- Uhg... ¿Cuánto tardaré en llegar a ese planeta? No hay nada para entretenerme en esta nave...- Comentaba para sí misma, hasta que un sonido extraño la sacó de sus pensamientos. Una alarma.
"Fallo interno grave. Iniciando aterrizaje de emergencia"
- ¡¿Qué?! ¡No puedes hacerme esto, maldita chatarra!- Exclamó molesta, mientras toqueteaba desesperada los botones de la nave.- ¡Ahhg! ¿¿Dónde está el panel de control de esta porquería??
Cuando finalmente encontró el panel que buscaba, fue recibida con el nada agradable mensaje de "Panel de control inhabilitado"
- ¡Me tienen que estar jodiendo! ¿Cómo puede estar desactivado el maldito panel? ¿Qué clase de carcacha inútil fui a tomar?- Se preguntaba, asustada por la idea de estrellarse incontrolablemente contra el planeta.
La nave se dejó caer desde el cielo como un meteoro, hasta que chocó bruscamente contra el suelo terrestre, donde colapsó explotando y enviando por los aires a la niña quien cayó en un río cercano.
- ¡No puede ser, esa nave de mierda se hizo cenizas! Está claro que en este planeta pobre no habrán ni recursos ni ingenieros capaces de repararla... ¿Me voy a quedar varada aquí en este planeta hediondo toda la vida?
Después de unos segundos, se le ocurrió algo. Sacó su rastreador y trató de conseguir respuesta de algún soldado o Saiyajin, pero nadie respondía. Probablemente estaba demasiado lejos para enviar una señal. Estuvo durante unas 2 horas intentando, hasta que se aburrió. Se tiró en el suelo, suspirando y frunciendo el ceño.
- ¿Ahora qué?
- Realmente metiste la pata esta vez. - Respondió la ya conocida mujer demonio dentro de ella.
- ¿Acaso tenía manera de preveer que la maldita nave se iba a autodestruir?
- Pues estás jodida, nena. ¿Qué piensas hacer?
- No tengo idea. Supongo que por el momento debería buscar algo para comer. No tengo a los sirvientes aquí para que me traigan carne.
- Eso es fácil. Mata a algún animal.
- Uhg... No voy a disfrutar de esto.
Varias horas después y luego de mucho renegar, había cazado a varios animales los cuales no dudó en comerse. Ahora necesitaba algún lugar donde pudiera esconderse, no quería encontrarse con las formas de vida "inteligentes" que llamaban como "humanos". Encontró una cueva, y se adentró, utilizando sus puños para agrandarla y formarse una casa humilde pero cálida.
- Pareces un animal. Bueno, más de lo normal.
- Muy graciosa. ¿Tienes alguna idea mejor?
- Podrías dejar de ser una maldita amargada y hacerte amiga de algún humano. Podrían hospedarte.
- Ni hablar. No tengo interés en relacionarme con formas de vida inferiores, y mucho menos sabiendo que me iré tarde o temprano. Es una pérdida de tiempo.
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Lady Ouji (una historia original basada en el universo de Dragon Ball)
De TodoNuestra protagonista es ciertamente una mujer interesante, y es por eso que vamos a adentrarnos en su historia, a desglozar su vida y a conocer sus orígenes. ¿alguna vez te has preguntado, qué tan profunda puede ser una deidad?