Capítulo 3.

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Todo estaba hecho un caos, algunos escritorios estaban completamente volcados, la loseta del piso con montones de hojas regadas, bolígrafos rotos y archiveros tumbados, en las paredes no había nada destacable, estaba forrado con un papel tapiz roto en su mayoría, dejando al descubierto una pared pálida, liza y bastante limpia a pesar de las condiciones de la habitación, apagué la linterna para evitar seguir consumiendo su batería, rápidamente la oscuridad reino en todo el lugar.

Había tratado de memorizar lo que tenía más cerca, pero en la oscuridad era más complicado andar, tendría que buscar algo para orientarme mejor y que no tenga que consumir la batería de la linterna, tendría que haber lámparas de escritorio, pero casi siempre requieren de energía constante, tal vez de algún enchufe o un dispositivo. Llegue al escritorio más cercano, a unos cuantos pasos, estaba volcado, pero los pequeños cajones que tenía quedaban hacia arriba. Tire del primero, que deslizó con facilidad, era ligero y como era de esperarse, estaba vacío, el segundo igual, y el tercero no podía abrirlo, era como si estuviera cerrado con algún tipo de llave que no tenía conmigo. Tenía uno largo arriba del espacio para posar los pies, al abrirlo, lo que parecían hojas cayeron, sin más, no parecía que hubiera algo util. Aún habían decenas de escritorios y archiveros, tal vez podría descansar en este lugar, no parece peligroso, tampoco parece haber algo más que esto.
Realmente estaba exhausta, el miedo tal vez fue lo que hizo que no lo sintiera, pero ahora mismo, mi cuerpo es débil, mis piernas tiemblan de cansancio y mis párpados comienzan a seder, busque el escritorio más esquinado con ayuda de la linterna, deje caer mi cuerpo como un gran costal de carne y huesos, a penas me recargue en mi mochila, cai perdida.

Mi respiración era agitada, por alguna razón mi cuello era una laguna de sudor, mi boca estaba completamente seca y estaba totalmente desorientada, mi cuerpo me dolía, la fatiga física era ahora cada vez más notoria, necesitaba descansar aún más, pero creo que por ahora será suficiente para buscar un mejor lugar en esta habitación. Creí que este momento llegaría mucho después, realmente no tenía casi nada en mi estómago y muy pocos líquidos habían entrado en mi cuerpo como para que fuera hora de expulsarlos, encendí la linterna, debería de haber alguna papelera o algún lugar donde tirar todo. No estaba en posición para exigir algo cómodo, pero no podía simplemente bajarme los pantalones, las bragas y hacerlo donde sea como un animal. Cada paso que daba mis piernas se cruzaban para evitar que todo saliera, no aguantaría más y está habitación es enorme, alumbre el techo por accidente mientras apretaba mis manos entre mis piernas, no podré soportar más, cada paso parece ser el último que podría dar, pero gracias a eso, note una señal que estaba en la pared a mi derecha, esas típicas señales azules, con dos personitas dibujadas, una mujer y un hombre, al menos esa era la regla general, esa señal que marca el baño correspondiente de cada género. Fue un alivió y a la vez que un martirio, estaba a unos cuantos pasos y no están segura siquiera si podría llegar hasta allá, a pasos agigantados de gran zancada, apretando mis muslos y trasero con cada vez más fuerza, llegue en un instante, entrar al primer baño que vi y poder sacar todo fue bastante confortante, sentía que podría quedarme horas en aquel lugar.

El baño era bastante amplio, por suerte tenía un interruptor funcional, así que fue más fácil apreciar su inmensidad, siete cubículos con retretes y el octavo más amplio, generalmente para personas con discapacidades, la misma cantidad de lavamanos frente a las puertas, con un enorme espejo, ahí pude ver por primera vez mi rostro.

-Vaya que te ves horrible -. Dije recriminandome, probé en sacar agua, los baños tenían y eso explicaría el ruido del agua correr por las tuberías en aquel pasillo, incluso comencé a notar que el baño estaba en perfectas condiciones, no estaba sucio, desgastado, el espejo estaba claro al igual que los lavamanos, como si alguien lo acabará de limpiar.
Cómo pude, trate de limpiar cada parte de mi, fue un baño bastante incómodo, ya que el agua que sacaba era la poca que recolectaba con ambas manos, trate de buscar algo que me ayudara a sacar con más facilidad más agua, pero no encontré nada. Estuve mucho tiempo ahí, el suelo que antes estaba reluciente, ahora estaba encharcado de agua bastante sucia que escurría de mi, pude contemplar con mayor claridad mi pierna, aún estaba bastante fresca la herida, pero con esto pude darle una limpieza bastante decente, los vendajes de la mano y el torso los doble y guarde en la mochila, mientras que el de la pierna lo lave y volví a colocar lo mejor que pude sobre la herida. Ahora tenía un inconveniente, quise lavar las prendas que tenía, pero estaban totalmente humedas, no tendría problemas con usarlas, pero son más pesadas de lo usual y como tengo la pierna, no era una opción viable ponermela de nuevo. Me quedé contemplando mi desnuda figura en el espejo frente a mi, estaba bastante delgada, mis costillas eran notorias al igual que mi espina dorsal, cada movimiento que hacía, resaltaba los pequeños músculos y tendones de mi cuerpo, mis clavículas eran bastante pronunciadas, y lo más difícil de creer fue mi rostro, mi mandíbula marcada por la falta de alimento, mis pómulos resaltaban, mis ojos cubiertos de enormes ojeras, bastante oscuras que eran notorias desde lejos, me veía bastante cansada, era necesario dormir, mi cabello que antes era una completa maraña, ahora estaba mejor, aún era bastante duro ya que solo pude lavarlo con la poca agua que salía, pero había agarrado una mejor forma, cabello ondulado, castaño, y muy delgado, note que con cada lavada, perdía demasiado, estaba débil.
Saltaron a mi mente miles de preguntas, ¿Por qué no recordaba mi rostro? ¿Por qué no recuerdo cómo es que me veía antes?. El eco de cada pregunta en mi cabeza me hacía volver en mi, entender que lo que hubiera sucedido, no era momento para resolverlo ahí, tengo que salir y buscar ayuda.
La ropa seguía totalmente húmeda, creo que pasaría demasiado tiempo esperando a que se secara, pero no tengo más, en ese momento, mi mente pensó en alguna sala de mantenimiento y limpieza, si aquí había baños, tendría que haber un lugar donde guarden las cosas de limpieza, con suerte y encontraría algún uniforme de o algo útil para cubrirme, con toda la valentía del mundo, salí de nuevo a las oficinas, la linterna en mano y nada más, dejando un rastro de huellas mojadas a cada paso, incluso algún que otro papel se pegaba a mis pies húmedos, no tarde en ver lo que parecía ese pequeño cuarto de limpieza, a unos cuantos pasos de los baños. Entre, un cuarto bastante estrecho, lleno de escobas y trapeadores, un par de cubetas y productos de limpieza, por suerte lo que venía buscando si estaba, en unas repisas, había un par de uniformes, tome ambos y busque rápidamente con la mirada si había algo más, algo que me fuera de utilidad, no había nada que me sirviera en ese momento, igual fue solo un vistazo rápido, así que a pasos apresurados, regrese a toda velocidad al baño.

DENTRO DE LA OSCURIDAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora