Petalo perdido

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7 años tenía cuando en el salón de clases, intentando sobrellevar las burlas pensé -¿Que pasaría si muero?.-

Un pensamiento tan recurrente que asta ahora no puedo detenerlo.

La edad de 8 años tenía cuando todas las noches intentaba ahogarme con mis peluches, deseando que funcionará, que todo pasará.

Cuando tenía 10 puse una soga en las escaleras y la ate a mi cuello, realmente quería hacerlo.

A los 12 tome una navaja por primera vez, la puse sobre la piel, el inicio del final.

13, 14, 15...

Nisiquiera se que paso en ese tiempo, supongo que estuve existiendo, lidiando con cada cosa que pienso.

Cumplir los 16 se siente igual de insignificante lo único que me parece importante es pensar en ¿Qué cosa nueva encontraré para dañarme?.

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Pequeña esperanza Capítulo 5 "Petalo perdido".

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En aquel club de 4 chicas era conformado, una con un estilo único, pero la que resalta es Yuri, que dejo su libro en sus pies viendo fijamente la hora sonando su tan característico Click cada que los segundos pasaban. Sus amigas la miraban con extrañes, se ha comportado raro últimamente y no es difícil saberlo.

El reloj pronto dará las 5 de la tarde, el horario donde todos los estudiantes se retiran a su respectivo hogar.

El sonido del reloj inundaba su mente, aquel libro se sintió tan solo que por si mismo se cerró.

Aquella flecha que indicaba la hora estaba reflejada en sus ojos moviéndose a como fue diseñado.

Al mismo tiempo que el reloj tocó las Cinco de la tarde, el timbre lo hizo resonando sus pequeñas campanas avisando a los estudiantes que el día de escuela por hoy ha terminado.

Al ver que el reloj llegó a la Cinco y el Timbre como prueba, rápidamente se despidió de sus amigas que confundidas solo pudieron despedirse igual y ver por última vez en ese día la espalda de la chica saliendo por la puerta del club.

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Arrecostado sobre la pared, esperaba la presencia de la Dama, no había prisa, el silencio era recorfontante y quedar así un rato más no le molestaría asta que a lo lejos la escucho, sus pasos en deprisa como ya era normalmente desde aquella vez se conocieron.

-Lo siento, vine tan rápido como pude -Se excuso al llegar mientras recuperaba un poco de aire consecuencia de haber corrido aúnque no este acostumbrada al hacerlo.

-No te preocupes, de todos modos aún es temprano, apenas han tocado las Cinco -Explico extrañado un poco por el reencuentro tan temprano por que normalmente se encuentran una hora más de las cinco.

-Es que.... Solo pensé que esta vez yo te esperaria si llegaba más temprano -Expreso con vergüenza al ser descubierta aún que no fue difícil saberlo, y por parte del Son, solo pudo levantar sus hombros en señal de que no era para tanto.

Sin más que decir comenzo a caminar por los pasillos de la escuela, a paso lento sin prisa alguna, donde la Peli-Purpura le acompaña a su lado.

El caminar juntos aun que sea corto el transcurso si que es tranquilo el mismo sentimiento que comparten. No hay estudiantes, no hay nadie en las aulas, a excepción de los clubes que estos tiene compromisos con el día de mañana.

Su mirada tranquila que alguna vez pensó que era aterradora, aquel cabello puntiagudo que a su imagen se ve bien, esa aura tranquila que desborda y que le ayuda a no estar nerviosa, aquel chico que le hacía sentir segura que a su lado está caminando sin importar los demás.

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