Dear sons | Tokyo revengers

◀007▶

Ingrese a la habitación con una bandeja en mis manos, un plato humeante de sopa estaba sobre ella, mire a mi hijo el cual es encontraba acurrucado en su cama, deje las cosas con cuidado sobre su mesa de noche mientras me acercaba a quitarle el termómetro

|40.1°C|

Un jadeo de preocupación salió de mis labios al ver su temperatura, rápidamente cambie el pequeño paño húmedo que tenía en la frente, buscando disminuir un poco su fiebre, Izana había despertado enfermo, aparentemente olvidó cerrar la ventana la noche anterior, no sabía que dormir con la ventana abierta podría crear tal daño, es mi culpa, debí estar más atenta, estuve toda la noche consolando a Emma la cual se nego a soltarne, que cuando volví el ya se había ido a dormir

Mordí mis uñas nerviosa, ni siquiera cuando le dio varicela su cuerpo reacciono de esta manera, debería llevarlo al médico, creo que eso es lo mejor

—Izana cielo, voy a alistar a tu hermana para que vayamos al medico, si? –le hable con dulzura a mi pequeño que abrió los ojos con sorpresa ante mis palabras-.

—No! –chilló rápidamente, sorprendiéndome– no quiero ir al medico –se negó rápidamente-.

—Pero mi amor, es lo mejor, tu fiebre esta muy alta, y me preocupa

—No es necesario, me pondré bien pronto –refutó abrazándome– si no mejoro me puedes llevar al medico, pero aún no –propuso-.

Dude levemente, pero tal vez tenía razón, además le había dado la medicina hace muy poco, puede que por eso aún no hacía efecto

—Esta bien, esperaremos un poco más –acepte mientras besaba dulcemente su frente-.

—Mami... –ante su llamado lo mire con atención-.

—Si mi amor? –Pregunte mientras acariciaba su cabello albino-.

—Podrías llevar a Emma a la casa de su abuelo? Solo unos dias –mis manos se detuvieron al escuchar aquello, el pareció notar mi sorpresa así que continuo hablando– no quiero que Emma se enferme por mi culpa, así que lo mejor sería que no este aquí –sus palabras me dejaron pensando-.

—Cielo, Emma apenas conoce a su abuelo y hermanos, no puedo dejarla repentinamente con ellos tanto tiempo –le explique, no era que desconfiara de los Sano, sabia con certeza que ellos serían incapaces de hacerle algo a Emma, pero aún se me hacia difícil la idea de dejarla demasiado tiempo con ellos, más aún luego de la reacción que tuvo Emma luego de dejarla tan solo unas horas-.

—Pero mamá... –fue interrumpido por el llamado de Emma, diciendo avisándome que el agua ya estaba lista-.

—Ya vuelvo cielo, ve comiendo, así te mejorarás pronto

Acaricie su cabello para seguidamente salir de la habitación

(...)

Izana apretó los puños con enojo, su madre parecía reacia a dejar a Emma lejos de ellos al menos un día

—Hermano? Estas despierto? –la infantil voz de la menor lo saco de sus pensamientos– mamá esta cocinando, así que me pidió que te diera esto –dejó con cuidado el vaso de agua sobre la mesa– tienes que mejorar te pronto para poder jugar juntos! –dijo alegremente, recibiendo una mirada irritada del mayor– hermano Izana? –pregunto confundida al ver como este le dio la espalda y se arropó sin decirle nada-.

—Vete de aquí Emma –soltó fastidiado-.

La pequeña rubia sintió como sus bonitos ojos se llenaban de lagrimas al escuchar el tono del mayor, el no solía hablarle así