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–¿Eh? – ¿cómo la señora sabía acerca de su cumpleaños? Rápidamente miró al lord preocupada.

–No tuve que obligarlo, ya sabía que ambos escondían algo – Hiory redirigió su mirada a la mujer – Sesshomaru no protege a nadie sin motivo y contigo es mas que protector, es como un padre – el mencionado suspiró por la "exageración" de su esposa – Extrañamente creó un vínculo contigo

–¿Puedo saber qué te ocurre? – Sesshomaru observó a su esposa, la cual cepillaba su largo cabello mientras miraba por la ventana de su habitación – Hiory comienza a sentirse cómoda con los youkais, pero extrañamente siempre estas al pendiente de su alrededor – observó al youkai – Sé que sabes algo

Sesshomaru suspiró por la intuición tan acertada de su esposa, Rin era difícil de engañar cuando se trataba de él. Este se acercó a su mujer y sostuvo su rostro, proporcionando besos desde su frente hasta sus labios. Esta comenzó a reír a carcajadas. Le había prometido a la humana no contar su situación y Rin no era la excepción.

–Lo siento – Rin lo miró – Pero prometí no decir nada – esta asintió y lo envolvió en sus brazos.

–Me alegra haberme casado contigo – este rio a lo bajo.

–A mi igual. Hannato ayudó lo suficiente – Rin le proporcionó un pequeño golpe a este – ¿Podremos ayudar a Hiory y a Maru a la vez?

–¿A qué te refieres?

–Maru aun siente enojo por los humanos, mientras que Hiory siente miedo por nosotros los youkais

–El tiempo se encargará de eso, Sesshomaru – abrazaba con mas fuerza a su esposo – Si tan solo Maru fuera más amable, eso ayudaría

–Maru está haciendo su mayor esfuerzo – Rin lo observaba – Después de todo Hiory es la humana que Maru siempre amó – sonreía – Y Maru es el hombre que Hiory desea amar

–¿Qué sabes? – la pregunta fue delicada y casi en un susurro.

–Sé que Hiory ha sufrido más que cualquier pequeña, también sé que ella no recuerda a nuestros hijos – Rin se sorprendió – Según Maru ella es la niña que compartía sus días y recuerdos, pero Hiory no dice lo mismo. Si ella es la pequeña que Maru y Natsuo dicen que es, entonces en cierto momento de su niñez decidió que era buena idea olvidarlos o borrarlos de su memoria para poder protegerlos, o, incluso a ella misma

Rin estaba sorprendida. Sesshomaru tenía razón. Recordaba que su hijo y Natsuo le habían contado acerca de sus momentos con la niña y notaba que tan presente lo tenían ellos, pero desde un inicio la chica a sido distante con ellos, incluso escuchando sus nombres. Si Sesshomaru no se equivocaba, entonces Hiory había optado por un comportamiento de protección hacia su persona. Pero ¿por qué? Solo podía pensar en muy pocas posibilidades. Quería proteger a sus pequeños amigos de algo, quería olvidar por completo a los youkais porque tal vez peleo con ellos en algun momento, o...

–Quería protegerse a ella misma de alguien – Sesshomaru suspiró y asintió – Maru y Natsuo me contaron qué fue lo que ocurrió ese día, el por qué Natsuo se responsabilizaba de algo que no tenia control y por qué Maru comenzó a odiar a los humanos – este se sentó cerca de su esposa – "Princesa" fue como la llamaron cuando la encontraron. ¿Acaso es la hija de algún terrateniente? – Sesshomaru negó – Entonces... – su sorpresa fue demasiada. Sesshomaru sabía que lo había descubierto.

–No quiero que nuestros hijos lo sepan – Rin tapó su boca sorprendida – Si ella decidió olvidarlos, fue por alguna razón – esta asintió aun sin palabras.

Sesshomaru observaba como la humana mantenía su rostro bajo por la vergüenza que sentía. Sabía muy bien que Rin no se lo diría a sus pequeños, pero lo obvio de que llegasen a la cascada y mencionara su cumpleaños. Su esposa tenia de objetivo que Hiory recordara a los dos youkais. Este suspiró y se acercó a su esposa.

–Rin tiene buena intuición – Hiory asintió aun con la cabeza baja –. No tienes por qué avergonzarte que ella lo sepa. Solo quiere ayudar

–Solo quiero dejar todo eso atrás y empezar de nuevo, pero esta vez con algo real y sin traiciones – sus lagrimas no tardaron en salir – Lo siento. No quise mentir – Rin la envolvió en sus brazos.

–No tienes porque disculparte. Pasaste por mucho. Te protegeremos. Nosotros y nuestros hijos

Esas palabras hicieron que su pecho se llenara de calidez. Rin era la madre que alguna vez tuvo, pero extrañamente se había esfumado. Quería quedarse en ese abrazo protector y cálido. Cerró sus ojos llenos de lágrimas y sonrió.

–Eres la mejor madre – Rin sonrió y más la abrazó.

La vida de los herederosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora