Capter One: PROLOGO

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Lay, es un chico peli castaño, de ojos marrones, de unos 12 a 13 años. No tiene amigos porque siempre atrae problemas, por eso, evita a otras personas. Un día, tiene un sueño extraño. Quien parecía ser él, estaba protegiendo a una chica, aparentemente, de su escuela y a un chico rana rosa, extraño? Pues va aumentando la extrañeza. Los estaba protegiendo? Si. De que? Pues de una mantís religiosa roja y gigante. Estaban en un bosque enorme. Y el decía que se parecía a esa persona, con detalles menores. Como cuales te preguntaras? Pues... Sus brazos y piernas desde los codos/rodillas hasta las puntas de sus uñas, todo era diferente. Sus brazos parecían entre quemados y escamosos. Sus uñas eran alargadas y estaban manchadas por la sangre de la mantís. Sus ojos marrones ahora eran rojos, con detalles menores, haciéndolo parecer un cazador. Tenía un ligero corte en su mejilla derecha. Y debajo de sus ojos, habían un pequeño rastro de escamas rojas.

La persona que se parecía a él, estaba moviendo sus ojos de un lado a otro, aparentemente, analizando a la mantis. Para luego abalanzarse, desde los costados de sus brazos, se generaron púas, gruesas. La mantis también se abalanzó, atacando con su garra. El chico, le agarro la garra, con la mano derecha. Luego, salto, y cuando descendió, clavo las púas de su brazo izquierdo en su cráneo. Matándola en el instante. Se volteo al dúo, detrás de él. Sus púas se retrajeron. Y cuando estuvo por hablar.

Lay: Ah! Eh? Agh!!!

Lay se despertó, conmocionado por el sueño. Pero cuando se despertó, cayo de su cama. Cayendo de cara en el proceso, le sangró un poco la nariz por ello.

Lay: Por un Ca... Un momento, que hora es?

Lay miro su habitación, frente a su cama, la puerta. Aun lado de esta, un mueble para su ropa. Junto a su cama, la ventana, que daba a la calle principal. En la esquina de su habitación, su mesita de noche. Encima de esta, su teléfono, conectado. Cuando fue a verlo, lo prendió.

Lay: Esto es malo! Es tarde!

Nadie lo despertaría. Su padre estaba trabajando, su madre murió cuando él nació, y es hijo único.
Se cambió de ropa, desconecto su celular y tomo su mochila, siempre la prepara con anticipo. Bajo las escaleras, bebió un vaso con agua, y se llevó 2 rebanas de pan para llevárselo en el camino. Antes de salir, vio la hora en su teléfono de nuevo.

Lay: Me lleva la...! Sin batería? En serió?!

En eso, recordó cuando desconecto su teléfono del cargador. No lo conecto al enchufe.

Lay: *Suspiro* Carajo...

Dejo su teléfono en la mesa del comedor, estaba a un lado de la puerta de salida. Y salió.

Lay fue corriendo a la escuela, paso por el parque cercano.

Lay: "Eh?"

Se volteo a ver a un lado.

Lay: Tengo un mal presentimiento...

Luego sujeto su mentón, con la mirada perdida.

Lay: Que tan malo a comparación de mi día a día puede ser?

Luego, volvió a correr a su escuela. No alcanzaría ningún autobus a esta hora.

Para su suerte, o no. Llego a tiempo.

Lay: Gracias... A dios... O carajo, estoy cansado.

Decía entre jadeos de cansancio.

Lay: no es tan malo este día... Creo.

Amphibia, Y aquel desafortunado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora