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—Jefe, de verdad disculpeme. —Juntó sus manos pidiendo clemencia.

Jihan había estado siguiendo a Hyunjin por toda la empresa pidiendo disculpas, atrás de ella le seguían Juli y Bangchan que murmuraban cosas entre ellos tratando de no explotar en risas.

—¿Por qué me pide disculpas exactamente? —Le respondió por fin Hyunjin cuando todos entraron a su oficina.

—Por... ¿la música? —Se sentó en la silla frente a su escritorio pero cuando sintió la mirada asesina del jefe se levantó rápidamente.

—La música en la bodega no está prohibida.

—Entonces...

—Por hacer el ridículo frente a los inversionistas, por eso debe disculparse. —Como si de regañar a un niño se tratara, Hyunjin quería recalcar el hecho de que seguramente en las futuras reuniones ese sería un tema de burla.

—Si me permites, Hyunjin. —Se metió Bangchan. —Ellos se veían divertidos, no molestos.

—¡Ese es el problema, mi empresa es de mensajería no de payasos!

No podía negar que estaba intimidada por su jefe, la vez que chocó con él tan solo le mostró una expresión de fastidio, pero ahora era rabia y desprecio.

—No volverá a suceder, señor Hwang. —Prometió mirando a Juli para aprobación.

—Todo es mi culpa señor Hwang, yo le regalé la bocina y al ver que estaba sola pues se dejó llevar.

—Bien, pues que no vuelva a suceder, escuche música si desea pero no se crea idol de K-Pop. —Le señaló la salida de la oficina y Jihan por fin salió después de agradecerle.

Expulsó todo el aire contenido mientras colocaba una mano en su corazón, si en esa situación no le había dado un ataque cardíaco entonces podría jurar que nunca sucedería.

Juli y Bangchan la vieron seriamente, pensó que iban a regañarla pero puso su mejor cara de confusión cuando los vió explotar en risas.

—¡Su cara de miedo! —Golpeó Juli su rodilla para pasar las risas.

—¡No da risa, hice el ridículo! —Jihan golpeó su frente contra la pared mientras sollozaba.

—¡Perdón, perdón! —Bangchan por fin se limpió las lágrimas provocadas por la risa, mientras respiraba profundo para no volver a reír.

—¡Ya es la segunda vez que le doy una mala impresión al jefe! —Se regañó Jihan mentalmente, porque de verdad pudo haber perdido su trabajo y así arriesgar la estabilidad de su familia.

—Jihan, no te preocupes demasiado. Hwang es un amargado pero muy en el fondo es una buena persona. —Le restó importancia Bangchan, que era observado por Juli como si fuera una maravilla del mundo.

—Para usted es diferente, señor, usted es un ejecutivo, yo una simple carga camiones.

—Llámame solo Bangchan. -Le transmitió esa confianza que necesitaba. —Y ya no le pongas mucha mente a eso, sigue con lo tuyo.

El resto del día Jihan se la pasó sonrojandose cada que recordaba la vergonzosa escena, seguro había quedado como una inmadura frente a su jefe con quien ya había tenido un primer incómodo encuentro.

Algunos de sus compañeros de bodega le habían mencionado que habían escuchado el rumor, intentó negarlo a toda costa pero tarde o temprano se sabría.

Definitivamente entendía el por qué Hwang Hyunjin había tenido más de veinte secretarias en lo que iba de año, era muy estricto e intimidante.

Muchos en la oficina lo apodaban "robot", también decían que incluso en días festivos como navidad o año nuevo obligaba a seguir las jornadas de trabajo como un día normal.

Cuando terminó la jornada de trabajo Jihan se tomó su tiempo para cambiar la ropa de trabajo y prepararse para ir a casa; había quedado con varios del equipo para ir a tomar algo de Soju y comer algo rico, eso seguro la haría olvidar los momentos malos del día.

—Debiste ver la cara de Hyunjin, me ardía el estómago de la risa. —Le contaba Juli a Jisung y Haseul mientras se dirigían al restaurante.

—No fue gracioso, solo humillante. —Acomodó su cabello, afortunadamente ya era de noche y no tenia que ocultar sus mejillas rojas como un tómate.

—Seguro te veías muy tierna teniendo tu stage en Music Bank. —Todos los presentes explotaron en risa ante el comentario de Jisung, incluso Jihan que soltaba risas expontaneas.

—¡Solo me entró la inspiración! —Intentó defenderse sin poder parar de reír.

Al llegar pidieron una buena cantidad de pollo frito y algunas botellas de Soju, la mayoría ya tenía las mejillas rojas y arrastraban las palabras al hablar, Jihan había intentado tomar moderadamente para poder llegar firme a su casa, pero fue un caso perdido.

—Pero, Juli miraba mucho a Bangchan. —La acusó hablando con dificultad.

—Es muy lindo. —Juli puso su mejilla en la mesa mientras pataleaba bajo la mesa.

—Lindo es Hwang. —Soltó Haseul de repente, pero se tapó la boca rápidamente al darse cuenta de lo que había dicho.

—¡No dijiste eso! —La vió con asco Yeojin y todos explotaron en risas.

Jihan lo pensó en su mente ya bastante descontrolada por el alcohol, Hwang Hyunjin era apuesto físicamente.

Pensó en hoy mientras la regañaba, como le hablaba con esa fuerza y determinación.

—Necesito otro trago. —Tomó de un solo sorbo el resto de la bebida que tenía en el vaso frente a ella.

—Yo creo que es mejor no tomar más. —Han le arrebató el vaso y acomodó su cabello, de todos era el más sobrio y consciente. —Les llamaré un taxi a cada uno. —Con toda la paciencia del mundo llamó a los taxis para cada uno de ellos, menos para Jihan, ya que el la dejaría justo en la puerta de su cuarto.

Al salir del lugar los unos se sostenían a los otros de lo mareados que se encontraban, Jisung solo reía de los ocurrencias de los ahora ebrios.

En el Karaoke de al frente comenzó a sonar una melodía que ya era un chiste entre el grupo.

Tell me, tell me, te-te-te-te-te-tell me. —Bailó Yeojin casi logrando caerse y todos le siguieron la cuerda.

—¡Así le hacía Jihan al jefe Hwang! —Explotó en risas Juli y Jihan le dió un par de golpes en su hombro.

Cuando todos por fin se fueron Jisung llevó a Jihan en su hogar, para luego arroparla e irse.

Al salir del lugar, le alegró saber que había dejado a esa carismática chica que estaba robando su atención sana y salva en su hogar.

Office Problems | Hwang Hyunjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora