Prologo - remasterizado

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Lector Pov:

Nocturne:

Un planeta inhospito, lleno de volcanes y terremotos; un lugar perfecto para ser considerado un Mundo Letal. Nocturne tiene una luna llamada Prometheus, la cual tiene una masa del 50% del propio planeta. Los dos cuerpos celestes bailan una interminable danza errática; el enorme efecto gravitatorio entre estos dos cuerpos celestes tiene devastadoras consecuencias tectónicas para Nocturne y no afecta visiblemente a Prometheus.

Nocturne sufre cuando Prometheus completa su órbita elíptica y se interpone entre ella y el sol, causando tanto un eclipse de sol como de luna simultáneos. Con la fuerza gravitatoria de Prometheus y el Sol de forma simultánea, se producen fenómenos tectónicos durante periodos de dos años o más y el eclipse de la luna sumerge la mayor parte de la región ecuatorial en la oscuridad. La actividad volcánica es constante; las gamas de los volcanes activos se extienden a través de un paisaje de lava, gases y cenizas en un cielo de color naranja. Los terremotos son frecuentes a través de la superficie del planeta y los tsunamis barren las zonas costeras.

Durante la oscuridad de los periodos de acercamiento de Prometheus, un durísimo invierno azota la faz de Nocturne. Gran parte de la población y de los recursos del planeta se pierden durante este periodo y la vida se convierte en un infierno para los supervivientes. Además de los peligros del planeta existen numerosas formas de especies depredadoras y megafauna altamente evolucionadas y endurecidas por el ambiente de este mundo y por la lucha por sobrevivir en él. Que la vida humana fuese capaz de sobrevivir en Nocturne a lo largo de toda la Era de los Conflictos sin ayuda es un testamento de la persistencia y la pura voluntad de vivir que es la auténtica fortaleza de la humanidad.

Debido a estas condiciones tan extremas el pueblo de Nocturne se había convertido en una estirpe fenomenalmente dura; marcadamente más resistente al clima extremo, la gravedad y la radiación que el humano medio, además de estar dotada de una considerable estabilidad genética. Aunque su nivel tecnológico había degenerado hasta el pre-industrial durante la Vieja Noche, los nocturneanos habían mantenido un alto grado de sofisticación cultural y cohesión social; los valores de resistencia estoica, perseverancia ante la adversidad y sobre todo, el valor, se habían convertido en los pilares de su vida tribal. El letal Nocturne era para sus habitantes "el yunque", la adversidad en la que los hombres y mujeres eran forjados, especialmente durante el mortal "tiempo de las pruebas" en que la luna Prometheus trazaba su órbita más cercana al planeta. En este tiempo la tierra se sacudía con tempestades, terremotos y erupciones volcánicas, y las grandes bestias despertaban de su sueño bajo la tierra de Nocturne para saciar su hambre.

A todo eso teníamos que sumarle los malignos Drukhari, estos malvados y depravados xenos habían hecho del planeta uno de sus lugares de cacería favoritos. Para estos asquerosos xenos la gente de Nocturne era el premio gordo, ya que debido a su altísimo resistencia podían aguantar muchos experimentos y torturas tan brutales que matarían a un humano común. Tan frecuentes eran los ataques de estos aliens que cada persona en cada asentamiento, aldea o ciudad tenia su propio escondite para evitar ser capturados.

Pero un día, un hombre decidió plantarle cara al terror. Con dos grandes martillos de herrería en cada mano, este hombre se paro en el medio de su pueblo para luchar contra los malignos xenos. A pesar de que toda su gente, incluyendo su padre adoptivo, le rogaron que se escondiera este hombre se negó a esconderse. El estaba decidido a ponerle fin a esas criaturas y liberar a su gente de esa amenaza.

Desde la lejanía se podía ver un gran grupo de guerreros xenos, los cuales se burlaron del hombre y viéndolo como una presa fácil se lanzaron con cadenas y cuchillas para capturarlo. Pero para sorpresa y horror de los xenos, el gigante era muchísimo mas fuerte, muchísimo mas ágil y muchísimo mas resistente que cualquier humano al que se hubieran enfrentado. Las brujas y Hekatrices se acercaron con rapidez mientras danzaban con sus letales cuchillas, usando su mortal destreza para cortarlo. Pero para su sorpresa el gigante evitaría los cuchillazos con una habilidad que superaba a la suya, los pocos cortes que le hicieron se curaron en un segundo lo cual las horrorizo. Se suponía que sus cuchillas tenían venenos tan letales que una gota bastaba para matar mil personas, pero antes de poder pensar en eso el gigante blandiría sus martillos y aplastaría sus cráneos una por una.

Ruby: hija de VulkanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora