Descanso

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Estoico estaba en su habitación furioso con Hipo, SU hijo había perdonado a un dragón.

El alfa suspiro rendido, no sabía el porque no le sorprendía que su hijo fuese así, después de todo su esposa también había perdonado a un dragón prefiriendo entregar su vida a tomar la del dragón.

Había querido que su hijo fuera un guerrero y que no dudará al momento en que su vida corriera peligro, pero había fallado miserablemente, su cachorro le temía, creía que se avergonzaba de él, se denigraba a si mismo e incluso creía que la daría el liderazgo de la aldea a otro.

-Lo siento Valka, falle como padre- dijo al aire el alfa.

En otra habitación Toothles acariciaba el cabello de su Omega mientras lo veía dormir.

-No dejaré que nada te pase, te protegeré- prometió el alfa pelinegro.

-Too... Thles- murmuró entre sueños el Omega abrazándose más a su alfa.

En otra habitación Mala rompía en pedazos un florero, le hacía hervir la sangre ver la forma en la que trataron a ese pequeño omega, no sabía el porque la hacía sentir así; quizá solo era empatía por qué el chico parecía tener la edad que tendría su fallecido hijo.

La noche transcurrió sin problemas, quitando las discusiones mentales que tenía cada persona.

Como entrenar a tu dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora