"Sufre, como yo lo hago"
- G.
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—¿Por qué lo hiciste? — cuestionó con un tono rencoroso—Josh… querido, la pregunta es ¿por qué no hacerlo? — respondió irónicamente, mientras daba vueltas alrededor de su novio, el cual se encontraba de rodillas, roto por dentro y con un dolor emocional consumiéndolo a cada segundo.
—¿Por qué razón? ¿Qué te llevó a hacerle algo así? No te hizo nada… — su tono de voz ya estaba cristalizado, al igual que sus ojos, mientras que los de ella estaban llenos de furia.
—No me hizo nada…— dio una mirada inocente para luego volver a su mirada fría — ¡¿No me hizo nada?! Esa chica arruinó mi vida. ¡Tú arruinaste mi vida! Y ahora… ahora, cariño, sólo están pagando las consecuencias.
—¿Consecuencias? Gina, por el amor de Dios… ¡Jamás hice nada con la intención de lastimarte! — y por primera vez en la noche, levantó su mirada, mirándola con decepción
—Tu mente es tan egoísta que no te das cuenta de todo lo que me hiciste.
—Pues, no. No recuerdo haberte hecho nada.
—Bueno, tenemos toda la noche, querido Josh… Te refrescaré la memoria…
20 de diciembre, Las vegas
Josh, un chico que tenía una vida regularmente normal. Nada nuevo, sólo lo común en un chico de veinte años: universidad, fiestas, familia, amistades, y novia.
Gina, ella era todo lo contrario a Josh. Su vida estaba llena de disturbios, errores, abandonos y maltratos. De ahí su mente algo retorcida, pero lo sabía calmar, no era como que se diera cuenta aún de lo que era capaz de hacer… ¿o sí?
Gina y Josh comenzaron a salir a término de la preparatoria. Les gustaba salir, les estresaba estar adentro de cuatro paredes siempre, por lo tanto -cada que podían- se desestresaban.
Su relación iba bien, eran felices. Su relación era de confianza, o al menos, por parte de Josh.
Gina, debido a tantos abandonos, se convirtió en alguien insegura -demasiado celosa, a decir verdad- pero extremadamente orgullosa, por lo cual no podía dejar ver lo mucho que lo era.
¿El problema? Que de vez en cuando, no podía ocultarlo.
Ambos se sentaron en las sillas de terciopelo rojas, frente a una mesa adornada de madera fina, sobre la cual había un montón de copas de licor -las cuales posiblemente estaban entreveradas con algo de droga-
—¿Segura que no deseas que te preste mi saco? Sabes que no tengo ningún problema, Gin— susurró
—Estoy bien, Josh. Sólo diviértete…
Claramente, Gina no se esperaba que su novio se lo tomará de la manera tan literal, llegando a un punto de haberla dejado sola.
El humo proveniente de la boca de un montón de desconocidos, el ruido extremadamente fuerte y el alcohol empezando a hacer efecto en su cuerpo, fueron detonantes para que Gina perdiera el control de sus emociones. No veía a su novio, moría de frio -y de celos-.
«Baby, can't you see I'm calling?
A guy like you should wear a warning
It's dangerous
I'm falling…»“Toxic” de Britney Spears empezó a resonar en todo el lugar, al igual que la pregunta '¿Dónde rayos estás, Josh? ' resonaba en la cabeza de Gina.
Siguió buscándolo, hasta que lo encontró bailando -muy pegado, a su parecer- a una chica de ojos azules.
Ella sentía que su corazón le iba a explotar de rabia, podría sentir como si una ola de calor recorriera su cuerpo, sentía que… la podría hasta matar.—Hola, disculpen, pero necesito a mi novio de vuelta— agarró a Josh de la manga, mirando a la chica con desprecio, procurando que no se le escapará una gota de todo el diluvio de enojo que cargaba dentro.
Para la mala suerte de Gina, Josh la conocía demasiado bien…
—¿Vas a ponerte en ese plan de nuevo? Gina… es la quinta vez en el trimestre que haces esto, ¿cuándo te quedará claro que yo no sería capaz de eso?
—Lo dejaré de hacer cuando dejes de andar de entregado con ellas… cuando me asegure que no me dejarás… no como ellos
Era eso, ella estaba demasiado enferma, no del estómago, no de la vista… ella estaba enferma de malas experiencias.
Y es que, si el dolor físico ya de por si era molesto, el dolor emocional era insoportablemente asfixiante.
—Gin… ¿cuántas veces voy a tener que decírtelo? No soy ellos, no soy tu familia… No voy a dejarte.
“No voy a dejarte”, ojalá Josh hubiera escogido una mejor mentira, porque todo eso, pareció esfumarse más adelante… Sólo eso, era una verdad que, con el tiempo, se convirtió en farsa.
—Sólo vamos a dormir… dormir es lo único que ayuda a no pensar en mi vida… no siento cuando duermo. Ya vámonos, ¿sí?
Josh lo sabía: ella no estaba bien.
Lo que no sabía, es que lo hundiría con todo y tripulación.
Y aun así, se tiro del precipicio, aunque muchas veces dicen que es mejor haber amado que haber perdido -y aunque muchas veces en verdad- ellos eran la excepción.
—Bien… pero que conste que esto no queda aquí, ¿vale? — ella asintió
Ambos fueron de la mano al hotel donde se estaban hospedando por esa noche.
Tapados bajo las frazadas, frente al fuego caliente de la chimenea, con la -rara vez de ver- nieve por detrás cayendo como gotas de lluvia, y ellos abrazados. Tal vez en el momento era más que suficiente, era lo que ambos necesitaban: paz.
Pero, en este mundo, lamentablemente, la paz nunca es duradera.
¡Heyy!..Bueno, Stephi vuelve con sus historias. :)
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Destinos Sellados
Short Story'En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos. Los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.' Advertencia : historia corta