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Jungkook.

Esa noche presentaría a Eunha con su mamá, se encontraba un poco nervioso, después de todo era la primera vez que llevaba a alguien importante a su casa.

Llevaba apenas unos meses de conocerla y una semana de relación pero por alguna razón le gustaba, era una chica muy linda e inteligente además se sentía cómodo a su lado, su compañía le recordaba un poco a Taehyung, sin mencionar que ambos les resultaba un poco parecidos.

Esperaba que a su madre le agradara.

Ajustó su corbata y acomodó su saco, de pronto su celular sonó.

En la pantalla apareció un mensaje de Taehyung.

Taehyung.
Acepté dar las tutorías.
¿Estás seguro de que esto servirá?

Jungkook.
Claro que sí.
Tú confía en mí. ;)

Taehyung.
Está bien, nos vemos mañana.
Descansa, Jungkook:)

Cada vez notaba a Taehyung más distante, anteriormente le hubiera mandado un sin fin de mensajes preguntando por como fue su día o sobre que cosas le gustaban pero ahora solo eran contadas las palabras que escribía.

El timbre sonó y se apresuró en bajar las escaleras pero solo era el repartidor de comida. Tomó el pedido y lo llevo a la cocina.

Un nuevo mensaje llegó.

Eunha
No puedo ir, tengo una reunión con mis amigas y no puedo cancelar, nos vemos mañana, te quiero.

Jungkook
Está bien.
Yo también te quiero.

Suspiró y se dejó caer sobre el sofá.


[...]

–¡Taehyung baja ya, te estamos esperando en la cocina!– gritó su madre tan fuerte que hasta los vecinos debieron oírla.

Sí, esa era la misma refinada mujer que salía en un sin fin de revistas como empresaria y modelo.

–¡Ya voy!

Miró la hora en su celular. ¿Qué le pasaba a esa mujer?, ¡Eran las 4 de la mañana!

Con pesar salió de su cama y fue escaleras abajo. Abrió la puerta y unos gritos hicieron que abriera los ojos en demasía.

–¡Sorpresa!– gritaron al unísono.

¡Eran sus hyungs!

– ¡Que alegría me da verlos!– dijo con euforia mientras se aventaba a abrazarlos.–Pero...¿No pudieron venir más tarde, hicieron que me levantará muy temprano.–reprocho con un ligero puchero adornando su boquita.

– Nuestro vuelo se atraso y por eso llegamos de madrugada pero mira el lado bueno, hoy vamos a ir contigo a la escuela.–dijo su hermano sonriendo.

–Tendrás que presentarnos a tus amigos para acoplarnos – dijo Jin.

Una sonrisa nerviosa cruzó por su rostro. Cómo les diría que no tenía amigos y el único que podría considerar uno siempre estaba ocupado en los recesos con su novia y otros amigos.

Y a la salida solo eran pocos los días que podían regresar juntos porque se había vuelto una rutina el ir a llevar a Eunha hasta su casa.

[...]

I don't see nobody but you-KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora