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1 de septiembre de 1945

Corría con gran rapidez hacia aquel edificio abandono con pocos signos de deterioro. Al recibir un mensaje de un comunicador oculto sobre el encontrarse ahí, no dudo por ningún momento en dirigirse hacia allá.

Al estar enfrente del edificio, se tomó algunos segundos para tomar algo de aire, aprecio la pared enfrente suya que llevaba algunos rastros de sangre entre otras cosas. Sin tomarle importancia entró yendo hacia las escaleras e iniciar su subida, aunque estuviera algo cansado por correr bastante tiempo, no le importaba mucho.

Subió 5 pisos hasta que pudo ver a su pareja sentada enfrente de las ruinas de una pared de hace tiempo derribada, dejando ver el paisaje de aquel bosque que rodeaba el edificio. Inmediatamente fue hacia Naz1 y se sentó al lado suyo.

— Hola.
Saludo mientras dirigía su vista hacia el paisaje, sin tener que verle podía sentir un aura de tristeza y calma en aquel naz1sta.

— Hola, creo que ya sabes para que te hable.
Hablo sin despegar su vista del paisaje.

— No, no lo se.
Respondió un poco confuso, no entendía muy bien la razón, simplemente había acatado el llamado sin interrogaciones.

— México..
Sin decir algo más volteo con su pareja, sacando de su traje una pistola cargada ya con balas.
meine liebe necesito que me dispares.
Con voz calmada le pidió aquel favor combinando con su rostro una mirada tranquilizadora. A comparación de su pareja quien tenía una cara aterrada con unas cuentas lagrimas bajando por sus pómulos.

— No lo voy a hacer.
Hablo de manera rápida y sin titubear. No lo haría, no es capaz de hacerlo ni en un millón de años.
— ¿Porque quieres que lo haga?
Sin previo aviso inicio a subir su tono de voz llegando a gritar.
— ¡La guerra va bien, no es necesario hacer eso!
Algunas cuantas lágrimas más se sumaron en sus lagrimales.
— ¡¿Cual es la necesidad de hacer eso?!, ¡Piensa por un minuto en Alemania! ¡¿Acaso piensas dejarlo solo dirigiendo un pais que tu arruinaste?!

Mexico seguía recriminandole de verias otras cosas, mientras Naz1 solo lo escuchaba y empezaba a preparar aquella pistola para disparar.

— Por favor te pido que te lleves a Alemania, tu sabes donde esta. Manda mi cuerpo al corazón de este bosque y déjalo recostado ahí sin enterrarlo.
Susurro todo eso lo suficientemente alto para que el contrario logrará oírlo. Antes de que logrará decir algo,  el susurro una última cosa.
— Te amo meine liebe.
Y acercó la pistola en su cabeza e hizo sonar el disparo.

México solo se soltó a llorar con más fuerza, preguntándose el porque de sus acciones. Duro alrededor de media hora el poder dejar de llorar, se levantó de el suelo limpiándose un poco el polvo de sus pantalones. Volteo al ver el cadáver de su pareja, aunque la ganas de llorar empezaba a volver, el agarro el cuerpo y se fue hacia la salida de el edificio abandonado.

Mientras se dirigía a su avión, se recordaba mentalmente el bunker en el que solía vivir su pareja junto con su hijo. Al llegar dejó el cadáver como pudo dentro para después disponerse a iniciar su viaje.

[♡]

Miraba la puerta del bunker sin abrirla, ya llevaba algunos minutos ahí aún sin despegar su vista de ahí. Volteo a ver a la dirección en la vino y volvió a ver la puerta. Con algo de nerviosismo la abrió por completo, dejando ver unas escaleras. Dejó sus miedos de lado y empezó a bajar hacia el interior del bunker.

Espero que les haya gustado el capitulo, enserió estoy tratando de poder ser lo más fiel posible al original pero no pude evitar hecharle algo de drama a la escena del disparo ^^,

Sin nada más que escribir me despido

627 palabras

tan solo quería volverte a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora