Bienvenida Reina Yugi (AtemxYugi)

Un pequeño incidente

Van 9 años desde que llegaron a Egipto Yugi y su abuelo, ellos como muchos más son hebreos, pero buscando una mejor vida llegaron a Egipto formando una parte relevante de la población. Diariamente son discriminados por su origen, incluso a pesar de que el abuelo de Yugi es escriba en el palacio pero se han acostumbrado a pesar de no estar bien.

Hace 3 años el faraón Aknamkanon pereció, dejando el trono a su hijo que ahora es el faraón Atem, un hombre que a veces toma decisiones fuertes en el sentido de sensibilidad pero que ha hecho crecer a Egipto en sus primeros 3 años de reinado, varios rumores mencionan que antes de ser faraón no era de tal carácter.

En un día como otro, Yugi va de regreso a su casa luego de ir al mercado por cosas para el almuerzo y cena, en el camino se encuentra a una de sus viejas amigas, Mana, que vive en el pueblo como Yugi pero es aprendiz de Mahad, estaba practicando un hechizo de levitación con un par de naranjas.

-Ah? Yugi! Ves lo que he logrado? Levitan sin que se inflen, Mahad estará feliz de verlo- Menciona Mana, emocionada por su logro, salta para darle un cálido abrazo a su amiga Yugi provocando que algunas cosas que compró cayeran al suelo- oh, lo siento -con el mismo hechizo de levitación regresa las cosas a su canasta

-Cielos, gracias Mana si es muy útil cuando se sabe usar, ¿Fuiste al banquete de ayer? Al ser aprendiz de Mahad supongo que te invitó y la has pasado bien. El palacio debe ser precioso -Dice Yugi acomodando las cosas en su canasta. Mana al escuchar su pregunta mira levemente hacia un lado pensando en que decir, pero fueron interrumpidas al escuchar trompetas por la calle principal, la curiosidad las hace ir a ver que sucede.

En la calle principal se observa lo que es una caravana real, varias carretas con cosas como joyas, ropa y muebles finos se dirigen fuera de la ciudad, detrás de todo ello se observa a una mujer en caballo, era la reina Mai o al menos ya no, porque no portaba corona y usaba ropas casuales- La reina? Mana qué sucede? Porque la reina no usa corona y sale del palacio con tantas cosas? - pregunta Yugi volteando a ver a su amiga que suspira pensando como contarle lo que ha sucedido - El faraón Atem la ha envíado de vuelta a su tierra, le ha faltado el respeto- menciona mana rascando levemente su nuca

-Verás Yugi, ayer en el banquete celebrando los 3 años de reinado del faraón Atem, todos comenzaron a felicitarlo por todo lo que posee, en una de esas Aknadin lo felicita por tener a una reina tan hermosa como Mai, propone presentarla a todo el mundo ya que no saben cómo era pero su belleza se presumía por todo Egipto. Al mandarla a llamar ella no acepto ir al salón real, dijo que no era un objeto para presumir enfrente de todos los demás. Los demás al escuchar esto lo tomaron como ofensa juzgando la fuerza del faraón, Mahad y Aknadin le aconsejaron quitarle el título de reina y regresarla a su tierra, Atem aceptó y aquí estamos, viendo como Mai se va de Egipto- Mana observa la caravana de Mai al decir lo último.

Solo por esa razón?...esto es absurdo solo dijo lo que pensaba, lo siento tanto por ella, escuchaba que era buena y muy confiada de si misma, espero todo salga a su favor ahora que regresa a su tierra- Dice Yugi mirando con tristeza a Mai, a mitad de la caravana sale el faraón Atem en caballo, trompetas tocan su paso y todos se inclinan ante él, pero un niño que quería cruzar la calle estaba a punto de ser atropellado por el caballo del faraón que iba a una velocidad constante, Yugi no lo piensa dos veces para socorrerlo y cubrirlo con ambos brazos para empujarlo a un lado de la calle, el faraón y los guardias que iban atrás de él se detienen y Atem observa intrigado aquella mujer en el suelo con el niño, respirando agitados por el susto que ambos acaban de pasar, despertando su curiosidad y a la vez impresión por el acto de valentía que acaba de hacer; Yugi observa al faraón a los ojos, notando el aura de fuerza y seguridad que transmite provocando un pequeño sonrojo en sus mejillas, el escenario que se estaba creando entre ambos fué interrumpida por el grito de un soldado.