Mafia Boy || Minsung

Capitulo 4

Hamgyeong es una provincia pequeña alejada de todo. Solo tiene 1,5 millones de habitantes. Es un lugar perfecto para esconderse de la mafia más grande del país. Nos alojamos en una casa abandonada, no estaba tan inhabitable como pensé. Al llegar a Hamgyeong Minho compró un carro con efectivo a un hombre que vende carros usados o más bien robados a mafiosos. Dijo que es un contacto seguro, aunque dudaba si realmente era seguro.

Minho fue a comprar unas cuantas cosas para quedarnos ahí un par de días. Luego vamos a darle la cinta de video a un contacto para que lo distribuya. Yo me quedé en la casa esperando a que volviera, no sin antes recibir una amenaza de muerte si me iba o "hacía algo estúpido". Y la verdad no tenía intención de hacer algo así, si me iba a otro lugar seguro me matan. Esta es mi mejor opción.

Escuché un carro llegar y me fijé que fuera Minho. Se bajó con unas bolsas y tocó la puerta. Yo le abrí y al verlo me dio risa.
—¿y ahora qué?
—Nunca me imaginé ver a un mafioso hacer las compras
—Si si, que gracioso. Ayúdame, atrás quedan cosas.
— Okey

Con las cosas que trajo Minho hicimos una cena sencilla. Sorprendentemente todo se sentía tranquilo.  Supongo que su padre no se da cuenta que estamos desaparecidos. Nos sentamos en una mesa que había en la casa. Casi no había donde sentarse, solo dos sillas y un sillón, que la verdad no se veía en un buen estado.

— ¿Porque no me dejaste ahí ?— dije con curiosidad, después de estar comiendo en silencio
—¿Cómo? — dijo Minho dejando de comer ante mi pregunta
— Sí, me pudiste haber dejado ahí. Ya no me necesitas. Se que me pueden matar, pero de que te sirve tenerme con vida... y a tu lado.
—Yo..— Minho se incomodó por la pregunta.— yo ya no quiero ser así, Jisung. Dejarte morir solo es una contradicción a lo que quiero hacer.
— Pero si mataste a cinco hombres hace unas horas
— Ellos llevan años trabajando para mi padre. Han matado más gente de la que te imaginas.
—Tu también, ¿que te hace diferente?
—Yo no escogí esto. Yo nací ahí, no tuve opción. Ellos están ahí por elección
—Entonces me tienes con vida para probar tu punto de que ahora eres una buena persona. Pero aún me amenazas con que me vas a matar si te traiciono.
—Hay mañas que no se quitan fácil— dice jugando con la comida en su plato.
—¿Desde cuándo quieres cambiar?
—Haces muchas preguntas, dejemos eso para después. — se levanta de la mesa y retira su plato—Cuando termines lava el plato, no voy a comprar mas.
—Está bien

Todo era muy extraño para mí. Antes era estudiante, con cero vida social, inclusive antes de entrar a la universidad. Esto es lo más emocionante me había pasado, y sonaba triste la verdad. Nunca me hubiera imaginado que me iban a secuestrar y menos que me iba empezar a agradar. Cada día que pasaba junto a él empatizaba con su historia. No sé si soy ingenuo, pero una parte de mí quería ayudarle. Quiero que tenga una vida normal y se olvide de su pasado.

De repente mi sombra en la pared me saca de mis pensamientos. Es una luz cálida, como la de una vela, la que alumbraba la habitación. Seguro Minho trajo velas para iluminar táquela casa no tiene electricidad. Pero para mi sorpresa no era eso. Era una candela sobre un pastelito. Se me había olvidado, hoy es mi cumpleaños.

—Feliz cumpleaños. Seguro se te olvidó. Felices 20
—Si, no lo recordaba. Perdí la cuenta de los días.—lo volví a ver— Gracias
Cierro los ojos, pido un deseo y apago la vela. La habitación se queda a oscuras.
—¿Cuándo cumples años?— se me ocurrió preguntarle
—¿Para qué quieres saber?
—Curiosidad
—23 de octubre. Tengo 23
—Es pronto, ¿qué vas a hacer?
— Nada, esperar estar vivo para ese día.
—Aún crees que te van a estar persiguiendo
—No tienes idea de cómo es este mundo. Puede que todo salga bien o salga muy mal. La mayoría de la veces sale mal.
—Y aún así lo quieres intentar.
—Si, prefiero morir que vivir sin haberlo intentado.

Dentro del mundo tan trágico de Minho pensó en un detalle como mi cumpleaños. Me conmovió bastante y me hizo pensar que si quería cambiar o simplemente él era así, solo su mundo no lo dejaba mostrar ese lado humano.