Tess era complemente consciente de que todos en el grupo la estaban observando.
Pero parecía importarle poco, casi me atrevería a pensar que solo estaba agradecida.
Agradecida de seguir siendo ella.
Sabía que notaba como Ellie intentaba que hablara sobre su vida.
Solo para mantenerla comunicativa.Sabía que notaba la postura de Joel y como sus manos nunca dejaron el arma.
Además que sabía que mis ojos no habían dejado de mirarla.
Pero ella seguía caminando. Segura.
Casi como si el aire que inhalaba con sus pulmones fuera un regalo.
Y en esta realidad, dudo mucho que alguien le niegue ese sentimiento.El privilegio que Tess tenía en estos momentos, era ha nuestro saber el primer caso de la historia.
Una pequeña excepción.
El camino desde el museo nos dejó una nueva perspectiva. Una realidad donde tal vez, solo tal vez el viaje no nos venza.
Trataba con todas mis fuerzas de mantener mis pies en el suelo, pero el hecho de pensar que yo podía ser una especie de repelo, una cura.
Hacía que me sintiera importante.Trataba de pensar en el mundo que siempre imaginé y nunca tuve la oportunidad de gozarlo.
Había perdido la cuenta de todas las veces que ví a Joel con el dedo en el gatillo apuntando a Tess, y de vez en cuando a Ellie. A su vez había perdido la noción de cuántas veces Joel había manifestado al aire su desconfianza hacia la condición de las dos chicas.
Vociferaba indicaciones, y les hacía examenes verbales y corporales.
Estando claro, a una considerable distancia.
Ahora todos los límites estaban borrosos.
El plan inicial era dejar a Ellie con las luciérnagas para ir al hospital y Joel y Tess irían a buscar al hermano número 2.
Yo supuestamente iría con ellos, hasta que parta mi camino yo sola hacia el hospital.
El problema es que la niña y yo, vamos al mismo lugar, con el mismo propósito.
Sería excelente ir juntas.
Pero la cuestión es que ni Tess ni Joel quieren que me aparta de su lado.
Estando juntos tienen más probabilidades de encontrar a su familia.
A su vez, no quiero que nadie más se entere de mi condición.
Joel esta de acuerdo, lo escuché hablando con una Tess sonriente sobre cómo negar todo milagro a las luciérnagas.
Incluso plantearon llevarnos a Ellie y a mí a su viaje.
Los futuros planes fueron arruinados en mi mente con una duda que yacía en mi cabeza.
El asunto de Tess me había regalado un nuevo poder y a su vez un nuevo miedo.
Si mi sangre podía aportar la suficiente inmunidad y protección para que el Cordyceps salga de su organismo.
Y el solo hecho de estar cerca mío podía repelarlos.
Eso significa que tal vez mi sangre, mi saliva e incluso otros fluidos, puedan ser capaces de proteger a otros personas a distancia.
Es decir, si Ellie tomara un poco de mi sangre no habría necesidad de que me diera la mano siempre. O si comparto saliva con el viejo, no tendría que preocuparme tanto por el.
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Incompatible - The last of Us
Science FictionCuando la joven Malu solía preguntarse en la escuela como terminaría el mundo, siempre pensaba escenarios diferentes. Uno siendo más improbable que el otro. Conllevando, acciones tan fáciles y antisociales como divagar y disociarse, siendo casi cara...