El Sol Que Salió De Noche

Un rayo de esperanza

El tiempo se detuvo para todos con aquella luz tan radiante que asomaba por la ventana...

Aún si dolía verla directamente, no podíamos evitar observarla...

Admirarla...

Pues está luz...

Marcaba el fin de esta lluvia llena de muerte.

Anonadados, sin saber que hacer o como reaccionar, lentamente recuperabamos nuestros sentidos, la primera en moverse fue Karen, quién gateando se acercaba lentamente sin poder creer aún lo que estaba frente a ella...

-El sol... - Susurró.

-¡ES EL SOL!- Gritos y risas salían de mi sonriente hermana, quien había salido de su trance con un salto para empezar a dar saltitos como si de un niño pequeño se tratase.

La escena fue tan opuesta que nos ayudó a los demás a salir de nuestro trance, pues habíamos quedado hipnotizados por aquel rayo de luz que se empezaba a hacer más y más grande con el tiempo, y que era seguido por otros más a las cercanías y lejanías.

-Las nubes se van, gracias a Dios... -Aquella frase dicha por mi abuela, fue terminada por un gran suspiro de alivio, sus ojos se veían algo brillantes, y antes de que pudiera alzar las manos a su rostro para secar sus lágrimas aún sin salir, fue abrazada fuertemente por mi abuelo, quién estaba volviendo una pequeña risita en una carcajada de a poco.

No sabía hacia donde voltear, o que hacer, seguía sentada tratando de analizar lo que estaba sucediendo, y antes que pudiera poner siquiera mis ideas en orden, sentí como se me iba el aire por un momento, mientras la silla que me sostenía se tambaleaba, pues mi hermana me había envestido con un abrazo...

-Selene... El sol... -Karen hacia su mejor intento de hablar, pero su voz se escuchaba entrecortada...

-El sol... Dime por favor... Que ya es seguro salir... -

Su abrazo flaqueo un poco, ahora su rostro estaba a centímetros del mío, intentaba poner una cara seria, pero las lágrimas dejando un rastro por sus mejillas enrojecidas daban un aire diferente.

¿Por qué me lo preguntaba a mi? Aquel pensamiento paso por mi cabeza, soy consciente de que conozco muchos datos extraños, pero no soy alguna clase de cientifica...

Un nudo se volvía a formar en mi garganta, uno incluso más apretado que el de hace unos momentos...

Hacia el intento de hablar, pero cada palabra que intentaba decir era cambiada por un sonidito y una lágrima queriendo escapar de mi, había dos voces en mi cabeza doscutiendo...

La primera, queriendo esperar más tiempo, pues no teníamos idea de si había quedado radiación que nos pudiera dañar allá afuera.

Y la segunda voz... La cual me pedía a gritos salir de este lugar en el que he estado encerrada tanto tiempo sin saber nada del mundo...

- Yo... eh...- La cabeza me daba vueltas, aquellas dos voces no dejaban de pelear y no sabía a cual darle la razón, volteaba a ver a los lados en busca de ayuda, y la única mirada que encontré fue la de mamá, con una mirada extraña, me veía expectante, como queriendo que resolviera esto por mi cuenta, pero había algo más, un pequeño brillo empezaba a mostrarse...

Al no recibir respuesta, la mueca de Karen se volvió un poco más apagada, sin embargo, al ver de nuevo la ventana, una extraña sonrisa se formó en su rostro, para después volver a apretar el abrazo con el que se sostenía de mi...

Esta vez no pude evitarlo, dejé que las lágrimas fluyeran y un sonido lastimero salió de mi, tanto mi hermana como yo estábamos recargadas en el hombro de la otra, intentando silenciar nuestro dolor en las prendas de la otra.