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El santuario era aquel lugar donde la creatividad fluía, inspirado absolutamente por sus propias emociones y el vibrar melódico de su banjo. Llevaba ahí ya varios años trabajando de lado de su ahora pareja, de quien también era fácilmente mano derecha desde la partida del socio original. Una empresa llena de éxito, un sueño en la cima era todo aquello de lo que formaba parte.

Si algo caracteriza al enamorado es la forma que ignora al mundo por escuchar su propio corazón, más si se trata de los pertenecientes al tipo artístico. Por lo que ahí se encontraba él, ignorando las tuberías a nada de reventar y dejándose llevar por sus propios pensamientos.

Dejó de lado el instrumento y anotó sobre su partitura, soltando el lápiz en cuanto escuchó a alguien su nombre llamar. Reconoció la voz de inmediato para mal, a sabiendas de lo que su departamento esperaba.

—--¡Lawrence, maldita sea! ¡Sal de una vez! —--gritó Thomas nuevamente, ahora con un humor peor. Era conocido por mantener una mecha muy corta y enojarse apenas sus peticiones no fuesen cumplidas a la primera, cosa que molestaba al músico con un temperamento igual o peor que él.

Tomó su instrumento y anotaciones, guardando estos papeles dentro de la bolsa en su pantalón para proceder a salir como se le había exigido, yéndose a trabajar a la oficina de Jack. Aborrecía abandonar su santuario debido a la gran cantidad de ajetreo en el exterior, pero el nuevo proyecto de Drew exigía la colocación de unas tuberías para transportar tinta. Al final de cuentas aún si era un estudio de ese tamaño no requería el uso de tinta suficiente para necesitas aquella máquina.

Connor no le agradaba en lo absoluto; no sólo recibía una vibra extraña en esa mirada fuerte sino la forma en la que actuaba le provocaba rabia. Si dentro del lugar ocurriera un crimen no dudaría un solo segundo en su culpabilidad. Algo andaba mal con él.

Pero eso no era lo importante de momento, solo eran suposiciones provocadas por el traicionero sentimiento del desagrado. Puso su concentración en recuperar la perdida inspiración para esa melodía; no podía fallarle a la importante tarea que se le había encomendado, más aún sabiendo que Drew consideraba la música el alma de todos los cortometrajes.

Finalmente llegó a esa zona de mal aroma ubicada en la alcantarilla. Su amigo había decidido colocarse ahí a voluntad aún si lo odiaba y lentamente enloquecía debido a que hasta cierto punto era pacífico. Aún recordaba aquellos tiempos de recién llegados, cuando el estudio iba creciendo apenas y la música carecía por completo. Fue una noche en una presentación de una obra teatral dónde dejaron cautivado a Joey con su talento, misma donde decidió contratarlos para acompañarlo en su propio sueño.

El tiempo había transcurrido desde ese entonces y con ello el estudio creció. Había visto llegar a todos aquellos de los que se hablaba y de los que se callaba, al infame socio y al menos memorable pasante, conocía a todos ellos. Conocía los secretos y rincones de ese sitio, conocía incluso los del mismo dueño; aunque claro, eso era su propio pensamiento únicamente.

—--¡Señor Lawrence! ¡Lo buscan para grabación! —--gritó desde algún lado una voz juvenil extraña que pertenecía a Wally Franks, conserje del estudio. Enviado ahí como trabajador de verano por parte de su padre (quien era dueño de una compañía de limpieza), el muchacho se había mantenido en ese puesto por el mismo tiempo que el músico únicamente teniendo diferencia de días.

Salió de la "oficina" llevando su instrumento en mano y tomó paso tranquilo a la zona de grabación, siendo esta tranquilidad perturbada por una cantidad enorme de gritos provenientes de esa zona. Eran desconcertantes, llenos de rabia e insultos, pero esa voz iracunda era tan familiar que temía su propia razón.

Pero ahí estaba, tirando golpes y jalones a la otra mujer de la cual fue amiga, llorando desesperada mientras Thomas intentaba separarlas sin causar heridas. Dolor era lo que reflejaba su rostro lastimado en emoción, lleno de lágrimas y maquillaje arruinado, totalmente distinta a como se le veía siempre.

—--¡Yo soy Alice, tú solo eres mi reemplazo! —--exclamó pataleando. Razón no le faltaba, porque a pesar de que ambas pertenecieron alguna vez a la orquesta únicamente ella calificaba para el papel bajo el estándar de Sammy.

—---¡¿Que sucede aquí?! —--gritó para establecer orden dentro de la zona bajo su liderazgo.

—--Susie no puede aceptar que me acaban de dar su papel. Es todo. —--contestó Allison intentando sonar calmada.

—--¡¿Quien te ha dado su papel?! ¡Nadie tiene esa autoridad en este estudio!

—--Joey.

Su enojo se disparó aún más debido a que este mismo hombre era quien le había dado dicho poder absoluto sobre el estudio, rompiendo no solo con su acuerdo sino con la forma de su trabajo. Deseaba gritar de sobremanera, pero el control era lo mínimo que podía mantenerse en estos momentos.

—--Thomas, suéltala. Yo mismo arreglaré esto.

Heartaches [Joey Drew x Sammy Lawrence - BATIM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora