LA MAMA DE PRUK PANICH (adoptiva)

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😳😳

De pronto oímos voces en el salón, al otro lado del dormitorio. Tardo un momento en procesar lo que estoy oyendo.

~ Si todavía en la cama, tiene que estar enfermo. Nunca está en la cama a estas horas. Zee nunca se levanta tarde.

~ Señora Panich, por favor.

~ Poppy no puedes impedirme ver a mi hijo.

~ Señora Panich, no está solo.

~ ¿Que quiere decir que no está solo?

~ Está con alguien.

~ Oh....

Hasta yo me doy cuenta de que le cuesta creérselo.

Pruk parpadea y me mira con los ojos como platos, fingiendo estar aterrorizado.

~ ¡Mierda! Mi madre.

De repente sale de mi cuerpo y me estremezco. Se sienta en la cama y tira el condón usado en una papelera.

~ Vamos, tenemos que vestirnos.....si quieres conocer a mi madre.

Sonríe, se levanta de la cama y se pone los vaqueros.....sin calzoncillos. Intento incorporarme, pero sigo atado.

~ Pruk......no puedo moverme.

Su sonrisa se acentúa. Se inclina y me desata la corbata, que me ha dejado la marca de la tela en las muñecas. Es....sexy. Me observa divertido, con ojos danzarines. Me besa rápidamente en la frente y me sonríe.

~ Otra novedad ~ admite.

No tengo ni idea de lo que quiere decir.

~ No tengo ropa limpia.

De pronto el pánico se apodera de mí, y teniendo en cuenta la experiencia que acabo de vivir, el pánico me parece insoportable. ¡Su madre! Maldita sea. No tengo ropa limpia y prácticamente nos ha pillado in fraganti.

~ Quizá debería quedarme aquí.

~ No, claro que no ~ me contesta en tono amenazador ~. Puedes ponerte algo mío.

Se ha puesto una camiseta y se pasa la mano por el pelo revuelto. Aunque estoy muy nervioso, me quedo embobado. Su belleza es arrebatadora.

~ Chawarin, estás hermoso hasta en un saco. No te preocupes, por favor. Me gustaría que conocieras a mi madre. Vístete. Voy a calmarla un poco. ~ Aprieta los labios ~. Te espero en el salón dentro de cinco minutos. Si no, vendré a buscarte y te arrastrare lleves lo que lleves puesto. Mis camisetas están en ese cajón. Las camisas, en el armario. Sírvete tú mismo.

Me mira un instante inquisitivo y sale de la habitación.

Maldita sea la madre de Pruk. Es mucho más de lo que esperaba. Quizá conocerla me permita colocar algunas piezas del puzle. Podría ayudarme a entender por qué Pruk es como es... De pronto quiero conocerla. Recojo mi camisa del suelo y me alegro que haya sobrevivido a la noche sin apenas arrugas. Encuentro el boxer debajo de la cama y me visto a toda prisa. Pero si hay algo que detesto es usar los calzoncillos sucios. Me dirijo a la cómoda de Pruk y busco entre sus calzoncillos. Me pongo unos Calvin Klein ajustados, los vaqueros y los Converse.

Cojo la chaqueta, corro al cuarto de baño y observó mis ojos demasiado brillantes, mi cara colorada...y mi pelo. Dios mío....mi pelo está hecho un desastre tampoco se ve bien. Busco un cepillo, pero solo encuentro un peine. Menos de una piedra. Me peino y me pongo un poco de gel rápidamente, mirando desesperado la ropa que llevo. Quizá debería aceptar la oferta de Pruk. Mi subconsciente frunce los labios y articula la palabra <<Ja>>. No le hago caso. Me pongo la chaqueta y me alegro de que los puños me cubran las marcas de la corbata. Nervioso, me miro por última vez en el espejo. Es lo que hay. Me dirijo al salón.

LAS 50 SOMBRAS DE PRUK PANICHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora