La vida es muy injusta en algunas ocasiones... Aveces crees que te sonríe en la cara, pero alfinal parece solo estar mirándote burlonamente- solo haciéndote creer que todo saldría bien para que cuando menos te lo esperes vaya en picada.
Aunque no lo crean aveces las cosas eran así en aquella dimensión llena de "peluches de comfort" o al menos es como así algunos lo reconocen... Realmente estos seres son de la especie Dreamy Doormats, seres cual su única función es ayudar en los problemas a sus dueño ayudándolos crecer como persona... Algunos lo logran otros no, pero eso aquí realmente no importa- pues no siempre se trata de su trabajo, aveces ellos mismos necesitan su descanso para estar con los suyos, ser sus amigos, enemigos o tal vez algo más.
Comencemos
—Entonces ese es tu plan, eh?... ¿Decirle estás cosas? Supongo que puedo prestarte algunas cosas, has sido un buen chico Berry, solo agarra los necesario y largo—. Aquel dueño Simplemente lo miro mal por un par de segundos mientras le entregaba uno que otro objeto a aquel no tan pequeño Dreamy.
En lo que resta del día el ser de 1.50m se tomó su tiempo para prácticar lo que diría incluso ensayaba con su dueño que solo mantenía una expresión aburrida y con disgusto, pero aún así participaba por su amado peluche de confort.
—[...]¡Y es por eso que me encantas tanto! Eres el pétalo! Ah- no creo que pétalos quedé, y si digo «¿la flor rosa?» ... Creo que rosa está demás— Iba a continuar hablando hasta que notó que su peculiar dueño ya estaba dormido en aquel escritorio, así que solo trato como pudo llevarlo al colchón en el suelo donde siempre dormía, para luego darle palmaditas en la cabeza y retirarse del lugar.
Algo feliz fue a tomar un par de cosas extras, únicamente para mera decoración de lo que tenía planeado, internamente estaba emocionado... Tenia confianza en que las cosas saldrían bien, debían salir bien.
Aún así si no salía bien las cosas, el lo había intentado y eso esta bien... Estaba listo para asumir cualquier cosa que sucediese. Así que el rato paso hasta recontratarse con su amiga, ambos de la misma rareza pero de colores completamente diferente.
—¡Berry! Te estaba esperando- hoy llegaste temprano... Me pregunto si le hiciste algo a tu dueño para que durmiera más temprano de lo normal?—
Eso no importa, a nadie le interesa lo que suceda con aquel sujeto, lo que suceda en esa casa se queda en esa maldita casa.
—Ah... Nada, solo PUFF se durmió—. Reí un poco mientras ponía mi mano en el hombro de aquella chica que conocí hace un tiempo, luego procedí a sonreírle— Te invito una felpa de azúcar, ¿te parece?
Aquella chica de telas rosadas accedió y simplemente fueron a comer en una de las cafetería, algo tela. Claro que mientras la linda Dreamy no lo observaba uno de los de la cafetería le dio una bolsa de papel, entonces rápido y con cuidado aquel Dreamy azul ,color arándano, la guardo dentro suyo.
—¡¡Berry!! No te quedes parado! Ven traerlos para que comamos juntos! Vamos—.
Acaso no es encantadora? Su sonrisa, ¿su voz? Puede que sea gruñona pero oh... Cómo la adoro.