───── [ EL OTRO LADO DE LA MONEDA ] ─────
Cuando Sith despertó, se encontró frente a una niña vestida con apenas algunos harapos, devoraba varios platillos con sus manos. La comida parecía estar en todas partes, y Sith, obviamente, habría hecho lo mismo si tuviera la oportunidad.
— ¡Despertaste! —dijo la niña, aturdiendo a Sith, quien intentaba ponerse de pie entre bambaleos— ¿Tienes hambre? —ofreció comida al joven mientras recogía diferentes manjares en un solo plato, sin medir porciones.
— ¿Dónde está él? —pregunto Sith, sin siquiera mirar el plato que la chica ofrecía.
— ¿Quién? —pregunto confundida la niña, mirando a Sith con cierta duda, con cierto miedo.
— ¿Dónde está el tipo de cabello...? —Sparrow interrumpió al muchacho— Aquí, estoy aquí... ¿Podrías no gritar?
— ¿Por qué lo hiciste? —indago Sith, acercándose con una intensión agresiva.
— Está bien, la salvaste, fuiste un héroe, hurra —se burlo Sparrow de manera directa, causando aun mas enojo y rabia en Sith.
— ¡Me golpeaste en la cabeza! —Sith apretó los puños, listo para vengarse por el golpe que recibió desde la espalda— ¿Por qué lo hiciste?
— ¿Qué vas a hacer? ¿Me vas a golpear? —Sparrow continuo provocando— ¿Vas a poder?
Sith lanzo un golpe al aire, Sparrow se movió hacia adelante, balanceándose desde el borde de la caja en la que estaba sentado.
— Te equivocaste niño.
— ¿A si? —a pocos centímetros de Sparrow, antes de que el hombre tomara su brazo, Sith se lanzo al suelo y dio una barrida, pasando por uno de los costados de Sparrow, luego enredando los pies de aquel tipo e intentando tumbarlo, sin éxito.
— Igual de escurridizo que tu padre —exclamo Sparrow, agotado por la situación.
La expresión de enojo y rabia pura que tenía el joven se había esfumado. AL girar su cabeza hacia los ojos de Sparrow, lo más cercano a su propio rostro fue el cañón de un arma, seguido de una cara cansada y sin dudas, Sparrow parecía listo para jalar el gatillo.
Sith se congelo. Todo el coraje y la adrenalina que lo habían impulsado hace uno segundos, aquello que guiaba su instinto, había desaparecido.
De repente, tres figuras adicionales se presentaron: Tarot, Puk y Azur. Todos miraban la escena con asombro, ninguno sabía que Jeremiah Sparrow estaba armado. Mucho menos que un niño lo haría desenfundar su arma tan fácilmente.
Azur comenzó a ponerse nervioso, mientras que Puk se acercaba temerosamente al profesor.
Azur se volteaba con miedo, esperando lo peor. Se notaba cada vez más nervioso.
— ¿Son idiotas? —refunfuño Tarot, levantando los ojos con evidente obviedad— No le va a disparar, es un arma de fogueo.
— Bien visto —afirmo Sparrow, haciendo un leve gesto con la cabeza, en señal de aprobación. —Ahora niño.
— P-Perdón... —interrumpió Puk, parándose frente a Sparrow con la cabeza gacha.
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Nacido de las Sombras: Cenizas de Guerra
FantasyEn un mundo donde la magia y la ciencia conviven, un grupo de amigos descubre un misterio que involucra al reino y a seres inmortales, que hasta entonces solo eran parte de las leyendas. Pero pronto se dan cuenta de que hay mucho más en juego. son...