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Ivy Harper

- tienes un gran equipo siguiéndote los pasos. Cuál es el problema acaso no te hemos tratado bien.

- mira mi currículum, mi capacidad laboral se resume en mis títulos, en cada experiencia que he tenido y supe demostrar con altura lo que en realidad valgo para tu firma. No merezco menos de lo que pido y no aceptaré menos.

- te vas a arrepentir ivy solo piénsalo está noche reunete con los productores y reflexiona.

- no es capricho Charly me esforcé demasiado para estar donde estoy y se que hace tiempo pague el derecho de piso con ustedes. No es justo que porque la fulana nueva tenga más pechos que yo, sea designada al puesto. Tu piénsalo y si para mañana no obtengo el cargo te enviaré mi telegrama de renuncia.

- Ivy por Dios solo déjalo estar almenos está vez.

- nunca deje pasar las cosas por eso soy lo que soy. No empezaré ahora y dile a tus jefes que también quiero un aumento.

Cierro de un portazo y salgo de la oficina de mi jefe. Estaba decidida, renunciaría si le daban el trabajo a una novata solo porque se abría de piernas con el productor general del canal.

Había mejores profesionales que yo obviamente y seria un orgullo que ellos me remplazen, pero por alguien menor jamás.

Además de mi orgullo y ética profesional también me tocaban el bolsillo, era un dineral el que se cobraba por comisión como reportero de guerra. Tu cabeza andaba de chismosa dónde nadie lo pedía arriesgándote a qué te vuelen los sesos de un balazo, porsupuesto que debían pagarte bien.

La perspicacia de huir en una situación crítica no era para cualquiera y lo aprendí desde las primeras notas que había hecho en zonas de fuego al otro lado del mundo cuando apenas me gane la confianza de mis superiores aunque me pagaron centavos. Quedarse paralizada por el miedo o adelantarse al peligro para ponerse a salvó, solo la experiencia te ensañaba a manejarlo. me había capacitado, cinco años en la universidad estudiando la licenciatura en periodismo y comunicación, un doctorado en relaciones públicas y marketing comercial de dos años, hablaba tres idiomas perfectamente, manejaba las cámaras de videos y fotografías gracias a los cursos paralelos de medios audiovisuales que hice.  Estaba altamente capacitada. Me consideraba una mujer con carácter, insistente y firme en el ambiente laboral. Me habían hechado de muchos lugares intentando cubrir notas, las autoridades odiaban a la prensa y no me alcanzan los dedos de la mano para contar cuántos me tienen en la mira.
Por eso sabía perfectamente mi valor, no pecaba por soberbia pero me había costado muchas lágrimas mi lugar. Y si no lo valoran alguien más lo hará.

Quisiera decir que mi vida personal estaba igual de constituida pero eso no era así. Cumpliría veintiocho años en unos meses y seguía soltera desilucionamdome cada día más de los hombres. El termino fidelidad era muy complicado de entender, me habían roto el corazón varias veces y ya estaba buscando algún apartamento donde acepten miles de animales porque a el ritmo que iba terminaría como una solterona rodeada de gatos que calienten mis pies en la noche.

- que te dijo? Lo mandaste a la mierda por solo pensarlo?- Susan era algo así como mi asesora de imagen, secretaria, espía y amiga. Si no fuera por ella que tenía un imán para las últimas noticias, jamás me hubiera enterado que planeaban cambiarme por la nueva reportera.

- le dije que si no consideraban la idea de enviarme a mi, iba a renunciar. El solo dijo que me presente a la reunión de hoy con los productores y analicé lo que iba a hacer.

- hijo de puta, es demasiado cobarde para dar la cara por alguien.

- no pienso quedarme si ella va.

- ay amiga, se que lo mereces y es una gran oportunidad pero en verdad renunciaras si no te mandan a ti?

Lealtad, Amor y GloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora