Kim Jennie
Veo a mi alrededor y todo esta destrozado, ¿quien soy, que me paso? No reconozco el antiguo yo del actual, nunca pense que iba a caer en la tormenta que siempre evite.
Kim Taehyung
La noches son oscuras los dias son grises, te adentrast...
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Mientras mis lagrimas se derraman, mi vida se acaba y mi soledad comenzó a hacer se tan grande y nunca pudiste salvarme.
Cuando Jennie se quedó dormida, llego Jungkook al lugar, por órdenes del Jefe se llevó a Jennie, aún dormida, de ese lugar hacia la que vendría ser su habitación. Aunque en la mira de los demás Jennie podría ser una privilegiada la triste realidad es que Jennie era una desgraciada.
Jennie esta ves despertó con calma, preguntando que hacía en la habitación, esa habitación que tanto pánico le provocaba, por que daba indicios de que ni podía morir ni podía vivir en paz. Comenzó a caminar extrañada por el lugar, su curiosidad e imaginación le hicieron pensar que había un lugar secreto, tocando todo moviendo todo hasta que dio con ello. Jennie se encontraba sola, no obstante se sentía observada muy observada, pero eso no le impidió que su curiosidad le ganara.
—Bingo.— susurro jennie.
Jennie algo temerosa y dudosa se adentró de todas maneras, teniendo una cierta esperanza de terminar con ese sufrimiento.
El lugar era denso, oscuro y terrorífico. Literalmente solo había una luz que parecía que en cualquier momento iba a apagar-se, parecido a una película de terror, con la poca valentía que le quedaba siguió hasta adelante. Un día de estos te morirás por andar de curiosa, pensó jennie.
Aunque Jennie deseaba con toda su alma morir, en el fondo ella sabia que solo quería ser feliz.
Mientras lamentaba haber nacido, la triste realidad es que lamentaba no haber luchado por mi propia felicidad.
Finalmente Jennie fue capaz de llegar al final del pasillo donde observó una puerta algo dudosa abrió la puerta y entró en la habitación, para este punto Jennie se encontraba conteniendo su respiración. No se hallaba a nadie, la habitación era grande, elegante y cálida pero se sentía muy solitaria. Mientras que Jennie inspeccionaba con la mirada la habitación, unas manos la rodearon de la cintura, Jennie no pudo reaccionar simplemente se quedó inmóvil al notar la presencia de cierta persona.
—Vaya, vaya... nos volvemos a encontrar.
—¿Quien eres?— pregunto jennie incapaz de girar-se ya que no lograba que su cuerpo le hiciera caso.
—Eso ahora mismo no importa demasiado, solo quiero saber quién te dio el permiso de entrar en esta habitación.
—¿P-permiso?
— Exacto, permiso, que yo sepa jamás te di permiso ¿o sí?
Jennie, comenzó a agobiada se dio cuenta que tenía razón, que un dia de estos iba a morir por su curiosidad y quizás hoy es el dia.
—¿Tus padres nunca te han dicho que no vayas cotilleando las cosas de los demás? Que te podría salir realmente caro.
Esa voz era perturbante muy perturbante tanto que le gustaba. Era curiosa la manera en como le temblaba el cuerpo pero a la misma vez sentía la paz que no lograba sentir y eso la aterraba aún más.
—P-Porfavor d-dejame ir— Tartamude, mierda, fue lo que pensé en ningún momento tenía previsto esto.
–Permite usted que lo piense– dijo, mientras que con su dedo recorría toda la parte descubierta de Jennie de manera delicada.
Jennie sintió un escalofrío en ningún momento pensó que con un toque desde el cuello a la clavícula iba a poder sentir tantas sensaciones, trago fuerte el miedo, el toque y la adrenalina no le dejaban pensar con tranquilidad.
—Nunca permitiré que te vayas de aquí, eres mi joya más preciada.– Susurro en el oído de Jennie La tensión en el ambiente era notoria no se podía evitar y eso a Jennie no le permitía pensar correctamente.
El hombre desconocido llamó a alguien por teléfono ya no me encontraba rodeada por sus brazos, pero seguía sin poder moverme en ninguna dirección. Jungkook llegó a la habitación y acató las órdenes del desconocido el cual parecía ser el que lideraba todo esto. –Llévatela a la habitación y no le quites los ojos de encima no al menos hasta llegar a la siguiente fase de nuestro proyecto.
—Sí señor.
Jungkook la escoltó de nuevo hacia la habitación, esta vez sin dirigir ninguna palabra. Al llegar al lugar, Jennie se tumbó en la cama alejada del chico y dudosa en si preguntar lo que tenia en mente finalmente se animó a hacerlo.
—¿Por qué me hacéis todo esto, por qué nos hacéis todo esto?
Nada, ningúna respuesta de su parte, volvió a hablar.
—¿Por qué soy la única que la duermen en una habitación?
Nada de nuevo parecía que hablará con la pared.
—Estoy harta de esta situación, creáis un lugar repugnante torturando a la gente inocente a tal punto donde deciden quitarse la vida y si eso no fuera suficiente amenazan la vida de sus seres queridos. Espero que no sólo el inframundo caiga sobre vosotros si no también vuestra peor pesadilla.
En ese momento Jungkook decidió hablar con toda la calma del mundo.
—No se si aplaudir por la valentia de tus palabras o reir por tu gran sentido inocente de la justícia. No obstante eso no quitara tu sufrimiento y tus traumas.
Jennie se quedó sorprendida por lo que dijo al final.
—¿Que insinuas, que solo trato de salvar a la gente por los traumas que tengo?
—No, no obstante no podrás negar que ese es un posible factor.
—Chorradas, ya te gustaría a ti que mi justícia fuera solo por mis traumas.
—Entonces por que no té hiciste policía si tanto deseas hacer justicia?
—Es evidente no hay nada más corrupto que los policías que supuestamente pretenden hacer justicia.
—Parece ser que tan tonta no eres.
—Dejate de preguntas estúpidas y responde a mi pregunta.
—Eso es información clasificada. —Dijo sin ninguna expresión en el rostro como si fuera un robot.
Estaba harta de esta situación me da igual lo que hagan conmigo pero quiero que tomen una decisión o me liberan o me matan. Puesto a que yo ya he tenido suficiente he pasado por miles de tierrucas antes de llegar a aquí, simplemente quiero morir, no es tan difícil comprender eso, no es tan difícil que se me cumpla mi deseo cumplir mi miserable deseo.
Entró alguien de repente a la habitación, era la misma persona que me atrapó en la caída, la misma que me pillo en la habitación secreta y la misma persona que persona que está metida en mi cabeza desde el primer encuentro, así es, el jefe.
Finalmente me di cuenta que nunca podremos amar sin dañar a alguien y eso es lamentable.
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