Capítulo 5: Nuestro Final..

8 2 17
                                    

5:20 pm, dos horas antes del presente

—¡Gina! Cariño, estoy en casa— gritó desde el mostrador de la cocina, esperando una respuesta. Al no obtenerla, decidió entrar a la habitación, donde encontró la puerta del baño abierta — ¿Gina? ¿Puedo pasar?

La encontró con la mirada perdida. Estaba en la tina, en una posición cómoda tomando un baño de burbujas, creando un manto de espuma que cubría la mayor parte de su cuerpo.

—Hey. ¿Relajándote? — sonrío

—Seguro. Estoy…relajada.

—No tienes idea de lo agotado que estoy— se apoyó en el marco de la puerta

—Tal vez. ¿Día difícil? — seguía con su mirada perdida

—Como no lo imaginas— suspiró

—¿Tienes hambre? Preparé la cena…— lo miro por fin

—Sí. Gracias. Eres de lo mejor— le sonrío —voy a cambiarme la ropa y comemos juntos, ¿te parece?

Ella sólo asintió antes que él se fuera.

Él salió, sin darse cuenta que en ese mismo lugar se encontraban las pruebas del crimen perfecto.

5:33 pm

—Gina, esto está delicioso.

Ella no comía, sólo tomaba vino mientras veía como su novio caía en su trampa.

—¿Te gusta?

—Si. ¿Es una nueva receta? — dijo masticando otro trozo

—No, sólo un cambio de carne.

—¿Cambio de carne? ¿Y cuál es? — preguntó

Josh…Querido ¿No sabes el dicho? “No hagas preguntas que en realidad no deseas saber”

—La has probado antes…— dejó de mover su copa para hacer una pausa intensa— creo que su nombre era…Lamber— lo miró con una sonrisa

Josh dejó caer el cubierto, quedando inmóvil del miedo.

—Gina…— empezó a tartamudear —¿Qué hiciste…?

Estaba asustado. Asqueado. Dolido…

Actualidad

—Y así llegamos hasta aquí. ¿Sabes? Se siente como vivirlo de nuevo, sin embargo, no podemos regresar el tiempo. Teníamos destinos sellados— culminó su narración de sucesos

—¿Está viva? — suspiró aliviado

—No soy un monstruo. Lastima que siempre lo olvidas.

—Gin…

—Cállate. No quiero seguir escuchando tus excusas. Te quedarás aquí, conmigo.

—No puedes hacerme esto. ¡Eso es un secuestro!

—No me grites.

—Gin. Esto está mal.

—También está mal no aceptar la muerte de alguien, Josh.

—¿A qué te refieres? — dijo confundido

—La Gin de antes no puede contestar tus dudas ahora mismo…

—¿Por qué?

—Oh— lo miró —porque está muerta.

—Gina, sé que en el fondo se encuentra la dulce Gina que conozco.

—Tú mataste a esa chica. Mataste a la “dulce Gina”.

—Regrésamela

—¿A quién? — ahora ella era la que estaba confundida

Destinos SelladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora