°• 𝐈𝐍𝐅𝐈𝐍𝐈𝐓𝐄 •°

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¡Todo había pasado tan rápido!
Ayudaba a una señora ya mayor, que pidió de su ayuda para arreglarle la electricidad de su casa.

Él es experto con la electricidad, y fue por ello que se ofreció a ayudarla.

Green Hills, aquel pueblito pequeño Pero de gran vegetación, su pueblo natal.
Convivía junto a una coneja adulta y la compañía tierna de una dulce conejita, una bella niña, la ve como su pequeña hermanita, aun cuando en realidad no lo fuera, ambos habían sido tan unidos desde su encuentro.

Sacó un pañuelo blanco de su chamarra limpiándose la frente del pco sudor.
Dejo todo arreglado y fue en busca de aquella señora, una armadillo.
La encontró, diciéndole de su trabajo terminado una vez más, la armadillo le pago justamente y agradeció al joven chacal por el favor.
Se despidió y sonrió para si mismo.

Camino por un largo camino con su mochila en su espalda, tomo atajos para llegar rápido a una tal casa, de una persona muy especial.








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Miró por un momento la casa que tenía en frente, se quitó la chaqueta por el calor que tenia, se acercó a la puerta tocando el timbre de la casa color ladrillo.

Fue abierta al poco tiempo antes de un escuchar un: "¡Voy!" desde adentro de la casa.
Sonrió emocionado.

—  ¿Infinite? No sabía que vendrías.– Sonrió el lobo de pelaje rojizo.

— Quería darte la sorpresa.– Le sonrió.– Además de que venía solo de paso para decirte... Emmm algo importante.– Trató de no sonar nervioso frente al contrario.

— Oh... ¿No te quedarás?.– Miró al de ojos bicolor algo desilusionado.

— Está vez no Roocky...– Rascó su cabeza para distraer sus nervios.– Pero necesito decirte algo...

— Ah cierto, ¿Sobre que?.– Ladeó su cabeza haciéndose ver adorablemente aquel lobo.

«Es... Tan malditamente , tanto que quiero... ¡No, Infinite concéntrate!
¡Es tu única oportunidad para pedírselo!»

— ¿Y.... Bien?

— ¿Que? ¡Así discúlpame! Y-yo este...

«¡Vamos idiota no te pongas nervioso!»

— ¿Estas bien?– Soltó una pequeña risilla.– Te notó muy nervioso. Si quieres me lo dices luego y yo...

—¡NO!– Grito aturdiendo al lobo rojiso.– L-lo siento... Es que yo quería... Quería... Bueno más bien es... ¿Cómo te lo digo?... Yo quiero...– Observó directamente esos ojos brillantes.– Yo... ¿Quieres salir mañana conmigo?– Confesó con un sonrojo en sus mejillas muy notables.

Y

bueno, Roocky tenía el aspecto de un tomate.
Espero tanto para esto pero no creyó que sus anhelos más anhelados de su vida, se cumpliera así de la nada.
Sacudió su cabeza frenéticamente y se a echo al de ojos bicolor, regalando se una de sus sonrisas más calidad y tiernas.

— Por supuesto!.– Respondió emocionado.– ¿Y a dónde iremos?

°• BACKROOMS •°  //COMPLETO//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora