𝓣𝓻𝓮𝓼

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Una semana después

Ya había pasado una semana en la cabaña. Hinata había evitado con éxito los intentos de Deidara, pero se dio cuenta de que él se estaba volviendo irritable por la situación. Era más agresivo con sus avances, algo a lo que no estaba acostumbrada.

Este nuevo Deidara era casi aterrador en su insistencia en ir más allá.

Tratando de alejar sus preocupaciones sobre la situación, se concentró en el fuego frente a ella. Habían ido a navegar más temprano ese día, y ahora todos estaban sentados alrededor de la hoguera. Pensando en otras cosas, no había oído hablar a Deidara hasta que le dio un codazo.

"¿Disculpa que?" Girándose para mirarlo, vio su amplia sonrisa.

"Dije, ¿te gustaría caminar conmigo a lo largo del lago un poco más tarde? Vi esta pequeña cala realmente romántica no muy lejos de aquí."

Hinata sabía de qué estaba hablando, y "romántico" no era realmente como lo habría llamado. La “cala” era un lecho de troncos caídos y podridos y rocas irregulares. El único romance que podía imaginar allí era la pequeña cascada, pero incluso eso dejaba mucho que desear.

"Seguro." Se estaba haciendo tarde, pero no estaba cansada y todavía podría ver la casa desde allí. No le gustaba aventurarse demasiado lejos de la cabaña una vez que se hacía tarde.

Su respuesta pareció aplacarlo por el momento, y se apartó de ella, su mirada de nuevo en el fuego. Hinata metió la mano en el cuenco, agarró un trozo y se llevó la carne rosada y gruesa a la boca. Al morderlo, sintió que el jugo se deslizaba por su barbilla. Cuando levantó los ojos, clavó las miradas en Kakashi. Él la miró atentamente mientras se recostaba en su silla. Se bajó un poco su máscara y llevó una botella de cerveza a la boca, bebió un trago y regreso la máscara a su lugar, luego centró su atención en la conversación que estaban teniendo sus padres y su tía.

Hinata escuchó con poco interés mientras sus padres y su tía hablaban sobre la última cirugía revolucionaria. Esto era normalmente lo que sucedía con ellos. Siempre estaban tan absortos en su propia conversación que todo y todos los demás se esfumaban.

Kakashi ya cansado miró el fuego, con el ceño fruncido, una expresión de molestia en su rostro. Hinata miró a su tía y vio que ella lo miraba a él, con la misma expresión dura y molesta en su rostro. No tenía idea de lo que estaba pasando, pero definitivamente había algo mal entre ellos.

"¿Tal vez ya has bebido suficiente, Kakashi?" dijo con un poco de despecho en su tono.

Todos dejaron de hablar, y esta tensión los rodeó.

Lentamente volvió a mirar a Mei. "¿Qué dices?" preguntó con voz profunda.

"Creo que has bebido suficiente. Estás actuando como un pez que necesita agua con las cervezas". Casi escupió las palabras.

Hinata se movió en su asiento, la rareza de esta interacción fue sentida por todos. Podía ver a sus padres mirándose entre ellos, como si no quisieran estar allí.

"Esta cerveza me está ayudando a estar aquí contigo." Levantó la cerveza, saludando a Mei, luego la inclinó hacia atrás y se la terminó.

Oh, no.

El papá de Hinata se aclaró la garganta y estaba a punto de levantarse, pero cuando Kakashi lo hizo, todos se quedaron helados.

"¿Tal vez deberíamos decírselo a todos? Dejar de fingir está mierda."

Su tía parecía enojada. Sea lo que sea de lo que Kakashi estaba hablando, no era lo que Mei quería.

"¿De verdad quieres hacer esto aquí, ahora?"

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