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Jimin realmente no salía mucho.

Si no fuera por Jungkook, su recientes nuevas amistades y todas sus aventuras en las peleas de Suga, se la pasaría encerrado en la panadería.

En sí, nunca fue una persona de muchos amigos.

Sonara raro, considerando que podía hablar hasta por los codos, y si era una persona muy social.

Pero simplemente, nunca tenía tiempo para... casi nada.

Había comenzado muy joven a ayudar a su madre a hacer comida y entregarla para mantenerse. Después de un feo divorcio y tomar responsabilidad de Jungkook, su madre necesito un par de manos más.

Y Jimin se encargó de aligerar todo el peso de los hombros de la mujer, llenando cada hora de día que no estuviera en la escuela o estudiando, en trabajar. (Aunque a veces se quedaba estudiando o haciendo tarea mientras cuidaba que algo no se quemara).

Tuvo que seguir ese ritmo de vida cuando no consiguió una beca para la escuela de gastronomía. Así que trabajaba en un restaurante haciendo lo que pudiera, comenzando también a vender sus propios postres que hacía en su pequeña cocina compartida en una casa de estudiantes cuando podía y estudiando.

Jimin era agradable, pero simplemente no tenía tiempo, así que no mucha gente realmente se quedaba para conocerlo más.

Además que sabía que para algunos podía ser... irritante.

"Nadie puede ser tan feliz" escucho a una chica murmurar una vez en sus clases universitarias "Es tan falso. Además ¿Alguna vez se calla? Solo habla de la escuela, su hermanito o sus cosas raras que le gustan"

Podría ser que había comenzando a dejar su espacio con otros porque sabía que él, no era muy aceptado.

Luego no comprendía cuando había dicho o hecho algo mal. Solo sabía que su forma de ser podía enfadar a alguien u ofenderlos aunque no fuera para nada su intención.

Llegaba a sentirse tonto, tratando de entender porque era tan difícil para él encajar del todo.

Al mundo no le gustaba la amabilidad, el gran entusiasmo, o la vulnerabilidad.

Pero... Jimin era así, y trataba de seguir los consejos de su madre, sonreír y saber que habría un día mejor.

Si no intentaba ver el mundo con una mejor luz ¿Qué ganaría?

Así que a pesar de todo se mantenía sonriendo, tratando de no dejar que todas esas ideas malas, tragedias y problemas diarios lo llevaran abajo.

Se emocionaba con las cosas pequeñas, las atesoraba.

Y tal vez por eso, estaba exagerando un poco con su preparación para salir un tiempo con Yoongi.

El cerrar la tienda una hora antes (Solo por esta vez, no lastimaba a nadie. Además, era un día lento), tomar un largo tiempo, poner su Playlist favorita y tatarear mientras veía todas las opciones que tenía para usar.

Se miró en el espejo, viendo esos tenis nuevos que jamás había sacado de su caja antes, los pantalones con flores y otros garabatos que había hecho con acrílico hace más de un año y ese bello suéter rosado que su madre le había tejido encima.

"¿Te gusta?" Le preguntó a Dae, poniéndose una boina que tenía estrellas bordadas encima "¿Demasiado?"

Dae solo lo miro unos segundos antes de bostezar.

"Tienes razón, no debería pensarlo tanto" Jimin se dejó la boina y se sonrió en el espejo.

Iba a divertirse hoy, ese era su plan, se relajaría con Yoongi.

Anpanman <Yoonmin>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora