormentan -Hablo asía el Son que se sorprendió por la expresión con la que relataba el problema y un mal presagio le invadió.

-¿Ella esta sonriendo?.-

Con temblor se acerco a la mujer que a un no quitaba aquella peculiar sonrisa que incomodaba al pequeño azabache de sobremanera.

-Se como puedes dejar de verlo -Hablo pero esta vez con un tono más agudo aumentando aún su mal presagio pero dejo que siguiera.

-Es sacandote los ojos -Con un sonrisa más grande con su rostro en total oscuridad le mascullo sacando un cuchilló de su espalda poniéndose en el rostro haciendo que la retina de Goku se encojiera.

Temblo, ella estaba sl riendo, el miedo le invadió, y el desespero surgió como una cascada callendo sobre si misma.

En un acto rápido quiso huir pero ella no se lo dejaría fácil.

Con rapidez corrió sobre los montones de ropa que un resbalaba al correr de la que le reclamaria su visión.

En un acto despistado giro un poco su cabeza asía atrás para poder ver a la dama que no desaprovechó esa oportunidad que de un tajo que dio en la mejilla de Goku que le hiso parar a causa del dolor.

Se toco su mejilla con su palma sintiendo el dolor que le ha provocado aquel cuchillo que se mancho con su sangre. Su palma ahora estaba cubierta de su propia sangre, la misma que ella le dio y que ahora reclama cruelmente.

Ante aquella distracción, la dama no desaprovechó en un acto rápido aquel afilado cuchillo se dirigió al ojo derecho del Son que ya no podia hacer nada, aquien debia culpar de toda esta desgracia, ¿Al destino? ¿a la vida? ¿Al ser que le trajo al mundo? Tantos culpables a los cuales señalar.

Vio como su corta y deprimente vida pasaba frente a sus ojos, su mente le hiso recordar dolorosos recuerdos en donde ninguno eran felices. Ahota iba a morir por su propia madre que a unos centímetros el cuchillo le apuntaba con su afilante punta que a centímetros iba reclamar sus cuencas...

Su cuerpo de pronto se paro a causa del sus que le a dado aquel sueño que no es mal que un vil recuerdo que lo a asechado a lo largo de los años.

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Miro a su alrededor, y el atardecer pronto acerca para dar paso a un anochecer. No sabe cuanto durmió o en que momento pero tampoco indagó tanto en ello.

Se paro de su asinto y camino a paso lento hacia la puerta asta parar en ella, no sin antes dar un último vistazo a su salón por alguna extraña razón para seguido irse..

Con su siempre mirada perdida caminaba por los pasillos que solo sus pisadas se escuchaban, era demasiado tarde, incluso para los clubes que ha deben estar en sus recintos.

Sus pensamientos es una lucha contra sí mismo, siempre a sido así, esos pensamientos que ahora solo tiene algo en mente por que el vencedor ya se está proclamando.

-Simplemente me toca morir solo, ya que a mi acorta edad no debería sufrir, minimizan mis sentimiento, ya no se donde ir. No se por que existir, por que llorar ni por que reír.

-El mejor sanatorio al cual acudir es dormir, solo lo visito de cuando en vez mi cuerpo ni eso puede hacer bien.

-Mi salida de desahogo es una simple pastilla, que al beberlo me envenena, todos señalandome con sus miradas me condenan, cada vez que recuerdo ese niño inocente mi cuerpo se apena.

-Cada que veo este maldito mundo me da tanta pena... -

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Su mente, es algo difícil de descifrar.. de comprender, un mar de lamentos en donde solo el las puede escuchar. Caminando por los pasillo con su mente corrompida lleno de una basta oscuridad incurable, sabe que algun día caerá, lo sabe perfectamente.. por que el es su propio veneno.

De pronto, detuvo su andar al parar en una puerta el cual indicaba el baño; no es que tuviera las ganas de ir, si no por lo ruido que se escuchaban detrás de aquella puerta que llamaba su curiosidad.

Era alguna especie de jadeo, era extraño, era extraño que alguien estuviera ahí, de echo.. nadie debería estar ahí, por que ya era demasiado tarde que siquiera los clubes estarían abierto si ese fuera el caso.

-¿Debería entrar? -Se preguntó asía si mismo si indagar o solo ignorarlo como es común en el.

Al final, opto por entrar, al final no tenía nada que perder..

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Con cautela se adentro, los jadeos se repetían cada vez con más rapidez, ¿que era lo que realmente pasaba? Esa pregunta pronto sería respondida.

Pudo ver en el lavabo una chica, pelo púrpura con un mirada un tanto extraña. Pero eso no era lo que le llamaba la atención, si no el cuchillo que tiene entre sus manos que cortaba su muñeca constantemente mientras la sangre se deslizaban asta sumergirse en lo profundo del lavabo, trazo por traso que dejaban heridad profundas y sicatrices que aun no an sanado.

¿Qué es el cielo sino un soborno y que es el infinerno sino una amenaza?.

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Estaba tan sumergida en su asunto que no escucho la puerta rechinar, su aliento se esparcia como humo saliendo de sus labios..

Por alguna extraña razón, sentía como una mirada la observava, tan callado que parecía un fantasma atormentando todo aquel que perturbace sus sueños.

Creía que estaba un poco loca, pero para corroborar miro en el espejo que tenía enfrente suyo y le vio, tan sereno obervando todo sin pizca de ruido.

Su cuerpo temblo y tanto era el nervio que le consumio que su cuchillo dejó caer al suelo salpicando de su propia sangre el piso, como una escena en la cual la policía tendría que acudir.

Se dio la vuelta para observalo y le encontró sereno sin temor de ella, es más, asta le pudo ver curioso hacia la situación que pasaba frente a sus ojos.

No sabía que hacer, es la primera vez que algo así pasaba, no estaba preparada para esto, nunca lo planeo, tal vez ese fue el motivo de su desgracia, que debía hacer o que ara el chico que con esa mirada le observava como si la jusgara.

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Fin de cap.

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