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- Maldita sea- Susurró el chico soltando un pequeño sonido de frustración dejando que su cabeza cayera sobre el respaldo de la silla donde se encontraba sentado.

- ¿Estás bien? -

Se detuvo un momento cuando escuchó la voz de un chico. Maldijo en su cabeza el no recordar apagar el micrófono que lo mantenía en contacto con los demás jugadores del equipo que le correspondió en esta ocasión.

- Soy nuevo jugando, lo siento- Se excusó incorporándose en su asiento para prestarle atención al chico que estaba ahora en contacto con él.

- Puedes agregarme, puedo enseñarte a jugar y darte algunos consejos. Si quieres -

Un gesto de sorpresa se pudo evidenciar en su rostro al escuchar el tono amable del chico que estaba al otro lado de la línea; nada comparado al chico con el que tuvo la mala suerte de toparse en su primera partida, pues solo le había hablado para insultarlo por no haberlo ayudado a eliminar a dos personajes extras que les estaban disparando haciendo que perdieran cuando los eliminados fueron ellos.

Miró la pantalla buscando la forma de agregarlo, era su primer día jugando y apenas se estaba acostumbrando a todo. -Hmmmm-

- No sabes cómo hacerlo, ¿Verdad?-

-¿Tanto se nota?- Escuchó una pequeña risa que lo hizo sonreír un poco.

- Dejame adivinar, ni siquiera ingresaste al modo de entrenamiento-

-¿Cómo lo sabes?- Preguntó con curiosidad mientras se acomodaba mejor los auriculares con una pequeña sonrisa

- Le estabas disparando a todo menos a lo que le tenías que disparar, además, te quedaste dando vueltas alrededor de uno de los objetos hasta que supiste que botón lo recogía. ¿Sabes qué no es necesario hacerle un ritual a los objetos?-

-¿Cómo puedo agregarte?- Preguntó evitando responder a lo anterior mientras escuchaba su risa como respuesta

- ¿Puedes presionar el botón derecho sobre mi personaje?-

Le preguntó el chico más experimentado recibiendo una afirmación con un pequeño sonido por parte del nuevo.

- Bien, verás la opción de "añadir amigo" y te aceptaré la solicitud. De esa forma podrás ingresar a mis partidas y seguir jugando conmigo mientras tomas práctica.

-¿Por qué eres tan amable?-

Definitivamente su primera experiencia con el anterior chico había hecho que el castaño quedara con la perspectiva de que la mayoría de los jugadores lo iban a tratar mal por no saber como jugar pero por suerte el peli negro apareció en la segunda oportunidad que le había dado al juego para poder divertirse un rato

- Porque también me molestaron cuando comencé y para que me estés diciendo eso supongo que también lo pasaste, pero, no te preocupes de eso conmigo. Acabé de invitarte para otra partida, ¿Si te aparece?- El castaño confirmó de nuevo.

- Bien, entra, te veo allí-

Le escuchó antes de que saliera de la partida pues ambos chicos se habían quedado hablando después de que a los dos los eliminaran. El castaño se quedó observando un rato la invitación pensando si entrar o no, el chico sonaba agradable y de cierta forma había logrado transmitirle la confianza suficiente para que terminara aceptando.

- Hola de nuevo -

Le saludo el chico con amabilidad dejando realizar al contrario un análisis del tono de su voz como si de un detective se tratara. No sonaba tan mayor pero tampoco sonaba como un niño pequeño por lo que dedujo con facilidad que posiblemente ambos tendrían la misma edad o la diferencia de esta se encontraba en un rango muy corto

- Bien, comencemos -

- A propósito, ¿Cómo te llamas?- Se atrevió a preguntar el castaño con naturalidad mientras ambos chicos comenzaban una nueva partida juntos pero no se esperó recibir un pequeño silencio al otro lado de la línea. Sintiéndose rápidamente incómodo al creer que había sido muy pronto para preguntar sus datos personales se apresuró a seguir hablando - Perdón, si te incomoda no debes decírm..-

-Jungkook.-

No había terminado la oración cuando el pelinegro le respondió provocando una sonrisa en el rostro del contrario.

- ¿Y tú? -

Era increíble como hablaba con total normalidad. Logró imaginarlo totalmente tranquilo jugando mientras él oprimía rápidamente los botones, casi desesperado, para tratar de que no lo eliminarán

- Taehyung - Respondió cuando pudo descansar un segundo al evidenciar que no tenía a nadie más que a su nuevo compañero de juego a su alrededor

Y así fue como empezó todo. Ese día, Taehyung conoció a Jungkook gracias al algoritmo del juego, o tal vez al destino. Fue este último el verdadero protagonista que hizo posible su encuentro. Sin saber lo mucho que iba a significar esa partida aleatoria de un simple videojuego en línea, ambos chicos encontraron en esa pequeña pero agradable coincidencia el inicio de algo especial. Entre millones de usuarios en línea, lograron encontrarse en ese preciso momento. Después de todo, el destino trabaja de maneras misteriosas, pero increíbles. ¿Verdad?

You & MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora