Podía sentirse tensión en la habitación, me estaba observando tras esos enormes ojos cristalinos opacos de mosca de la máscara de gas, era bastante antigua, se veía raida y sobre todo sucia.
— ¿Qué haces aquí? — interrumpió en mis pensamientos —. ¿Cómo llegaste aquí? — la voz ahora era seria y seguía teniendo ese tono cortado por la máscara, no parecía haber ni un toque de preocupación, incluso no parecía que tuviera alguna emoción en cada palabra.
— Aaam... salí de aquella habitación dondee... me ayudaste, llegue a la habitación del ciego y... después llegué a las... ¿Oficinas? supongo— dije lo menos asustada e impresionada cómo me fue posible. Sentía mi voz áspera, mi garganta estaba tan seca obligandome a carraspear cada tanto.
— ¿Donde te ayudé?— su voz ahora reflejaba cierta confusión.
— Sí, caí, perdí el conocimiento y cuando desperté había una nota tuya cerca de donde estaba, junto con provisiones, inclusive me dejaste está linterna y una navaja—. Dije con aún más confusión que la de él mientras señalaba la mochila a mi espalda.
— Disculpa, pero no sé quién eres— sus palabras fueron profundas y pesadas, un escalofrío recorrió mi columna.
— ¿Qui-quién er-eres t-tú?—. El miedo invadía mi cuerpo, articular las palabras era difícil, estaba rígida como una piedra, no podía hacer nada más que esperar alguna respuesta.
— Mira, no sé a quien buscas, tampoco quien crees que soy, pero mi identidad no te interesa, puedes llamarme Guía o Caminante, es lo único que debes saber — la seriedad y los destellos esporádicos de la lámpara, hacía que las palabras sean espeluznantes, la sombra bajo esos círculos en su máscara eran menos tranquilizadoras—. ¿Qué hacias en las oficinas? ¿Cómo encontraste ese lugar?
— Perdona, no estoy entendiendo, ¿Qué me estás diciendo? ¿No fuiste tú quien escribió está carta? ¿No fuiste tú quien curo mis heridas? —. Dije un poco más desesperada pero temerosa aún, mientras extendía la carta que había dejado cuando me atendió — ¿Acaso no fuiste tú?
Tomó la carta, observó con paciencia, tomo su tiempo, dio la vuelta el busca de algo más, así que supe que había terminado de leer.
— No sé quién halla curado tus heridas, la bolsa con suministros, la navaja, la batería y linterna las dejé en aquella habitación hace un par de meses, tal vez cinco o seis, pero no he vuelto a ese lugar desde ese entonces, a demás las provisiones no las dejo para alguien más, las dejo para mí en caso de ser necesario en una emergencia, además está no es mi letra, puedes verlo — metió su mano en la bolsa de su pantalón camuflado y saco una libreta pequeña, la cual abrió y dentro había bastantes cosas escritas, era una letra totalmente distinta, ilegible incluso, parecía una serie de garabatos sin sentido alguno en el papel, golpeó con el dedo señalando la letra de la carta y la de la libreta — ¿Ves? No escribo este tipo de cosas, evito tener cualquier mínimo acercamiento con los sujetos de prueba, no me relaciono con nadie, así que, no fui yo quien te ayudo, mucho menos a quien buscas.
—No puede ser posible, incluso dejaste una nota en la habitación del ciego, dando pistas para poder salir, saber dónde buscar para poder guiar a cualquiera que lo encuentre — dije un poco más molesta y preocupada.
Un silencio incómodo, no hubo respuesta por su parte, sus enormes ojos ahora solo miraban con atención la pequeña lámpara, sus manos entrelazadas reposando sobre su regazo. Lo que fueron un par de segundos parecieron horas, "¿En serio no planea decir nada?" Cruzó mi pensamiento la idea de hablar y al momento que mi boca comenzó a abrirse para proferir una queja, levantó la mano en gesto de silencio.
— Sé que ahora mismo tendrás mil dudas, pero quiero que entiendas que no soy la persona que piensas, los sujetos de pruebas suelen verme, regularmente pueden encontrarme en habitaciones como estás — señalo a su alrededor con un dedo —. Evito participar directamente con las personas, se salir de las habitaciones, he recorrido el lugar bastantes veces y cada vez encuentro nuevos lugares, pero quien esté dejando pistas y señales en las habitaciones debe de tener algo entre manos, vienes de las oficinas y a pesar de ser un lugar tranquilo, es el lugar menos seguro de todos, llevo dos semanas aquí buscando en cada rincón alguna salida y recursos importantes, encontré muchas cosas, al igual que caminos alternos, pero todos los que encontré son habitaciones con peligros, desde trampas hasta más sujetos de pruebas desesperados — después de un largo suspiro, volteo a la puerta por la que acababa de entrar y retomo —. Allá afuera, hay un sujeto, llamemosle Informante, él no representa amenaza alguna, al contrario, es un sujeto de pruebas también, su función o al menos por lo que entiendo, es plasmar toda la información de las personas y creaturas que encuentra en todo el lugar, incluso tiene información sobre una de las mayores amenazas del lugar el HUNTER realmente es espeluznante, admiro su valor y suerte para poder fotografiarlo, incluso trató de hacerlo conmigo, lleva al menos un par de meses tras de mí. A recopilado bastante información de todos y creo que su más grande tesoro es saber sobre lo que hago y quién soy, tal vez te estés preguntando que tiene que ver esto con el peligro y las habitaciones. Sé cuál es la mejor ruta para que te vayas de esta habitación, la que menos peligros representa, dame la hoja donde aparece información sobre mi existencia y te ayudaré a irte de aquí — fue su sentencia final, las últimas palabras que dijo después de quedarse inmóvil esperando mi respuesta.
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DENTRO DE LA OSCURIDAD.
ParanormalNo sé quién soy, ni en dónde estoy. No puedo escuchar casi nada, pero tengo un presentimiento, debo escapar de aquí, sino, estaré en graves problemas. Necesito... ¡HUIR!