Capítulo 1 - Primer baile

1K 50 7
                                    

Lisandro miró por la ventana mientras manejaba, con el ceño fruncido en su cara mientras Nahuel y Cristian continuaban riéndose, llenando el auto de humo.

-¿Podrías dejar de actuar como una vieja chota, hermano? Como si te estuviéramos llevando a que te pinchen la cola o algo así- dijo Cristian, dándole un codazo a Lisandro en su costado.

-Sí wacho, vamos a ir a que nos muevan un poco las cachas a ver si se te pasa lo deprimido-, acotó Nahuel poniendo los pies en el respaldo de su asiento.

-Molina, cerrá el orto y sacá los pies de ahí. Y no estoy deprimido, simplemente no veo por qué tenemos que venir acá- respondió.

-Para que puedas ver un ojete que no sea el de Muriel- dijo Cristian frustrado.

Eso era cierto. Desde su ruptura con su novia de toda la vida, la copa del mundo, su pase al United, y los amistosos en Argentina del último mes, su vida amorosa era casi escasa. Claro que tuvo una buena cantidad de encuentros y está bastante seguro de que si lo intentara podria obtener más que eso, pero nunca sintió la necesidad. Aparentemente, sus amigos no recibieron el memorándum. Como una forma de 'celebración' por el reencuentro de los tres amigos, Cuti y Molina habían planeado visitar un club de striptease que Rodrigo y Leandro les habían recomendado.

-Creo que es la que viene, a la izquierda. Sí, acá mismo- Nahuel dijo, afirmando lo obvio y señalando las luces de neón rosa que dicen 'Club 25'.

Lisandro deja escapar un largo suspiro y suavemente cierra la puerta detrás de él. Molina se acerca, envolviendo su brazo flaco alrededor de él. Realmente no quería sonar desagradecido por el 'gesto' que tuvieron sus amigos. La relación entre los tres era realmente de hermandad y entendía que ellos sólo querían verlo mejor.

-Amigo dale, viví un poco. Tengo un montón de billetes para compartir- dijo, sacando efectivo arrugado y sonriendo alegremente. Lisandro no pudo evitar dejar escapar una pequeña sonrisa de costado, esto era lo más feliz que había visto Nahuel desde Qatar. Hizo esta secuencia un poco más llevadera.

-¡Llegaron los campeones!- Chilló una colorada tan pronto como pusieron un pie en la puerta. Estaba vestida con muy poco. Su corpiño era rosado y brillante y su tanga tenía pequeños diamantes que hacían juego con los aritos que llevaba puestos.
-Chicos recuerden que todo lo que ven es suyo, cortesía de la casa. Si ves a alguien que te gusta, me lo haces saber- Ella le guiñó un ojo y Licha puso los ojos en blanco.

El lugar olía dulce, también a alcohol y perfume barato mezclados. Lisandro se miró los pies todo el tiempo mientras entraba, y de vez en cuando echaba un vistazo para ver pasar los dedos de los pies con manicura y tacones de 15 centímetros. Una parte de él quería mirar hacia arriba... él era sólo un hombre por el amor de Dios y había un montón de minas calientes alrededor. Pero Licha no estaba familiarizado con los clubes de striptease. No eran su ambiente, por así decirlo.

-Amigo, morí y estoy con el Diego- dijo Nahuel, mirando a su alrededor como un nene en un kiosco, mientras Licha sacaba un porro y comenzaba a prenderlo.

No sabe muy bien de dónde salió una rubia de enormes tetas vestida con una bata de seda roja transparente con lencería roja. Ella se inclinó, sirviéndoles unos tragos. Los puso sobre la mesa frente a Lisandro, agachandose lo suficiente para darle el rango completo de su cuerpo. Le sonrió mientras lo miraba. -¿Así que sos el famoso Licha?- Ella balbuceó.

-Sí.- Respondió con su habitual acento lento, tomando otra calada de su porro.

-Soy Lola- Caminó hacia él y se inclinó hacia su rostro, empujando sus tetas más juntas. -Me contaron muchas cosas sobre vos, yo también soy entrerriana. Avisame si hay algo que quieras- Ella sonrió.

《Club 25 || Lisandro Martínez》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora