CAPITULO XXI
POV. Andrus Kirial
_ ¿TE RÍES DE MÍ? _dice lentamente conteniendo las palabras entre los dientes, se acerca y me pega contra el auto y su cuerpo; su aliento a menta y mezclado con alcohol choca en mi cara cada vez que exhala. Su entrepierna se pega a la mía logrando inmovilizarme al tratar salir de su agarre…
_¿Pasa algo?_ siento llegar Mario interrumpiendo la escena que tiene montada el gran Alessandro Mckeinck en plena calle _ Andrus..._ escucho que me llama y yo aun no lo miro hipnotizado con la mirada y rostro tallado por los mismísimos dioses de Alessandro Mckeinck..._ ¿Andrus… necesitas ayuda? _ vuelve a preguntar Mario y esta ves la cara de Alessandro si que da miedo al responderle a Mario.
_¿Acaso lo estas escuchando pidiéndote ayuda imbécil?_ contesta Aless con cara de querer matarlo; Mario no se queda atrás cuadrando el hombro listo para lidiar con un borracho más del club… lo detengo antes de que termine la función con broche de oro.
_ Mario..._ lo llamo y el inmediatamente me ve_ tranquilo… estoy bien _ digo suplicándole con la mirada de que se dentenga, el me conoce y sabe que si estuviera en apuros sería el primero en solicitar ayuda -¿y no lo estas?-. me pregunta mi conciencia arqueando una de sus cejas _ya nos íbamos y el solo esta un poco pasado de copas_ Mi conciencia y Mario se ponen de acuerdo para responder al mismo tiempo y con voz irónica.
_ ¿Un poco pasado de copas?_ se ríe preguntando _ saca a este imbécil de acá antes de que le parta el culo _ y se que habla seriamente... aunque su voz tiene un toque de diversión.
_ ¿A quién estás llamando imbe…?_ lo callo de un manotazo la cual lo deja atónito.
_Cállate y súbete al auto _ le hablo fuerte por primera vez que hasta el pone cara de sorprendido e inmediatamente se recupera.
_ No sin antes ver de que tú entres…_ me vuelve a decir muy cerca de mi cara… yo subo las manos dándome por vencido. Igual no pensaba dejarlo solo, pero tampoco quería que el condujera en ese estado. Subo al auto y el cierra dando un portazo. Cosa que me divierte -es su auto- digo subiendo los hombros sin importarme el daño que le pueda ocasionar.
Veo como se acerca a Mario de forma retadora y le dice algo que no logro escuchas, da media vuelta y se sube dando otro portazo, inmediatamente pone el auto en marcha haciendo que el auto derrape sobre el asfalto.
_Ponte el cinturón _ordena con voz de rabia entre dientes y no me vuelve a dirigir la palabra.
……….
Durante los quince minutos que llevamos en el auto no se a dignado a decirme nada, ni si quera algo hiriente. Y eso hace que me tuerza los dedos de las manos tratando de distraer o llenar el vacío que siento en mis entrañas… -se llaman nervios-.
_Calla _ lo digo fastidiado, sin pensar. tratando de callar a mi conciencia, pero sin querer lo digo en voz alta.
_¿A QUIEN MADAS A CALLAR?_ voltea a mirarme con cara de asesino y me grita_ que no se te olvide quien es_ dice calladamente como si se lo dijera a el mismo, en ese momento entra una llamada al teléfono que se refleja en la pantalla del auto y por los altavoces se escucha -llamada de Jenifer- eso me molesta, pero al el poner cara de fastidio y apaga desvía la llamada cambia mu humor interno.
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Un Jefe Despiadado
RomanceAlessandro Mckeinck imponente e importante empresario griego que desde muy joven ejerce la presidencia de las empresa fundada por su abuelo Martakis... Mckeinck Holding inc. Nadie conoce su vida privada y con 32 años de edad se ha convertido en uno...