Episodio 15: Mi cabeza está en ruinas

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Mamá tengo hambre -comento un pequeño carnotauro.

Su madre lo miraría con un gran desprecio y solo le arrojaría con diminuto trozo de carne.

– Arréglatelas con eso.

El pequeño carnotauro se dispondría a devorarlo como si no hubiera un mañana.

– ¿Cuando crees que puedas enseñarme a cazar mamá? -exclamo con una sonrisa que reflejaba el brillo del sol

– Cuando mueras. -dijo aquella carnotauro dándole la espalda haciendo que su sonrisa dejara de brillar

La pequeña cría se quedaría callado y continuaria comiendo su diminuto trozo de carne con una profunda tristeza mientras que la carnotauro madre se dispondría a caminar por ahi con tal de no ver a su hijo.

– ¿mamá a dónde vas?

– Lejos de ti -comento la mamá para adentrarse dentro del bosque

– Tal vez si le haga algo a mamá se le quite su molestia ¡eso es ya se que debo hacer!

El pequeño carnotauro empezaría a buscar ramas y pequeñas rocas del suelo para intentar armar algo que a su  madre le dejara maravillada.
Por otro lado la carnotauro caminaría por ahí viendo lo que sucedía en su recinto, el cual no era nada nuevo, no podía ver más allá de las grandes paredes de concreto

– Ojalá esto se destruyera para que no estar ni un minuto mas en esta prision.

Todo empezaría atardecer así que la carnotauro se dirigirá a su hogar sin traer algo de comida pues ella había devorado algo antes de ir para allá.

Al llegar sería recibido por su hijo el cual volvió a mostrar su sonrisa que la madre tanto odiaba.

– ¡mira mamá te hice esto! -exclamo el pequeño para mostrarle a su madre una pequeña figurita de ella hecho a bases de palo y rocas además de barro

– ¿Que te pareció? -dijo con su tipica sonrisa

La madre inspecciona la cosa que le hiso y le preguntaría lo siguiente.

– ¿Te voy hacer una pregunta fácil de hacer?

– ¿Cuál es mamá? -comento el pequeño con su felicidad disparada por los cielos pues madre no parecía molesta pero todo acabaría con las siguientes palabras

– ¿¡Como diablos está nos va a servir en esta vida!? –gritaria al pequeño para lanzar su tan grande esfuerzo a un lado

– mamá yo... No quiera

– ¡Ya te lo dije una y un millón de veces todo las cosas que hagas no me interesan  y te voy hacer recordar siempre que no eres más que un miserable inútil además de un estorbo! -gritaria para luego calmarse y dirigirse a su pequeña figurita- fíjate bien lo que voy hacer.

La carnotauro aplastaría el pequeño muñeco de ramas,rocas y barro ante la mirada atónita de su cría, sin más que hacer el pequeño empezaría a sacar lágrimas de su triste carita

– ¡Ni se te me ocurra llorar! ¡Tu lloras daré una paliza que nunca olvidarás en tu miserable vida¡

El pequeño al escuchar las palabras de su madre cambiarían sus emociones, su tristeza pasaría a un miedo, un miedo a su propia progenitora

– Anda a dormir antes que se me agote la paciencia

– Está... bien mamá -dijo con la cabeza mirando al suelo

La carnotauro se acostaría dándole su espalda a su cría la cual se encontraba lejos de ella, pues ambos dormían separado.

El pequeño cerraría los ojos de poco a poco hasta que su mente se volvería oscuridad completa sin la figura paterna y materna que tanto necesitaba el pequeño empezo a ser consumido por todo lo que su cuerpo le faltaba además que brillo empezaría apagarse

A la mañana siguiente

La madre carnotauro despertaría con el trozo de carne que le había dado a su hijo aún sin acabar al lado de ella.

– ¡Ese gusano mal agradecido me las va a pagar! -dijo para voltear a ver a su hijo, el cual ya no se encontraba ahí- Vaya eso es nuevo. Mirando el lado bueno de esto es el hecho de no escuchar sus horribles palabras

La carnotauro empezaría su rutina diaria en todo el lugar sin ver nada interesante solo observaba algunos Carnotauros, no obstante estaría a punto  presenciar algo tan hermoso algo llamado maternidad, veía como una madre carnotauro jugaba con sus 3 hijos su uno caía ella lo volvía a levantar y así repetidamente hasta un punto dónde la mamá sacaría algunas risas de tanto ver aquel bello momento, así que decidió seguir con su camino, vería a otra madre enseñando a cazar a su hijo insectos tal vez no era un manjar para ellos pero se veía como la madre disfrutaba de enseñar todo lo que sabia a su primogenito.

La Madre de la pequeña cría empezaría a dudar de todo lo que estaba haciendo mal con su hijo

– “tal vez desde que el nació he Sido muy dura con el chico. Es momento de cambiar eso demostrarle lo que realmente vale en esta vida" ¡si eso voy hacer!

La carnotauro volvería a su hogar en. Us a de su hijo para pedirle un perdón muy pero que muy grande si embargo no encontraria al muchacho en su hogar  por lo que empezaría a buscarlo dentro del bosque debido a que su ella conocía el olor de su hijo, finalmente la búsqueda dió su frutos y encontraría a su hijo dentro de un tronco huevo parecía seguir durmiendo

– “ahora que te veo desde otra perspectiva se me haces tierno como duermes niño"¡Hey cariño despierta vamos a jugar! Exclamó Toro sin recibir respuesta alguna- Vamos se que estás enojado por todo lo que te hice, pero quiero arreglar las cosas no solo conmigo sino contigo también, volver a empezar madre e hijo ¿Que te parece? Además te enseñaré a cazar para irnos juntos los dos a nuestro lugares

Sin recibir alguna respuesta de su cachorro ella procedería a voltear a su hijo dejándola helada por lo que estaba  viendo, miraba atonita cómo los gusanos devoraban a su hijo

– Hijo, no, no ,no ¡Noooooooo! – gritaría aquellas palabras para después soltar un rugido en toda la isla, su grandes ganas de ser mamá se iría como en el momento que sintió eso por primera vez- Mi ¡Niñooooo!

Toro despertaría de una pesadilla la cual la hiso sudar bastante

– nesecito aire... Comento para dirigirse a un lugar donde las estrellas brillaban siempre.

– Si estás viendo esto, perdoname por ser una mala  madre, se que cuando más me necesitabas mi no estabas, si puediera volver al pasado creeme me daría una paliza a mi misma...

Te quiero hijo te lo dice tu mamá Toro...te extraño mucho...ojalá nunca te hubiera perdido ambos estaríamos viendo esto... -comento mientras lágrimas recorrían su rostro

La Sonrisa De La albina (Spinosaurio X Indominus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora