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Seokjin sabía que era una persona celosa.

Por más que no lo pareciera.

Estaba celoso de muchas cosas.

Celoso de la manera en que sus compañeros de trabajo hablaban de irse de la ciudad unos días con sus familias. Que sus padres les recibirían en sus casas con los brazos abiertos siempre y una gran sonrisa.

La manera en que Hoseok hablaba de Jiwoo, su gran relación con ella. Como siempre la pasaban juntos, siendo tan unidos.

Cómo Yoongi, a pesar de sus horrible relación con su padre, mantenía una buena con su madre y hermano. Y que había encontrado otra familia en los Jung.

Como Namjoon siempre parecía encajar en los lugares, recibiendo amor con tanta facilidad.

Envidiaba a la gente que tenía una educación, la que tuvo opciones.

Él había terminado allí por huir, huir y correr de todos los callejones sin salida que se había encontrado durante toda su vida.

Y aunque le gustaba a donde había llegado, estaba lejos de ser perfecto. Lejos de ser lo que espero alguna vez.

Siempre estuvo celoso de muchas personas, solo no lo mostraba.

Después de todo, los celos solo le hacían sentir mal a él. Nadie más se veía afectado por el amargo sabor en su garganta siempre que alguien iba caminando con su madre tomados de la mano, o celebrando cumpleaños en familia.

Ya no tenía que estar celoso, o al menos eso se decía.

Tenía a Yoongi, a Hoseok, a Namjoon y Jieun. Había hecho su propio hogar.

Y ninguno de sus amigos condicionaba el amor y la atención que le daban. Ni era comparado con alguien más constantemente.

Pero vaya que volvía a ese hoyo de celos y soledad debes en cuando.

Más con todas las cosas pasando, todas las cosas cayendo sobre todos. Que amenazaban con arruinar la poca paz que había encontrado.

Y le hacían mirar el techo en la noche, pensando en cada arrepentimiento que tenía.

Uno en particular, el primero en la lista.

Joder...

Bien, no debía preocuparse por ello.

Realmente no debía, ni siquiera tenía el derecho de preocuparse. Él se había marchado, él había dejado tirados a todo el mundo.

Ahora solo le quedaba a hacer su trabajo, el que escogió, proteger a quien pudiera.

Él no se consideraba del todo un héroe.

Tenía poderes limitados, lo sabía. Él mismo los limitaba, por el miedo de lo que podía causar, que tan lejos podía llegar con la mente de las personas.

No era un peleador nato, ni siquiera le gustaba el conflicto.

Nunca podía hacer un trabajo completamente solo. Él era un arma secreta, una muy útil. Pero que tenías que usar sabiamente para controlar la situación.

No estaba al nivel de Namjoon, o Hoseok, mucho menos Yoongi.

Pero lo intentaba, poner todas esas voces en su cabeza y su penetrante mirada en buen uso, un uso beneficio para quien fuera.

No hacía todo eso con la idea de ser un gran superhéroe (Aunque la atención positiva, y un par de fans no estaban mal).

Lo hacía más que nada para probarse que realmente había escogido un mejor camino, una mejor vida.

Anpanman <Yoonmin>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora