Capitulo 1

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Diciembre del 2023

—Cuando te diga que dispares lo haces ¿okey?
— No voy a poder— dije sin confianza después de que Minho me diera una pistola.
—Si vas a poder, Jisung, confío en ti.— mira por la ventana. —Mierda, no hay salida.  

El edifico en el que estamos está rodeado y no hay escapatoria. Vienen por nosotros ya sea vivos o muertos.  Los dos nos refugiamos en una habitación esperando a que nos nos encontraran mientras ideamos un plan. A la par mio, Minho sudaba y se ve agitado. No importa cuantas veces me dijera que todo iba a salir bien, yo sabía que estaba asustado y muy preocupado.

—Lo siento mucho— lo miré a los ojos. — no debí haberte traído hasta esta situación.
—No digas eso Minho, yo también tomé una decisión. — lo tomo de las manos y las aprieto fuerte —voy a quedarme contigo hasta el último momento.

6 de Septiembre del 2023

Nuevo semestre y no te veo muy feliz Jisung — dijo Hayun
—Las vacaciones se sintieron cortas. Y no descansé lo que merecía — dije mientras caminamos por el campus— Además no hice nada especial como los demás.
—Salir de fiesta o conseguir un amor de verano. Eso ya no es especial, es cliché.
—Jaja tienes razón. Pero sería emocionante y no lo puedes negar.
—No lo discuto—Hayun mira de repente hacia nuestra derecha—¿no ves eso raro?

Vuelvo a ver, es un grupo de hombres vestidos de negro, tal ves 5 o 7. Se ven como tipos malos, pero malos de verdad. De esos que matan. No es un secreto que por aquí hay varios grupos de mafiosos, pero nunca están tan cerca de áreas universitarias. Tienden a agruparse en a las afueras de Hanseong. Ya muchos saben quienes son y qué hacen, pero nadie dice nada. Se dice que matan a cualquiera que se les interponga es sus negocios. No le tendrían piedad ni a un pobre universitario.

—Si, es extraño. Y te digo que no quisiera topármelos. Me dan escalofríos
— A mí también. Pero bueno, seguro no hacen nada. Si no les dan razones.

El grupo de mafiosos me dejó pensando un rato pero después le resté importancia. Tengo otras cosas en las que pensar y preocuparme. Los cursos se vuelven mi primera prioridad, la vida universitaria te consume por completo. Bueno, solo si te lo tomas enserio.

—Buenos chicos nos vemos la próxima clase, no olviden repasar.— dijo el profesor antes de terminar la clase.

Ya era las 8 de la noche y tengo que apurarme para tomar el bus. Guardo mis cosas rápido para salir. Afuera está frío y muy solo. Ya a esas horas no hay muchos estudiantes.  Apuro mi paso con la esperanza de llegar a tiempo. Justo antes de llegar veo como el bus arranca y se va. Me detengo y tomo aire, no voy a correr detrás del bus. Para mi suerte no es el ultimo bus del día, aún falta el de las 9.

Después de 10 largos minutos me estoy durmiendo en la parada y el estómago me gruñe. Ya quiero llegar a casa y descansar pero faltan 40 minutos más. Mi otra opción es caminar al centro de Hanseong y usar el bus público. Nunca hago esa ruta, pero hoy no quiero esperar más tiempo.  Me levanto y camino por el campus, lo hago lo más rápido que puedo. La oscuridad y soledad no me agradan mucho.

— Pensé que ya no iban a estar aquí— murmuró
Caminando por pocos metros casi me topo a la banda de mafiosos, que por alguna extraña razón siguen ahí. Me vuelven a ver y de inmediato doy media vuelta para regresar.

—¿A dónde vas preciosura?— dijo uno de ellos. Camino sin prestarles atención.

Pero no funcionó. Ellos caminaron detrás mío, trato de perderlos pero no lo logro. Cuando me doy cuenta, estoy corriendo. Lo único que pienso es entrar en un edificio para esconderme en un baño o buscar a alguien. Pero nadie apareció. Me meto al primer baño que encuentro para esconderme dentro de un cubículo. Espero varios minutos en silencio con el corazón en la garganta.

—¿Qué hacen? Vayan a sus puestos — dijo una voz fuera del baño. Los mafiosos reclamaron y se marchan.

Yo no quiero salir, no sé si es seguro.  Pero alguien abre la puerta del baño y camina hasta la puerta de mi cubículo.

—Estas bien ¿te asustaron? — me pregunta la misma persona que regañó a los hombres— suelen ser un poco fastidiosos
—Si, estoy bien... creo
—Bueno, puedes salir sin problema. No creo que te molesten otra ves.— . Hablaba como si de niños pequeños se tratase. Esperó un momento pero no supe que responder

Él se fue. Y yo me quedé hasta que faltaran 10 para las 9. Salgo del cubículo y me miro en el espejo. Me da risa pensar lo ridículo y aterrador que fue tener a varios mafiosos corriendo detrás de mí. ¿Porque harían eso?
Tomo agua y me mojo la cara para despertarme más de lo que ya estaba. Camino por los pasillos con cuidado de no toparme a nadie hasta que salir del edificio. Fuera apuro mi paso hasta la parada. Ahí se encontraban unos pocos estudiantes.  Me fijo varias veces para asegurarme no toparme con nadie sospechoso.  Creo que quedaré con paranoia después de esto.

Durante el camino a casa me vino el recuerdo del chico que ahuyentó a los hombres. Seguramente era uno de ellos, y de alto rango. No cualquiera podría darles instrucciones así de fácil. Y se escuchaba joven y amable, como alguien que te ayuda el primer día de clases encontrar tu salón; no como un criminal.  ¿A sus puestos? Ahora que lo recuerdo él dijo eso. ¿Será que estaban planeando algo?  Seguro por eso estaban reunidos desde temprano en el mismo lugar. Lo que sea, yo no tengo nada que ver con ello ni tampoco me interesa.

Llego a casa y ni me quito la ropa que andaba. Me tiro en la cama y me duermo de inmediato, el agotamiento me ganó. No quiero volver a pensar en lo que pasó hace un rato.

*rin rin*
—¿Hola?
—¿Viste lo que pasó?

Mafia Boy || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora