Capítulo 20: El padre de lo profundo.

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Miércoles, 09 de Junio de 2004.

Pasado.


No sabía qué había pasado desde la última vez que había estado consciente, pero cuando Benny Tybur despertó y salió de esa penumbra. Lo hizo para encontrarse con su pequeño cuerpo medio hundido en las arenas de las costas; como sí se tratase de arena movediza. Que el cielo estaba obscurecido de un tinte rojizo, repleto de nubes negras. Y que enseguida sus ojos se abrieron extremadamente de horror cuando el infante se encontró con aquel espeluznante panorama que se situaba frente a él, puesto que enseguida sintió el hedor metálico de la sangre y vio los miles y miles de cadáveres que se amontonaban a su alrededor como sí se tratase de una diabólica pirámide.

Habían muchas personas muertas, y él era el único sobreviviente.

Benny se quedó paralizado dentro de la arena, y sus manos llegaron a taparle gran parte de la cara para no seguir viendo todo ese horror. O, eso intentó, ya que en ese instante sus ojos encontraron a una persona en medio de esos cadáveres que yacían apilados a su alrededor.... Sus húmedos ojos se toparon con el cadáver de Isabella Tybur.

Porque como el resto de las personas, su madre también estaba muerta.

Muerta.

Y ya no había vuelta atrás.

Las manos de Benny terminaron en sus cabellos, y el infante soltó un fuerte grito en medio de esa perversa escena, gritando sin importar que le rasgase la garganta:

- ¡NO, MAMAAAAAAA!

El pánico se disparó en su cuerpo, y el pequeño en medio del caos se desesperó y lo único que quería hacer era acercarse al cuerpo de su progenitora y hacerse bolita a un lado suyo, pidiéndole disculpas por haber sido tan desconsiderado con ella. Fue por eso que intentó zafar sus piernitas de la arena que cada vez seguía succionandolo fácilmente mientras que Benny luchaba por salir de ahí. Pero parecía ser imposible, y lo único que consiguió fue agotarse y que su cuerpo se hundiera con mayor rapidez.

- ¡MAMAAAAAA!- aulló el niño con el rostro desencajado y lágrimas en los ojos. Y con una brizna de esperanza de que su progenitora estuviese viva; ahí inerte sobre los otros cuerpos. Utilizó las últimas fuerzas que le quedaban en los brazos y se sostuvo de la pierna de un cadáver para intentar salir de esas arenas movedizas que lo succionaban lentamente.

Entonces la arena comenzó a succionarlo con mayor intensidad y sus pequeñas manos se resbalaron, y Benny observó con la vista nublada por las lágrimas como su madre no respondía a sus descontrolados chillidos y que no hacía nada más que quedarse boca arriba con ojos cerrados y el cuerpo manchado de sangre.

Porque estaba muerta, y Benny finalmente lo aceptó cuando se dio cuenta de que Isabella tenía el torso cortado en dos, y que la otra mitad de su cuerpo estaba a una distancia considerable lejos de la pirámide en la que estaba.... Junto al cadáver de Hugo.

Los dos estaban muertos.

Y el pequeño había gritado tan fuerte que la voz se le quebró en ese instante, observando cuando nada más faltaba su cabeza por ser succionada por la arena, que había una obscura sombra que se encontraba levitando entre los aires en medio de esa fuerte tormenta de brisa que había en esa noche de sangre.

Entonces la vio.

Vio a la mujer que había ocasionado todo eso... Vio a la bruja.

La bruja se encontraba levitando frente a él con sus espeluznante poderes, y lo miraba con ojos rojos y sonrisa sangrienta; como sí estuviese disfrutando de la muerte de su última víctima. Benny chilló y pataleó en sus últimos esfuerzos por salir de esa desesperante situación, pero ahí aceptó que era el fin y que esa mujer diabólica los había matado a todos.

Cara de Mujer ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora