– Descansa hijo ¿si?
– Claro que sí papá
– Descansa cariño
– Claro que si mami
Una familia de carnotauros, una hembra chamaleon y una macho celeste claro, estaban dispuestos a descansar después de una larga sesión familiar, todo era paz y tranquilidad, los grillos cantaban, el viento resoplaba de una manera tan relajante que podría hacer dormir hasta alguien sufrido de insomnio, una hermosa noche.
O era lo que debería haber Sido...
– ¡Disparar a matar!
– ¡Fuego!
El sonido de disparos en la zona alertaron a los dinosaurios incluyendo aquella manada de Carnotauros.
– ¡Cariño Llévate a nuestro hijo! -exclamo el carnotauro celeste
– ¡Ven Silas! - Comento La Chamaleon para agarrar a su hijo entre sus mandíbulas y ponerlo en un hueco de unos de los árboles más cercanos.
– Mami... ¿Que ocurre? - dijo Silas con los ojos entreabiertos
– Tranquilo mi niño todo va a estar bien... Todo va a estar muy bien
Con las palabras de su madre Silas volvería a quedar dormido mientras ella bajaba a ver cómo estaba su pareja sin embargo ese sería el último día en ver a su hijo
El carnotauro celeste estaba haciendo atrapado por los cazadores furtivos, la madre intentaría hacer frente aquellos seres tan desalmados sin embargo...
– ¡Capturenlo también! -dijo uno de los cazadores
Una trampa de redes sellarían el destino de una familia tan unida ambos carnotauros serían arrastrados por camiones desapareciendo en una parte de la selva en llamas
Una noches desgarradora que parecia que nunca llegaría a su fin o eso se creía...
En la mañana
La noche había acabado y el llegar de un nuevo amanecer empezaría en Sorna. Aquel durmiente carnotauro Chamaleon estaba llegando a su fin con su sueño
– Eh... ¿Mamá, papá? - pregunto el carnotauro sin recibir alguna respuesta - ¿Dónde estoy? Aquí no duermo yo - comento para dirigirse a la entrada de árbol, observando que estaba dentro de uno en una parte no muy alta - Ay boquita santa... Y ahora que bajo de aquí
El pequeño tomaría su tiempo en pensar como bajar de lo alto del árbol, intentaría recordar algo pero no tenía ninguna respuesta sin embargo de último momento se acordaria que su madre a veces subía a los árboles usando la fuerza de su cola ya que había ocasiones donde dormía encima de ramas robustas y fuertes.
– Tal vez podría usar mi colita para usar las ramas...
Silas se aferraria con su cola en las ramas, no obstante el aún no sabía diferencia ranas débiles con las fuertes, así que está ni resistió el pequeño peso haciendo que se rompiera para dejar al pequeño carnotauro caer al suelo. Por suerte este había caído en unas hojas amortiguando su impacto
– Eso estuvo cerca - dijo mientras de deslizaba por una hoja - Fuaaa que quilombo se armó aquí - expreso al ver algunos árboles quemados ¿mamá? ¿Papá? Dijo sin recibir alguna respuesta... Tengo miedo...
El pequeño carnotauro se dirigió al único lugar donde habian carnotauros con la esperanza de que alguno supiera el paradero de sus padres, su travesia duro muy poco pues el nido y la colonia de carnotauros no estaba tan lejos.
El pequeño al llegar empezaría a ver a los grandes carnotauros, celestes claros y oscuros
– ¿Ese no es el hijo de esos dos tontos?
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La Sonrisa De La albina (Spinosaurio X Indominus)
FanfictionReinicio de "tus hermosos ojos rojos" Es una historia totalmente nuevo añadiendo nuevas cosas Ella tan cansada de la misma rutina en Nublar hizo que el destino la cambiará a otra Un nuevo lugar, ¿Amigos? Y su... ¿primer amor?