Un día como cualquiera, aburrido, donde Lady se encontraba entrenando como de costumbre acompañada de su amiga/protectora. Quería ser poderosa, más poderosa que cualquier Saiyajin antes conocido, quería conquistar ese planeta y tener nuevamente un reinado.
- Oye, Lady, ¿no has pensado en que estaría bien profundizar en tus poderes demoníacos?
- ¿Poderes demoníacos? -Detuvo sus movimientos para mirar a la "sombra"
- En el momento en que poseí tu cuerpo te volviste semidemonio. ¿Por qué crees que heredaste mi gema y obtuviste una propia?
- Puta... Tienes razón.
Tocó cerca de su ojo derecho, el decir "ojos de diamante" no era una metáfora, era literal. Todos los demonios tienen una gema en alguna parte de su cuerpo, y en su caso habían sido dos diamantes que habían reemplazado sus ojos cuando obtuvo características sobrenaturales.
- Yo no era una guerrera, pero sí sé de magia negra, necromancia y otras cosas, así que tengo bastante que podría enseñarte.
- Lo hubieras dicho. Estoy cien por ciento segura de que los humanos no tienen magia. Serían muy fáciles de exterminar así.
Los siguientes días pasaron rápidamente, Lady pasó más de 15 horas diarias practicando, quería manejar de manera impecable sus habilidades, y obtener un poder digno de un ser superior. Había entendido rápidamente la magia, tenía un don natural con ésta, incluso se sentía como si la conociera de antes. Ahora solo debía practicar.
- Jamás pensé que algo así podría ser tan entretenido... Definitivamente la magia es algo que necesito entender a fondo. Si lo hago, probablemente pueda ser lo más poderoso solo por debajo de los dioses.
- Es una afirmación atrevida de tu parte, Lady, nunca has conocido a un dios.
- No me importa. Los haré temblar. Lo sé.
- Hablando de temblar... Creo que te vendría bien darte una vuelta por el infierno. Ahora es parte de ti.
- No quiero encontrarme con Demigra.
- Demigra es muy susceptible a la magia, él no es hechicero. Anda, además te puedo presentar a alguien que puede enseñarte todavía más.
- Entonces vamos.
La demonio abrió un portal negro-rojizo, era pútrido, un hedor asquerosamente fuerte salía de ahí, era como la suma de cientos de cadáveres, algo que aunque Lady estaba acostumbrada a ver, jamás había experimentado tales ganas de vomitar. Se cubrió la nariz y la boca, y entraron sin decir nada. Miró alrededor, era horrible.
Fuego, magma, sangre y muchas otras cosas desagradables "adornaban" suelo, paredes e incluso techo, era como una habitación infinita pero cerrada donde no había un cielo, solo un techo sólido e indestructible, algo que a pesar de su enorme extensión te hacía sentir acorralado, la claustrofobia reinaba en el ambiente. Los sonidos eran perturbadores de igual manera: Llantos, gritos, quejidos y súplicas de gente desesperanzada se escuchaban por todo el lugar, algunos tan fuertes y desgarradores que debía cubrirse los oídos. Empezaron a caminar, pero era difícil, la textura del suelo era similar a pisar carne, y gracias a los fluidos corporales de todo tipo que lo cubrían, resultaba pegajoso.
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Lady Ouji (una historia original basada en el universo de Dragon Ball)
RandomNuestra protagonista es ciertamente una mujer interesante, y es por eso que vamos a adentrarnos en su historia, a desglozar su vida y a conocer sus orígenes. ¿alguna vez te has preguntado, qué tan profunda puede ser una deidad?