I don't see nobody but you-KookV

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¿Alguna vez han sentido ese dolor tan exageradamente molesto al golpearte el dedo chiquito del pie contra alguna superficie?

Pues eso es lo que sintió Min Yoongi cuando un niño dejo caer una bola de boliche sobre su pie, específicamente sobre el dedo chiquito. Gritó tan fuerte llamando la atención.

–¡AAAAHH!– gritó. Jungkook le tapo la boca con su mano.– ¡Maldito mocoso!

El pelinegro se preguntó si seguir con eso era buena idea.

–¡Shhhh!– le miraron todos.

–¡Cállate! Nos van a descubrir.– habló Nam.

–¿Yoongi? ¿Se puede saber que narices haces aquí? – los presentes se voltearon lentamente.

– Jimin...– el chico iba camino al baño pero un grito agudo llamó su atención, le pareció tan familiar que se acercó un poco, logrando reconocer al pálido. Lo miró extrañado pero después se percató de los otros presentes. Mirándolos de pie a cabeza. Todos se quedaron mudos al ser descubiertos.

–Y bien. ¿Alguno me va a contestar?– se cruzó de brazos alzando una de sus cejas acusadoramente.

–Hemos venido a jugar bolos, ¿Qué no es obvio?– rápidamente intervino Jungkook.– ¿Verdad chicos?

Todos asintieron.

–¿Qué no ustedes dos se llevaban mal?– señalo a Jungkook y a Bogum respectivamente.

Jimin no se tragaba ese cuento.

–Qué cosas dices, Jiminnie– respondió Bogum.–  Si nosotros hemos aprendido a querernos. Si no, no estuviéramos aquí en plan de amigos. ¿No es así, Bro?– El chico asintió.–Somos algo así como uña y mugre. Jungkook es la mugre.– aclaró.

El mencionado gruñó.

Bogum le dió un codazo.–¿Qué? Aah, sí.– sonrió posando uno de sus brazos por encima de sus hombros, enterrando sus uñas.– Claro qué sí... Bro.– carraspeó incómodo. Bogum se alejó adolorido.

Jimin los miró dudoso pero en eso una voz habló a sus espaldas.

–Jiminnie. ¿Por qué tardas tanto? Pensé que... Ouh.– el castaño se quedó quieto viendo a los presentes.

–Tae...– La mirada tensa de Jungkook se relajó.

– Oh, hola chicos. No pensé que estuvieran aquí.– Dijo evitando la mirada del azabache.

–Oh si, acabamos de llegar y nos topamos con Jimin. No hacemos nada raro, claro que no.– aclaró Namjoon. Los demás chicos rodaron los ojos.

– Bueno, los dejamos. Debemos volver.– dijo Jimin por último antes de tomar a Tae del brazo para regresar a dónde se encontraban los demás jóvenes.

[...]

–¡Wow! Eso fué estupendo Félix.– felicitó Tae.

– ¡Eres muy bueno!– halagó Jin a Bangchan.

– ¡Todos ustedes son asombrosos!– siguió Jimin.– En especial tú, Hyunjin.

–¿Qué tienen de bueno? Solo quitenles lo guapo, atlético e inteligente y qué queda.– se quejó Bogum.

– Tú.– respondió Yoongi.

– ¡Si pero ese no es el punto!

– Podrían dejar de quejarse y animarme un poco.– Jungkook habló.– Vamos necesito que Tae voltee. Les propongo que cada uno tenga su momento de fama, ¿Si?

– Ja, ¿y por qué deberíamos hacer eso?– se quejó Bogum.

– Pues... cualquier cosa es mejor que nuestros chicos mirándolos a ellos.– señaló a dónde celebraban a sus némesis por haber ganado de nuevo.– ¿Están de acuerdo?