Despliegue

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Marck

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Marck

Todo volvía a comenzar, tres años habia sido mucho tiempo como para estar quietos y con el culo a salvo.
Estábamos preparados? Si que lo estábamos, pero muchas cosas habían cambiado y ahora teníamos más para perder.

Medio oriente nos había marcado para siempre. Tuvimos tiempo suficiente para sanar, descansar, casarnos y hasta tener un bebe. Bueno eso en el caso de mí hermana y Scott.
Por mí parte una relación de unos cuantos años se mantenía en pié. Samm era quien más batallaba con mí brutaleza. Si creo ser un buen novio y prometido, pero hombre el paso al altar aún me aterra. Quiero estar seguro de mí mismo, de que soy lo suficientemente bueno para convertirme en esposo, siento que aún me falta práctica. Llegar a horario y no quedarme viendo fútbol con amigos u olvidarme de aniversarios etc.

Llevo más de media hora en la entrada de casa. No sé cómo decirles que nuevamente me voy.

Escucho salir a mí cuñado e intento simular que recién llego.

- está a punto de servir la cena, ya calentó la comida dos veces y me dijo que no lo volverá a hacer, así que entra de una vez porque muero de hambre.

- acabo de llegar- finjo estar ofendido

- claro y hoy le entregaron el permiso de conducir a mí hijo- se burla.

- tienes cerveza?

- tu vienes a vernos se supone que debes traer algo. Eso hace la gente decente.

- soy poco decente estando en familia, además aún me siguen descontando dinero por haber chocado uno de los vehículos de la escuadra.

- vamos entra.

El pequeño Jack estaba sentado en la mesa devorando su plato de alimentos. Mentiría si dijese que se parece a un Maddox, es una versión pequeña de su padre pero con el genio de su madre, y el carisma de su tío. En cuanto me ve se lleva la mano a la cabeza en un saludo militar.
Su lenguaje cada vez es más fluido y se entiende a la perfección lo que dice. Recuerdo que solía enojarse porque yo no lograba decifrar lo que me decía.

- tío M porqué estabas afuera? Mami dijo que ni tu sabías que hacer

- así es, pequeño mounstro no sabía si te comería una mejilla o te haría cosquillas.

- y que vas a hacer?

-tu que crees?... Ambas- respondo y comienzo a morderlo mientras se retuerce con las cosquillas en el abdomen

- harás que vomité, mejor suéltalo y siéntate a comer que ya debe estar congelada la cena- mi hermana entra al comedor con pastas en un recipiente y huele delicioso.

- por Dios Scott esto comes todos los días? Con razón siempre te cargas con un genio de mierda.

- yo que tú mediria tus palabras, la última vez que dije que le faltaba sal a las albóndigas no cocino en una semana.

Lealtad, Amor y GloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora