Vikingo y Dragón

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Astrid no podía contener su alegría, podría casarse y tener hijos con el castaño, ahora más que nada tenía que demostrar que era digna de él y era capaz de protegerlo.

Estoico estaba más que furioso por todos los alfas que veían a su pequeño niño con intenciones nada amistosas.

Mientras esto sucedía Hipo se sentía aterrado, si mostrarían lo que él creía su padre lo mataría y mataría a su mejor amigo.

La escena cambio mostrando una espaciosa sala donde se encontraba reunida la aldea. Por encima de ellos, colgada del techo se encontraba la estatua de un dragón siendo atravesado por una espada.

-O los liquidamos o ellos nos liquidan. Sólo así nos liberamos de ellos si hallamos el nido y lo destruimos, los dragones se irán. ¡Buscarán otro lugar!- Estoico clavó una daga en una de las esquinas del mapa que estaba en la mesa delante de él- Una búsqueda más antes de las heladas-

-Si sabe que si destruyen el nido iremos a la isla más cercana y la suya es la más próxima- pensaron los dragones.

-Si destruyen su nido irán directamente la isla más próxima y eso sería Berk- Señaló Mala.

Los Berknianos guardaron silencio al no haber pensado en eso.

-Genial ahora ya sé quién estropea los mapas- dijo Hipo.

-Y eso en que te afecta?- pregunto Astrid.

-Hipo es quien hace los mapas desde cero, es muy bueno en ello, incluso si no sale de la isla puede hacerlos solo escuchando las historias de Johann- dijo con orgullo Bocón.

Todos los Berknianos se giraron para ver a Hipo.

-Cuantas sorpresas tienes- dijo Mala.

Hipo solo se encogió ante la atención que le estaban dando.

-Los que van ya no regresan- argumento un vikingo.

-Somos vikingos, es un gaje del oficio. ¿Quien irá conmigo?- pregunto.

Hubo un silencio colectivo, tan solo interrumpido levemente por algunos que ofrecían pretextos para no ir.

-Que valientes vikingos- dijo Toothles.

Astrid gruñó ante el insulto del chico pelinegro que estaba junto a SU Omega.

-Esta bien- cedió sospechasamente fácil- Los que se queden cuidarán de Hipo- dijo finalmente.

La sugerencia bien pudo haber sido una amenaza temible, pues al momento todos los presentes en la sala hicieron revuelo. Alzaban tanto las manos como la voz, ofreciéndose como voluntarios en la búsqueda.

Hipo bajo la mirada con tristeza siendo abrazado por Toothles.

-Claro prefieren morir en una misión suicida a cuidar de un niño que si mucho solo deberían ver una o dos veces al dia- dijo con sarcasmo y furia Mala.

-Desde cuando?- pregunto Dagur.

-Eh?- Hipo lo vio confundido.

-Desde cuando usa eso como excusa?- pregunto en un gruñido.

-Creo que desde que empecé a caminar- dijo Hipo con desinterés, después de todo se había acostumbrado a ser visto como un paria.

-Pues a mí me gustaría más cuidarle- dijo con lasividad un alfa.

Como entrenar a tu dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora